Los 7 errores más comunes al intentar dormir fresco en las noches calurosas

¿Duermes con el ventilador apuntándote? Hay consejos que corren por las redes para dormir mejor las noches de verano, algunos muy populares, y que se han demostrado erróneos. La ciencia revela que no siempre lo que parece lógico es lo más adecuado. Aquí te decimos lo qué si funciona.

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

Actualizado a

Mujer en el suelo junto al ventilador tratando de refrescarse en una ola de calor
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Uno de los peores momentos de las olas de calor no son las horas centrales del día, sino cuando llega la noche y la temperatura nos impide dormir. Como bien sabes, el sueño es fundamental, en verano y en invierno, trabajando o en vacaciones. El cuerpo se regenera y repara al dormir.

Al dormir baja nuestra temperatura corporal. Si no lo conseguimos porque la habitación es muy cálida, no entramos en sueño profundo. Eso reduce nuestra capacidad física y mental, aumenta la irritabilidad y el riesgo de enfermedades.

Por eso es tan importante tener presentes todos los elementos que pueden ayudarnos a mantenernos frescos y que durmamos profundamente. Y si rastreas en internet, descubrirás que algunos de los consejos más populares no tienen ningún aval científico.

dormir en la hamaca

Una siesta corta en un lugar fresquito no entorpece el sueño nocturno y nos descansa.

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Los tres errores al refrescar la habitación

1. Dormir con la ventana abierta

La lógica dice que la abres y que pase aire. Sin embargo, un estudio de la Universidad de Maguncia, en Alemania, comprobó que estadísticamente era más perjudicial tenerla abierta. Los ruidos de la calle crean micro despertares que no dejan seguir las fases del sueño y llegar al sueño profundo.

Además, durante las olas de calor, si no estás en una zona costera donde pueda haber algo de brisa, es probable que la temperatura exterior sea tan alta o más que la que pueda haber en la habitación.

2. Mojar las sábanas o meter toallas mojadas

Aunque puede dar sensación inicial de frescor, aumenta la humedad del ambiente y dificulta que evaporemos nuestro sudor. El cuerpo se calienta más. Un estudio de investigadores japoneses publicado en 2012 en el Journal of Physiological Anthropology lo puso en evidencia.

3. Dejar el ventilador apuntándote

El chorro de aire directo puede resecar las mucosas y provocar congestión nasal y tos seca y aumentar el riesgo de roncar. Todo lo cual puede repercutir en tu sueño. Además puedes despertarte con la garganta también seca y quizá dolorida. Si lo que tienes directo es el aire acondicionado, es aún peor por muy fresquito que estés.

Un retrato de mujer frente a un ventilador que sufre de calor

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Los 4 hábitos nocturnos que te perjudican

1. Dormir desnudo

Contrariamente a la creencia popular no suele ser lo más fresco. El sudor se queda en la piel y puede hacerte sentir más pegajoso y con más calor. Los pijamas muy transpirables, de algodón o lino, favorecen la regulación térmica y absorben el sudor.

2. Ducharte con agua fría

Una ducha es útil si es con agua tibia. La ducha fría nos provoca un choque que nos despeja. Además contrae los vasos sanguíneos y hace que luego nos cueste regular y bajar la temperatura para dormir.

3. Beber líquidos muy fríos

Las bebidas heladas antes de dormir no han demostrado ningún efecto sobre el enfriamiento del cuerpo. Y a lo mejor te despiertas de madrugada con ganas de orinar.

4. Beber alcohol para que nos amodorre

 El alcohol no ayuda a dormir bien. Es una falsa creencia porque vemos a los borrachos dormidos en cualquier sitio. Pero no es un sueño útil. La ciencia ha demostrado que el alcohol no deja llegar al sueño profundo y nos despertamos cansados. Por no hablar de lo perjudicial que es el alcohol para la salud.

Las siete cosas que sí son útiles para dormir en verano

  1. Ventila por la noche. Cierra las ventanas de día y ventila por la noche cuando el aire es más fresco para que el dormitorio no conserve el calor. Deja la puerta abierta para que pase aire. Hemos dicho que no a la ventana, excepto si duermes en una zona tranquila.
  2. Duerme en plantas bajas. Si tenemos dos pisos, es mejor bajar el colchón. El calor tiende a subir. Los sótanos son las zonas más frescas.
  3. Invierte en colchón y almohada. Los colchones transpirables y las almohadas refrescantes ayudan a dormir bien. Son más caras pero son una buena inversión en verano.
  4. Intenta acercarte a los 19 grados. Los expertos aconsejan que esa es la temperatura ideal. Si tienes aire acondicionado aprovecha para regular el termostato. No obstante, hay división de opiniones. Hay personas que duermen mejor con tres grados más. Y la sequedad ambiental que provoca el aire acondicionado tampoco es saludable.
  5. Evita comidas picantes y cenas tardías. Cualquier comida pesada o picante aumentará el metabolismo y la temperatura corporal.
  6. Duerme solo o sola. Malo para la vida de pareja, bueno para el sueño. El calor que da la otra persona no nos beneficia. Si además se mueve o ronca, peor me lo pones.
  7. Siestas cortas. Si son 20 minutos en horarios propicios ayudan a recuperar energía sin alterar el sueño nocturno.