El pescado es uno de los alimentos más sanos que podemos incluir en nuestra dieta. Rico en grasas saludables, en minerales como el yodo, el selenio y el calcio, y en vitamina A y D, es uno de los alimentos que aparece en la lista de indispensables de la mayoría de nutricionistas.
Sin embargo, en los últimos años los precios de este delicioso y saludable manjar no han dejado de subir (un 6,7 % solo en 2023) y son muchas las familias que han dejado de consumirlo de forma habitual. De hecho, desde 2008, el consumo de pescado ha bajado un 32,8%.
A la hora de adquirirlo, conviene fijarse bien en que el pescado esté fresco y para ello es clave que nuestra pescadería sea de fiar. Te ayudamos a identificarlo fácilmente.
En qué fijarnos en la pescadería
La frescura y el buen estado del pescado, además de tener que ver con el tiempo que lleva fuera del agua, depende mucho de cómo lo conserven en la pescadería. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) nos da 5 claves en las que debemos fijarnos:
1. El pescado, envuelto en hielo
Para que se conserve bien, es fundamental que el pescado se mantenga refrigerado. En casa lo guardamos en la nevera o el congelador, pero en la pescadería está en el exterior para que podamos verlo y elegir el que preferimos, de modo que está expuesto. Es por ello que debe estar conservado en abundante hielo. Idealmente debe estar envuelto en hielo o “al menos, que esté sobre una base de hielo”, apuntan desde la OCU.
2. Que no haya un exceso de pescado
Otro punto en el que debemos fijarnos es en que no haya montones de pescado en el mostrador. Si bien la pescadería tiene que mostrar el pescado para que podamos escoger qué queremos comprar, no debería haber mucho pescado expuesto, y en ningún caso mucho de la misma especie.
Lo correcto es que se mantenga refrigerado en el interior de la pescadería y se vaya sacando a medida que se vende, para evitar que se estropee.
3. Que no se acumule el líquido alrededor
Un factor en el que no solemos fijarnos, pero que es muy importante, es en cómo están situadas las cajas de pescado. Si se colocan en horizontal, el hielo que va derritiéndose se acumula en la base y crea un “caldo” nada conveniente.
Lo ideal es que el pescado esté en cajas, sobre una superficie inclinada, para que el líquido pueda salir.
4. Los focos de calor, lejos del pescado
Como ves, es importante que el pescado se mantenga bien fresco en la pescadería. Esto significa que no debe haber ninguna fuente de calor cerca, ni estufas, ni focos de luz dirigidos al pescado, ni nada similar.
5. que no enmascaren la frescura del pescado
Por último, la pescadería no debe emplear ningún método que pueda camuflar el estado real del pescado. Por ejemplo, una práctica cada vez más habitual es pulverizar el pescado con agua. Muchas pescaderías tienen pulverizadores automáticos que, cada cierto tiempo, echan una ligera bruma sobre los peces. De acuerdo con la OCU, esto puede enmascarar la falta de frescura del pescado, pues “gracias al agua el pescado brilla más y no parece reseco”, aseguran.
Cómo saber si el pescado está fresco
Como ocurre con casi todos los alimentos, quizá lo primero que nos indica que un pescado está fresco es el olor. Un pescado que ya no es adecuado para el consumo desprenderá un olor más fuerte o acre.
Además, hay otras claves que no debes pasar por alto:
- Los ojos: son uno de los principales delatores de la frescura del pescado. Si están hundidos u opacos, no lo compres. Deben estar vivos, claros y brillantes.
- El brillo: cuanto más brille la piel del pescado, más fresco será. Una apariencia opaca o descolorida es signo de que no está en su momento óptimo.
- Las agallas: su color indica el estado del pez. Pídele al pescadero que te las enseñe y asegúrate de que son rojizas y brillantes (nunca marrones).
- La tersura: un pescado fresco es firme y terso, y si lo presionas con el dedo, la carne vuelve a su lugar. A medida que va estropeándose se vuelve blando.
- Las escamas: deben estar bien enganchadas a la carne. Si ves que se han soltado, mala señal.
Otro factor más difícil de identificar en la pescadería es el estado de las tripas. Su recubrimiento debe ser completo y ha de estar brillante.
Cómo conservar bien el pescado en casa
Si el pescado es fresco y lo conservas bien, en general puede durarte unas 48 horas en la nevera.
Para ello, lo primero que debes hacer al llegar a casa de la pescadería es retirar las tripas y otras vísceras del pescado, (siempre que no sean esenciales para el plato) y lavarlo bien, por dentro y por fuera.
Conviene guardarlo en un envoltorio o dentro de un envase hermético en la parte más fría de la nevera.
¿Cuánto pescado deberíamos comer a la semana?
El pescado es esencial en una dieta saludable y lo ideal, de acuerdo con la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), es comer entre 3 y 4 raciones de pescado a la semana, variando entre pescados blancos y azules (más ricos en grasas saludables).
Sin embargo, la presencia de mercurio en pescados como el atún o el pez espada hace que algunos grupos más vulnerables, como las mujeres embarazadas y los niños, deban reducir o incluso evitar el consumo de estas especies.