5 claves para saber si la pescadería es de fiar según la OCU

El pescado es un alimento fundamental en una dieta saludable y deberíamos comerlo varias veces a la semana. Ahora bien, ¿sabes cómo detectar que es fresco? Te damos las claves para identificar que la pescadería lo conserva bien.

Diana Llorens
Diana Llorens

Periodista

Actualizado a

pescadería

El pescado debe formar parte de una dieta equilibrada: contiene grasas saludables, minerales y vitaminas.

iStock

El pescado es uno de los alimentos más sanos que podemos incluir en nuestra dieta. Rico en grasas saludables, en minerales como el yodo, el selenio y el calcio, y en vitamina A y D, es uno de los alimentos que aparece en la lista de indispensables de la mayoría de nutricionistas.

Sin embargo, en los últimos años los precios de este delicioso y saludable manjar no han dejado de subir (un 6,7 % solo en 2023) y son muchas las familias que han dejado de consumirlo de forma habitual. De hecho, desde 2008, el consumo de pescado ha bajado un 32,8%.

A la hora de adquirirlo, conviene fijarse bien en que el pescado esté fresco y para ello es clave que nuestra pescadería sea de fiar. Te ayudamos a identificarlo fácilmente. 

Mujer deportista

¡Pruébalo!

Ni caminar ni correr: el ejercicio fácil para principiantes que quema más calorías y protege el corazón

En qué fijarnos en la pescadería

La frescura y el buen estado del pescado, además de tener que ver con el tiempo que lleva fuera del agua, depende mucho de cómo lo conserven en la pescadería. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) nos da 5 claves en las que debemos fijarnos:

1. El pescado, envuelto en hielo

Para que se conserve bien, es fundamental que el pescado se mantenga refrigerado. En casa lo guardamos en la nevera o el congelador, pero en la pescadería está en el exterior para que podamos verlo y elegir el que preferimos, de modo que está expuesto. Es por ello que debe estar conservado en abundante hielo. Idealmente debe estar envuelto en hielo o “al menos, que esté sobre una base de hielo”, apuntan desde la OCU.

2. Que no haya un exceso de pescado

pescado más sano

Istock

Otro punto en el que debemos fijarnos es en que no haya montones de pescado en el mostrador. Si bien la pescadería tiene que mostrar el pescado para que podamos escoger qué queremos comprar, no debería haber mucho pescado expuesto, y en ningún caso mucho de la misma especie. 

Lo correcto es que se mantenga refrigerado en el interior de la pescadería y se vaya sacando a medida que se vende, para evitar que se estropee.  

3. Que no se acumule el líquido alrededor

Un factor en el que no solemos fijarnos, pero que es muy importante, es en cómo están situadas las cajas de pescado. Si se colocan en horizontal, el hielo que va derritiéndose se acumula en la base y crea un “caldo” nada conveniente.

Lo ideal es que el pescado esté en cajas, sobre una superficie inclinada, para que el líquido pueda salir.

4. Los focos de calor, lejos del pescado

Como ves, es importante que el pescado se mantenga bien fresco en la pescadería. Esto significa que no debe haber ninguna fuente de calor cerca, ni estufas, ni focos de luz dirigidos al pescado, ni nada similar.

beneficios de comer pescado

comer bien

8 motivos saludables para incluir más pescado en tu dieta

5.  que no enmascaren la frescura del pescado

Por último, la pescadería no debe emplear ningún método que pueda camuflar el estado real del pescado. Por ejemplo, una práctica cada vez más habitual es pulverizar el pescado con agua. Muchas pescaderías tienen pulverizadores automáticos que, cada cierto tiempo, echan una ligera bruma sobre los peces. De acuerdo con la OCU, esto puede enmascarar la falta de frescura del pescado, pues “gracias al agua el pescado brilla más y no parece reseco”, aseguran.

Cómo saber si el pescado está fresco

Como ocurre con casi todos los alimentos, quizá lo primero que nos indica que un pescado está fresco es el olor. Un pescado que ya no es adecuado para el consumo desprenderá un olor más fuerte o acre.  

PESCADOS CON MENOS MERCURIO

La sardina, el calamar, la dorada o el besugo son algunos de los pescados con menos mercurio.

ISTOCK

Además, hay otras claves que no debes pasar por alto:

  • Los ojos: son uno de los principales delatores de la frescura del pescado. Si están hundidos u opacos, no lo compres. Deben estar vivos, claros y brillantes.
  • El brillo: cuanto más brille la piel del pescado, más fresco será. Una apariencia opaca o descolorida es signo de que no está en su momento óptimo.
  • Las agallas: su color indica el estado del pez. Pídele al pescadero que te las enseñe y asegúrate de que son rojizas y brillantes (nunca marrones).
  • La tersura: un pescado fresco es firme y terso, y si lo presionas con el dedo, la carne vuelve a su lugar. A medida que va estropeándose se vuelve blando.
  • Las escamas: deben estar bien enganchadas a la carne. Si ves que se han soltado, mala señal.

Otro factor más difícil de identificar en la pescadería es el estado de las tripas. Su recubrimiento debe ser completo y ha de estar brillante.

Cómo conservar bien el pescado en casa

Si el pescado es fresco y lo conservas bien, en general puede durarte unas 48 horas en la nevera.

Para ello, lo primero que debes hacer al llegar a casa de la pescadería es retirar las tripas y otras vísceras del pescado, (siempre que no sean esenciales para el plato) y lavarlo bien, por dentro y por fuera.

Conviene guardarlo en un envoltorio o dentro de un envase hermético en la parte más fría de la nevera.

¿Cuánto pescado deberíamos comer a la semana?

El pescado es esencial en una dieta saludable y lo ideal, de acuerdo con la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), es comer entre 3 y 4 raciones de pescado a la semana, variando entre pescados blancos y azules (más ricos en grasas saludables).

Sin embargo, la presencia de mercurio en pescados como el atún o el pez espada hace que algunos grupos más vulnerables, como las mujeres embarazadas y los niños, deban reducir o incluso evitar el consumo de estas especies.