Dr. Mauricio González, médico internista: "Meter la cara en agua helada 15 segundos reduce los síntomas de ataques de pánico"

Se está haciendo viral una técnica para reducir la ansiedad que consiste en poner la cara quince segundos en agua helada. Tiene cierta lógica científica, aunque también puede causar problemas. El conocido doctor Mauricio González aclara qué hay de cierto.

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

Actualizado a

chica lava la cara

Meter la cara en agua helada puede ayudar a reducir la ansiedad y el estrés.

iStock

Meter la cara durante quince segundo en agua helada reduce instantáneamente el estrés y la ansiedad. También relaja todo tu sistema nervioso y reduce la inflamación. Al menos, es lo que aseguran algunos de los vídeos que se distribuyen por internet.

Esta técnica no es nueva. La creencia de que el agua helada puede tener beneficios en la salud mental y el estrés se basa en algunos estudios empíricos que llevan tiempo probándose. ¿Tiene base científica? La respuesta no es concluyente.

El médico internista Mauricio González, uno de los principales divulgadores de salud, conocido en redes sociales como doctor Mo, ha dado su juicio al respecto: “Esta técnica es parcialmente cierta”.

Qué consigue el agua helada

Cuando ponemos la cara en agua fría se activa un reflejo llamado la respuesta del buceo. “Esto activa nuestro sistema parasimpático (el que controla las funciones involuntarias del cuerpo): reduce nuestra frecuencia cardiaca y se produce una vasoconstricción”, explica este médico.

 

Es decir, se cierran nuestros vasos sanguíneos en las extremidades para redirigir la mayor parte de la sangre y el oxígeno al corazón y el cerebro, que son los órganos vitales más importantes y que deben mantener la temperatura.

Esto ha demostrado en estudios científicos reducir los síntomas fisiológicos y cognitivos en personas que sufren ataques de pánico. La teoría sugiere que esta adaptación a este estrés del frío mejora la eficacia del organismo para lidiar con la respuesta al estrés de la ansiedad.

El doctor Mo puntualiza que es solo parcialmente cierto porque “la realidad es que para el tratamiento de ataques de ansiedad y pánico lo que más se ha estudiado es la eficacia de las terapias basadas en mindfulness, terapia psicológica cognitivo-conductual, ejercicios de respiración y por supuesto farmacoterapia”.

Qué recomiendan los especialistas

No hay evidencias científicas tan claras respecto a los beneficios del agua helada. La psiquiatra María Carrasco ha explicado en conversación con el doctor Mo que esta “es una técnica de rescate y puede ser muy efectiva en algunos casos”.

Subraya que en ningún caso es un tratamiento contra la ansiedad como patología. “Se recomienda como terapia no solo para crisis de pánico sino también en cualquier desregulación emocional”, añade la doctora Carrasco. Es decir, puede centrarnos cuando hay un ataque de ira o vivimos otra emoción intensa difícil de controlar.

Entra dentro del conjunto de las técnicas en las que también está la respiración consciente y el mindfulness. “Hay personas a las que les funciona y a otras no... Cómo todo en medicina, no somos exactamente iguales los unos a los otros. De allí que los requerimientos de cada paciente para cada situación son muy específicos y personalizados”, opina el ginecólogo Jaime Fernando Parra.

Funciona de forma momentánea, como método de emergencia en una situación puntual. Pero un trastorno de ansiedad requiere un tratamiento psicológico y psiquiátrico a largo plazo.

¿Qué problemas puede suponer?

Por tanto, esta técnica del agua helada puede ser algo bueno que pueden realizar los personas sin ningún otro problema simplemente para una relajación puntual.

Sin embargo, “muchos dermatólogos han indicado que hay que tener cuidado porque también puede tener problemas”, añade el doctor Mo. Puede exacerbar la rosácea o generar lesiones por frío. Por ello “no se recomienda que esta técnica se haga durante más de cuatro o cinco segundos”, puntualiza.

Los oftalmólogos también puntualizan que el agua helada también podría dañar los ojos. No es lo habitual, pero tampoco es descartable. Por lo que la recomendación ante la duda es consultar con el médico. Él sopesará si estás en las condiciones físicas de llevarlo a cabo.

Otras técnicas son ducharse o bañarse en agua fría. No es necesario que el agua esté helada y también se han comprobado beneficios. Por ejemplo, un estudio de la Universidad de Portsmouth, en Inglaterra, encontró que los baños cortos en agua fría son muy beneficiosos.

Este y otros estudios comprobaron que activan las defensas, aumentan los niveles de dopamina y serotonina, dos de las hormonas que mejoran el estado de ánimo, y ayudan a reducir la hormona del estrés, el cortisol.