¿Deberías ducharte con chanclas en el gimnasio? Podólogos responden

El verano es la época en la que vamos más a menudo descalzos, incluso en piscinas públicas y vestuarios de gimnasios. Los podólogos recuerdan la necesidad de llevar chanclas. Aunque la mayoría de infecciones son benignas, pueden complicarse y hay alguna resistente a los antibióticos.

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

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chanclas ducha

Las chanclas son un seguro contra las infecciones en las duchas.

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Respondiendo directamente a nuestro titular, sí, deberías usar siempre chanclas u otro calzado protector cuando estés en los vestuarios o en la piscina del gimnasio. También es una buena opción si paseas por la playa. ¿Y por qué hemos de ser tan exquisitos, con lo bien que se está caminando descalzo en verano?

Los gimnasios, cálidos, húmedos y muy frecuentados, son fábricas de gérmenes. Con gérmenes nos referimos a hongos, bacterias y virus, ya que de todo puedes encontrar. En verano se multiplican las opciones de que podamos tener una infección, precisamente porque hay más gente caminando descalza por todas partes.

Los podólogos apuntan que nuestros pies son los grandes olvidados de nuestra salud, pese a que sustentan todos nuestros movimientos. Basta recordar cómo afecta tu calidad de vida cuando has tenido alguna herida en la planta del pie. Por fortuna, la mayoría de infecciones que podemos sufrir en los pies son benignas. Sin embargo, hay buenos motivos para que te lo pienses dos veces antes de dejar tus chanclas.

Qué infecciones podemos coger en la ducha

“En verano los pies son una de las partes del cuerpo más expuestas”, recuerda el podólogoJorge Escoto, miembro de la directiva del Colegio Oficial de Podología de la Comunidad Valenciana. Hay tres infecciones habituales:

  • Pie de atleta: es una infección por hongos. Provoca picor, pies escamosa, enrojecimiento y grietas entre los dedos. Además de ir descalzo, las uñas largas o pintadas también pueden favorecer este tipo de infección, así que no dejes de cuidarlas. Hay varios tratamientos fungicidas en farmacia que pueden ayudarte.
  • Verrugas plantares: las provoca el virus del papiloma humano. Este virus lo relacionamos con el cáncer de cuello uterino, aunque puede también colarse en una pequeña grieta en los pies e infectarlos. Estas verrugas son dolorosas y suelen aparecer en la zona del pie que acumula más peso del cuerpo, como junto a los dedos. Aparecen pequeños puntos negros.

El podólogo puede diagnosticarte y aconsejarte el tratamiento. Lo que no hay que hacer es dejar que estas infecciones avancen, porque tienen fácil solución. Y dejarlas debilita la seguridad que nos proporciona la gruesa piel de los pies. Es una barrera importante. Si se agrieta, abrimos la puerta a otras posibles infecciones más serias. Una especialmente.

  • Estafilococos: esta bacteria aprovecha cortes o abrasiones para infectar. Puede provocar abscesos (granos de pus) o infectar la piel más profunda y causar dolor. Aunque son casos muy raros, y más aún en una ducha de gimnasio, hay variantes de la bacteria que son resistentes a los antibióticos.

Cómo debemos tratar las chanclas

No solo en la piscina. También en la playa, sobre todo si además vamos a utilizar las duchas públicas, es más que recomendable usar chanclas. “En la arena puede haber piedras o cañas con elementos punzantes que pueden provocar fácilmente heridas al encontrarse el pie mojado, con la piel más blanda”, apunta el podólogo Escoto.

Por eso, la chanclas u otro calzado protector, como sandalias de caucho o EVA antideslizantes o las zapatillas de agua cerradas, específicas para andar por el agua, no son un exceso, sino un seguro para tus pies.

Eso sí, las chanclas también requieren higiene. No hace falta comprar unas caras. Al contrario, procura tener unas sencillas y desinféctalas regularmente. Pásales agua y lejía al 10% o un spray desinfectante.

Por qué no se ha de usar siempre chanclas

Lo que no puede ser es que las chanclas se conviertan en nuestro calzado habitual de verano. Todo lo contrario. Van muy bien para estos momentos puntuales de ducha o vestuario, pero nunca lleves las chanclas más de cinco minutos.

Como indican los podólogos, son de hecho el peor tipo de calzado que podemos escoger para caminar en verano, por fresquitas que sean.

“Los podólogos podemos recomendar el calzado que mejor se adapta a la persona, tanto a su pie como al terreno por el que se va a mover en verano”, explica Escoto.

Ir en chanclas u otro calzado inadecuado por la calle o de excursión “puede desencadenar una lesión, como la fascitis plantar, que es la inflamación más habitual en esta época del año”, añade.

No dejes de secarte bien los pies

Otro calzado nada recomendable son los zuecos de goma, porque no ajustan y no permiten transpirar bien al pie, incluso aunque tenga perforaciones. Aumenta la sudoración, el mal olor y el riesgo de infecciones por la humedad que se provoca.

Por último, el podólogo recuerda la importancia de secarse bien los pies con chanclas o con cualquier otro calzado después de salir del agua, porque esa humedad es el caldo de cultivo para que microorganismos que ya tenemos de manera natural en el pie crezcan de manera descontrolada.