Valter Longo, investigador de la longevidad, y su sorprendente opinión sobre cenar mucho

El doctor Valter Longo, uno de los mayores investigadores sobre la relación entre dieta y longevidad, ha explicado cómo reparte sus comidas y qué pasa cuando cenas mucho. Puede parecer que contradice su famosa teoría de imitación del ayuno, pero no es así.

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

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primer plano hombre comiendo plato saludable
ISTOCK

Por si no lo conoces, déjame que te resuma quién es el doctor Valter Longo, una de las eminencias científicas más grandes que hay hoy en investigación sobre longevidad. Además de ser director del Instituto de Longevidad en la Universidad del Sur de California, en Los Angeles, y del laboratorio de Longevidad y Cáncer, en el Instituto IFOM, en Milán, es famoso por haber desarrollado un método para alargar la vida a través de la dieta.

Ese método te puede sonar. Se llama ‘Fasting-Mimicking Diet’ (dieta que imita al ayuno). Se enfoca en cenar pronto, poco y dejar pasar al menos doce horas antes del desayuno.

Por eso ha sorprendido al mundo científico, cuando el doctor Longo, que se muestra convencido de poder vivir hasta los 120 años, ha explicado cómo se organiza él sus comidas.

La importancia de la dieta en la longevidad

Este especialista en biología del envejecimiento lleva mucho tiempo defendiendo la nutrición como elemento clave en la longevidad. Y tras 35 años de estudios, hoy está convencido de que “la dieta es, con diferencia, el factor más importante” para vivir más años y con más salud.

Su planteamiento es que hay que seguir una dieta mediterránea o similar, un principio sobre el que ya hay un gran consenso científico. También ha defendido que hay que concentrar las comidas en doce horas y dejar descansar el cuerpo durante las otras doce.

No es exactamente un ayuno, puesto que como son mayoritariamente horas de sueño, no estás forzando en exceso a tu cuerpo. Por eso lo llamó “imitación al ayuno”. Es una teoría relativamente nueva, y que todavía no tiene tantos apoyos, pues las investigaciones no son concluyentes. Pero no se aleja mucho del saber popular.

Seguro que has oído alguna vez el dicho de “desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo”. Es un hecho que las cenas copiosas no son recomendables. En eso sí que hay mucha evidencia científica. No dejas descansar bien al estómago por la noche, cuando los biorritmos bajan. Además, dormir con el estómago lleno hace que no tengas un buen descanso las primeras horas.

¿Por qué el doctor Longo cena mucho?

Por eso el doctor Longo ha sorprendido cuando ha confesado que él toma una cena “bastante abundante y bastante tarde. Es el primero en reconocer que “eso probablemente no sea lo ideal”.

¿Por qué lo hace entonces? Este especialista señala que uno no puede ser rígido en su vida y que si su forma de vivir es así prefiere mantenerla aunque no sea lo idóneo. Su ritmo metabólico está acostumbrando a esta forma de organizar las comidas.

Señala que tampoco es tan perjudicial porque él no desayuna. “No desayuno de lunes a viernes y lo que hago es cenar abundantemente”, dice. Si no cenase tanto, no aguantaría sin desayunar. “Seguramente es mejor desayunar mucho y cenar poco, pero es como tengo configurada mi vida”, añade.

Lo que recalca este especialista y todos los médicos que siguen sus investigaciones, es que es fundamental para este envejecimiento saludable, dejar el margen de doce horas ante la siguiente comida. Y eso sí lo hace.

¿Perjudica en exceso cenar mucho?

Además, el doctor cree que los efectos negativos de una cena copiosa no son tan altos. Sería perjudicial si nos vamos inmediatamente a la cama. Algo que no hace. Cena relativamente tarde, pero deja pasar al menos un par o tres de horas antes de irse a dormir.

Avala su planteamiento en que casi todos los países nórdicos tienen este planteamiento. Se cena pronto pero en abundancia, puesto que es la principal comida del día, junto con el desayuno. Ellos a mediodía apenas toman un tentempié, mientras trabajan, como un sándwich o una ensalada.

El doctor Longo cree que otros factores, como la dieta rica en grasas y en platos precocinados son los culpables de que en estos países la tasa de centenarios sea más baja. Pero aquellas personas que tiene una dieta basada en productos frescos y en grasas saludables también viven más años y con mejor salud, igual que en otros países más longevos.

Cómo actúa el ayuno para vivir más

Las investigaciones de este experto se centran en que el ayuno es un poderoso medio para hacer que las células se regeneren. La idea es engañarlas. Haces creer al cuerpo que le faltará comida y así se inician unos procesos naturales de regeneración.

Otras investigaciones en la misma línea pregonan ayunos más estrictos, durante catorce horas, aunque no todos los días. Es el llamado ayuno intermitente. Una teoría que lejos de conseguir consenso está creando mucha polémica entre la comunidad científica.

La propuesta del doctor Longo es más accesible. No requiere cambios muy radicales en nuestra dieta ni en nuestro ritmo de vida. Estar doce horas sin comer es bastante sencillo si lo piensas. Es cenar temprano, sobre las siete y media u ocho. Así llegas a la hora del desayuno sin necesidad de haber comido nada.

Recomienda hacer ese horario los días laborables. El fin de semana, que cambiamos los hábitos, puedes saltarte este ayuno. El hecho de que la propuesta no sea tan estricta facilita la adherencia al nuevo hábito. Está teniendo mucho éxito y bastante apoyo.

Como se trata de una teoría que solo el tiempo permitirá saber si funciona realmente, tendremos que esperar a que todos los que la siguen vayan envejeciendo para comprobar científicamente su efectividad. Como explicábamos al principio, el doctor Longo ya ha dicho que el asume que va a vivir 120 años. Veremos si el tiempo le da la razón.