Los 3 alimentos que nos hacen más felices según la Boticaria García

Dime qué es lo que comes, y te diré si tu dieta está enfocada para ser feliz. Uno de los factores clave a la hora de sonreír tiene que ver con la alimentación. Y es que, lo que comemos influye (y mucho) en nuestro bienestar emocional.

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Eva Carnero

Periodista especializada en bienestar y nutrición

Actualizado a

Mujer comiendo ensalada

Llevar una dieta rica en fibra cuida de tu salud física y mental. 

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A estas alturas, nos faltan dedos en las manos para contar los métodos disponibles para alcanzar la felicidad o el bienestar emocional. Desde la alimentación hasta el deporte o los hábitos de vida saludables, lo cierto es que podemos encontrar mil y una maneras para acercarnos un poco más a este deseo compartido por todos. Y es que, todo influye. El tipo de trabajo que tenemos, las relaciones personales, nuestra situación económica o el estado de salud pueden ser el origen de todos nuestros males o, por el contrario, el motivo de nuestra felicidad. 

Ahora bien, existe otro factor, cada vez más estudiado, que también afecta a nuestra calidad de vida emocional, a nuestra sonrisa. Se trata de la alimentación. Cada vez hay más estudios que confirman la existencia de una firme relación entre la microbiota intestinal (colonia de microorganismos que habitan en el intestino) y el cerebro, y más concretamente, entre las bacterias intestinales y la producción de hormonas como la serotonina o la dopamina, dos de las hormonas conocidas como hormonas de la felicidad por su capacidad de desencadenar sensación de bienestar.

La dieta de la felicidad

Más allá de que una alimentación saludable es aquella que aporta todos los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento del organismo, si lo que queremos es aumentar la sensación de felicidad a través de la alimentación, conviene incrementar el consumo de ciertos alimentos cuya composición podría contribuir a alcanzar este objetivo. 

Partiendo de la idea descrita en el apartado anterior, es decir, de la existencia de una cadena formada por estos eslabones: alimentos, microbiota, hormonas y cerebro, nos detendremos en el primero de ellos, en los alimentos capaces de desencadenar el proceso que nos llevaría al final de la cadena, y en definitiva, a la felicidad.

Tal y como explica la Boticaria García en un reel en su perfil de Instagram, en el intestino hay más de 170 millones de neuronas que conectan directamente con el cerebro por una autopista de doble sentido. Por esa autopista, la serotonina, por ejemplo, envía mensajes al cerebro que nos produce sensación de bienestar". Por tanto, la idea es cuidar de esa autopista mediante de la dieta.

sonrisas y nutrición

Los alimentos que más favorecen la producción de hormonas (de la felicidad) como la serotonina y la dopamina son aquellos que contienen probióticos (microorganismos vivos destinados a mantener o mejorar las bacterias "buenas" que viven en el intestino). 

Por tanto, tal y como explica la Boticaria García en sus redes, las principales fuentes de probióticos son alimentos fermentados como los yogures o el kéfir.

Por otro lado, también los alimentos ricos en fibra como las verduras frescas, son una valiosa fuente de felicidad.

Junto a los probióticos y las verduras, las legumbres y los frutos secos son, según la experta dos grupos de alimentos que nos ayudan a mantener un buen estado de ánimo.

Probióticos, la clave de la felicidad

En el ranking de los alimentos que nos hacen más felices, los probióticos se llevan la palma, sin ninguna duda. Así, el kéfir, el yogur natural, el chucrut, kimchi, los encurtidos o la kombucha, son los aliados para nuestra microbiota intestinal, y en consecuencia, para la liberación de hormonas de la felicidad. En concreto, el kéfir o el yogur natural son dos de los alimentos que puedes incluir fácilmente en tu alimentación diaria.

kefir

legumbres y verduras, imprescindibles

Todas las legumbres, y en especial, los garbanzos ayudan a aumentar nuestro bienestar, ya que contribuyen a la producción de serotonina. Esta hormona, como adelantábamos unas líneas más arriba, es una de las hormonas de la felicidad, y es una de las responsables de regular el sueño, el humor, el deseo sexual y el apetito. Como consecuencia, cuanta más produzcamos, mayor será nuestra autoestima y bienestar.

Por otro lado, las verduras también son una extraordinaria fuente de felicidad. Y es que, además de poseer vitaminas y minerales, son fundamentales para controlar los niveles de serotonina. Y es que, aunque no hay alimentos que contengan esta hormona, existen inductores de su producción, como el triptófano.

Mujer comiendo frutos secos

Los frutos secos son alimentos nutritivo, pero muy calóricos, por lo que se han de comer con moderación.

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Muchos de los alimentos más ricos en triptófano son de origen animal, como los lácteos y las carnes, pero también lo podemos encontrar en algunos alimentos vegetales. Entre ellos, semillas de sésamo, cacao, avena, soja, garbanzos, pistachos, pipas de calabaza o arroz integral.

También los frutos secos elevan la serotonina. En concreto, las almendras, las nueces y los anacardos son ricos en magnesio, un mineral que interviene en la producción de triptófano y, por lo tanto, en el aumento de los niveles de serotonina.

En definitiva, una dieta completa y equilibrada que incluya todos los nutrientes esenciales y, en especial, probióticos y fibra, es la clave para una alimentación que cuide de la salud física, pero también mental y emocional.