¿Qué son los borborigmos? Una pista: nos pasa a todos y se pueden evitar

Nos pasa a todos, todos los días. Incluso puede que varias veces en tan solo unas horas. La cuestión es que, aunque no es grave, cuando nos pasa no sabemos dónde meternos. Así que, saber qué son, cómo acabar con ellos, y sobre todo, la forma de evitarlos, te encantará.

Captura de pantalla 2024 03 02 a las 17 25 51
Eva Carnero

Periodista especializada en bienestar y nutrición

Actualizado a

Mujer guapa pensativa

Tener borborigmos es algo habitual que no reviste gravedad.

No sería extraño, ni tampoco la primera vez, que un rugir de tripas rompiera el silencio de la oficina o de la sala de espera del dentista. Sin duda, un momento incómodo dónde los haya, sobre todo, para el "propietario" de esas tripas. Sin embargo, más allá de ese instante violento, en el que miramos para otro lado, como si no fuera con nosotros, el ruido de las tripas no es motivo de preocupación, al menos, en la gran mayoría de los casos. 

De hecho, es algo completamente normal. Eso sí, con un nombre fuera de lo común: borborigmos. Con este rimbombante término se denominan los característicos sonidos que hace nuestro estómago y los intestinos al paso de los alimentos sólidos, líquidos, y también de los gases. 

Mujer deportista

¡Pruébalo!

Ni caminar ni correr: el ejercicio fácil para principiantes que quema más calorías y protege el corazón

No tiene por qué ser hambre

Tener borborigmos no significa que necesariamente tengamos ganas de comer. De hecho, si tenemos el estómago vacío porque hace horas que no hemos comido nada, el ruido puede ser todavía mayor, como ocurre cuando nuestra voz se proyecta en una habitación vacía. Y es que los movimientos del intestino (y el ruido que conllevan) se producen tanto si comemos como si no. 

Además, no solo son más estruendosos los ruidos sin alimento, también son más prolongados. De hecho, pueden durar hasta 20 minutos, y repetirse con más o menos intensidad, cada hora hasta que comemos algo. 

En principio, no hay de qué preocuparse

Tal y como hemos descrito en las primeras líneas, estos ruidos (borborigmos) que escuchamos y que, lamentablemente, llegan a los oídos de los demás, se deben al paso de los alimentos (líquidos o sólidos) al recorrer el intestino delgado y grueso. 

Estos sonidos son absolutamente inofensivos, salvo que se produzcan con mucha frecuencia o estén acompañados por otros síntomas como estreñimiento, diarrea, dolor o dificultad en las digestiones. Si es así, lo más conveniente es que consultes con un experto. 

Trucos para silenciar las tripas 

Lo normal es que al cabo de unos minutos todo vuelve a la calma por si solo, sin necesidad de hacer nada. Sin embargo, siempre hay algunas cosas que se pueden llevar a cabo para acelerar el proceso. 

Ahí van un par de consejos para lograrlo:

  • Bebe un vaso de agua. Y quien dice agua, dice una infusión o un zumo natural. Lo importante es que evites los líquidos con gas y que bebas a sorbitos, ya que de lo contrario, es posible que sea contraproducente, es decir que aumenten los ruidos. 
  • Toma un tentempié. Si hace horas que no comes nada, te hará bien tomar algo. Si los ruidos no cesan, como mínimo se mitigarán. Además, piensa que si los borborigmos se producen siempre a la misma hora, es muy probable que estés dejando pasar demasiadas horas sin comer. 

La mayoría de expertos recomiendan repartir las comidas a lo largo del día, siendo tres de ellas, las principales (desayuno, comida y cena) y las otras dos, un tentempié a media mañana y otro por la tarde. 

comer más despacio ayuda

Hasta aquí hemos visto qué son y cómo podemos acabar con los borborigmos. Ahora bien, también podemos evitarlos. Estas son algunas de las recomendaciones para que esos molestos ruidos, no pasen de ser un sonido imperceptible:

  • Dosifica los chicles. Es fácil imaginar que mascar chicles favorezca la aparición de ruidos en el estómago y los intestinos, ya que, cuando lo hacemos entra aire en el tracto digestivo, lo cual favorece el ruido. 
  • Come despacio. Masticar los alimentos lo suficiente y hacerlo a conciencia, tiene muchos beneficios. Entre ellos, el de evitar la formación de gases y, en última instancia, los ruidos.
  • Modera el consumo de alimentos flatulentos. Este es uno de los consejos más efectivos. Sobre todo en el caso de que seas una persona con tendencia a borborigmos. Si es así, mejor que te lo pienses dos veces antes de comer legumbres (garbanzos, lentejas, judías o soja), crucíferas (col, brócoli, coles de Bruselas...), o cebolla, rábanos, cereales integrales...
Mujer comiendo ensalada

Comer despacio y ligero evita los ruidos estomacales.

  • Reduce el café. Tanto el café como los refrescos con gas y el alcohol pueden provocar la aparición de borborigmos.
  • Evita las comilonas. Ya hemos visto que tener el estómago vacío puede favorecer los ruidos estomacales o intestinales. Bien, pues las comidas demasiado abundantes, también pueden desencadenar el mismo proceso, ya que la digestión puede ser más complicada. 
  • Ten cuidado con los cítricos. Se sabe que los alimentos ácidos como los cítricos (naranjas, limones, pomelos...) pueden favorecer los ruidos en el estómago y los intestinos. Lo mismo ocurre con los alimentos con un alto contenido en grasas. No te estamos diciendo que renuncies a ellos, ni mucho menos, pero sí que lo tengas en cuenta, para moderar su consumo. 

Puedes tener en cuenta estos consejos por separado, o bien combinarlos para asegurarte una buena digestión y, sobre todo, una digestión silenciosa. Es decir, el consejo más completo sería: comer despacio una cantidad adecuada, sin abusar de los alimentos flatulentos, evitando el alcohol, las bebidas con gas y el café, y... mejor olvidarse de los chicles.