Consumir lima, apio o pomelo mientras tomas del sol puede quemar la piel

Natural y sano no siempre es sinónimo de inocuo. Algunos ingredientes mal combinados son peligrosos. Es lo que ocurre con tres alimentos muy comunes y saludables, pero que pueden provocar daños celulares y acelerar el envejecimiento de la piel cuando los tomamos al sol.

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

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primer plano mujer tomando mojito
ISTOCK

La naturaleza es sabia y también traidora. A veces tenemos un concepto equivocado de lo natural, porque lo hemos acabado relacionando con alimentación saludable en contraposición a los productos industriales y excesivamente manipulados.

Igual que la manipulación no es siempre algo negativo (el tratamiento de la leche con la pasteurización nos ha permitido evitar muchas enfermedades), no todo lo que nos proporciona la naturaleza es sano. También los venenos de muchas plantas son productos naturales.

Por eso no hemos de asombrarnos cuando los especialistas nos alertan de que tengamos cuidado con algunos alimentos. En principio, son inocuos o incluso muy beneficiosos para el organismo, pero que hay que evitar ciertas combinaciones. En verano, hay dos frutas y una verdura que hemos de poner en el punto de mira.

Los tres vegetales que envejecen

Los tres vegetales a los que nos referimos son el limón, el apio y la lima. No necesitamos decirte lo útil y versátil que es el limón. Un imprescindible de la cocina, tanto para la conservación de alimentos como ingrediente básico para dar sabor a todo tipo recetas.

La lima no es tan común en nuestra gastronomía, aunque también es un sustituto habitual del limón o un ingredientes de bebidas y combinados. Y el apio es un habitual de los batidos vegetales multivitamínicos, excelente ingrediente de ensaladas o la base de recetas como la salsa de yogur y la crema de apio.

Por sí solos son unos excelentes nutrientes. El problema surge cuando estamos en la playa y vamos a tomar el sol después de haberlos tomado. Se produce entonces una combinación que puede acabar provocando daños genéticos en las células de nuestra piel.

Suena peligroso y no es para menos. Recuerda que los tumores son la consecuencia de un daño genético en nuestras células que hace que se multipliquen descontroladamente.

Sin embargo, no hay que esperar a ese riesgo potencial, el consumo de limas y limones combinado con exposición al sol es la causa de numerosos daños. Esta combinación puede bloquear la regeneración de los tejidos y acelerar el envejecimiento de la piel.

Cómo puedeN dañarnos estos alimentos

Tal y como ha explicado el doctor Antonio Caruz, catedrático de genética de la Universidad de Jaén, la clave está en que estos tres alimentos, y algunos otros, tienen entre sus componentes unas toxinas que se llaman furocumarinas.

Hay numerosos estudios que han constatado que cuando se ha tomado, por ejemplo, unos batidos detox, muy populares a base de apio y lima, seguido de periodos en la playa prolongados, se han dado casos de quemaduras de piel incluso de segundo grado, afirma el doctor Caruz en The Conversation.

Y ese es solo uno de los peligros. Incluso estando solo un rato al sol, aunque no nos quememos, si es varios días seguidos en el tiempo “da lugar a manchas oscuras permanentes, envejecimiento acelerado y mayor probabilidad de desarrollar cáncer”, confirma el doctor Caruz

Estas toxinas, las furocumarinas, combinadas con el sol hacen que en el ADN de la célula se formen enlaces. “La consecuencia inmediata suele ser muerte celular, inflamación masiva y formación de ampollas en la piel”, avisa este genetista.

Cuidado también con los perfumes

Limón, lima y apio no son los únicos que pueden crear este peligroso cóctel. También el pomelo tienes estos compuestos tóxicos. Como su uso en verano no es tan habitual, tampoco ha llamado tanto la atención.

Un capítulo aparte merece la bergamota. También conocida como citrus bergamia, la bergamota es otra fruta cítrica, aunque por su aspecto parece más una pera. En su caso, el riesgo no está en su consumo, que es más limitado, sino lo amplísimamente que se utiliza en el mundo industrial, en especial las firmas cosmética por sus aromas.

La bergamota está en la base de numerosos aceites esenciales y perfumes. Y no es la única del sector que tiene las toxinas furocumarinas. Algunas plantas silvestres y medicinales también lo tienen. Ante el desconocimiento de gran parte de la población, al menos el sector de la cosmética ha dado la señal de alarma y ya se están creando perfumes y otros productos cosméticos libres de las toxinas.

De todas formas, no está de más que recordemos que la recomendación general, hoy por hoy, es no ponerse perfume si vas a tomar el sol. Al menos, ponerlo en una parte del cuerpo que vaya a estar cubierta y no reciba directamente los rayos.

Cómo evitar que envejezcan las células

Vamos a poner los riesgos en sus justos términos. Lo que de verdad hace que envejezcan nuestras células es la vida. Lo que más le hace envejecer es la oxidación que se produce cuando respiramos y le mandamos oxígeno. El siguiente culpable del envejecimiento son productos químicos, por ejemplo, la contaminación. El tercero es el sol. Como consecuencia de estos procesos químicos se crean radicales libres, que son moléculas que dañan las células.

Todas estos procesos pueden dañar el núcleo de la célula, que es el ADN o genoma. ¿Cómo lo dañan? Pues hacen que se produzcan errores en su combinación cuando se duplica para reproducirse.

Imagínate que el ADN es una biblioteca. Dentro del ADN hay cromosomas que son como libros de esa biblioteca. En la biblioteca hay 23 libros del padre y 23 de la madre, en total 46 cromosomas y cada uno lleno de letras. En total nuestro ADN tiene miles de millones de letras. Estas letras se combinan para crear la receta de todos los tipos de células de nuestro cuerpo.

Las posibilidades de que haya errores en esas combinaciones es fácil. Pero la célula tiene mecanismos para detectar y reparar el error. Evitando estos errores se disminuye el riesgo de cáncer. Pero el envejecimiento celular es un tema complejo y supone más cosas.

Una manera de frenarlo es evitar los radicales libres. Dejar de tomar el sol es muy efectivo. Y como en verano, un poco utópico, también será útil si frenas los radicales con alimentos con vitamina C, como el kiwi, vitamina E, como las nueces y la larga lista de alimentos que se consideran antioxidantes.