Todos o casi todos podemos haber caído en las manos de un manipulador. Son un tipo de personas que consiguen controlar a la gente que le rodea. A veces lo hacen solo con una persona, a la que ven débil. Otras veces son unos auténticos genios que son capaces de movilizar a masas enteras.
Hitler era un manipulador, como lo son todos los líderes de sectas de los que hayas oído hablar. No siempre son seres odiosos. Hay personas que usan la manipulación en un momento dado para un acto positivo, para animarnos a ser más solidarios, por ejemplo. Pero eso es una percepción falsa. De por sí, la manipulación es un rasgo egoísta. Es alguien que busca controlar y controlar a su favor. Lo peor es que no es fácil descubrirlos.
Cómo nos afectan los manipuladores
Uno de los rasgos del manipulador es que sabe mover los hilos sin que se le note. Te lleva a su terreno. Hace que dudes de tus certidumbres y acabes convenciéndote de que es mejor hacer lo que esta persona te dice.
Cortney Warren, una psicóloga formada en la Universidad de Harvard, y muy conocida en Estados Unidos por los libros y artículos que ha escrito respecto a la inteligencia emocional y la seguridad en nosotros mismos, ha estudiado bien los rasgos del manipulador.
Destaca que la principal defensa ante el manipulador es precisamente nuestra autoestima. Él o ella intentarán socavar nuestra autoestima para controlar. La convicción en uno mismo hace que las personas seamos capaces de enfrentar conflictos. “Se necesita mucho esfuerzo para llegar allí”, admite la doctora.
Por ello, si sientes que no haces lo que creías al principio. Si no sabes muy bien por qué has cambiado de opinión, puedes estar siendo víctima de la manipulación por parte de una persona tóxica.
Puede ser una manipulación sutil, de pequeños detalles sin importancia. O puede ser un control total hasta hacernos perder la autonomía. Dependerá de nuestra fortaleza mental.
Cómo se detecta a los manipuladores
La psicóloga Warren ha reunido las nueve frases que con más frecuencia pronuncian los manipuladores. Te pueden servir de pista para saber si estás con uno. Te ayudará a replantearte la relación y plantar cara.
- “Estas loco/a.” Un intento de socavar la estabilidad mental. Nos hace dudar de nuestro razonamiento. Frases como esta o similares (“vaya tontería dices”, “menuda idiotez”) cuestionan nuestro punto de vista.
- “Estás exagerando.” ¿Has oído alguna vez la expresión ‘te hacen luz de gas’? Se basa en una película clásica, ‘Luz que agoniza’, donde intentaban enloquecer a la protagonista haciéndole dudar de lo que ve. El malvado de la historia le insiste en que exagera sus sospechas para desacreditarla. Aún hoy la técnica funciona.
- “Era una broma.” Disfrazar las insinuaciones violentas, las críticas o las extorsiones de broma es una forma que tiene el manipulador de defenderse cuando les destapan su técnica.
- “Lo hago por ti.” Culpar a la víctima como la razón última de lo que han hecho es otra estrategia de control y de no asumir sus actos.
- “Si me quisieras…” La base de la manipulación emocional. Poner en duda el amor por el mero hecho de que tenemos otra opinión.
- “Solo te lo digo porque te quiero.” Una manera de justificar las frases hirientes y lanzar dardos para que nos sintamos inseguros. El manipulador busca así que la víctima se sienta culpable de los insultos.
- “Es culpa tuya.” Tienen una habilidad especial para quitarse responsabilidades y distorsionar la verdad. Le dan la vuelta a las cosas para que acabe recayendo la culpa en la víctima.
- “Tú eres la persona difícil, los demás me dan la razón.” Fingir que la víctima está aislada socialmente y de que todos apoyan su postura es otra táctica habitual. Al sentirse sola, la víctima se vuelve más dependiente y menos segura.
- “El verdadero problema es…” El manipulador suele intentar desviar la atención y buscar culpables que lo exoneren a él de sus acciones. Por ejemplo, no es que discutamos siempre, es tu madre que se entromete.
Cómo actuar ante el manipulador
Lo importante en el caso de que te encuentres frente a un manipulador es conservar la fuerza mental suficiente para enfrentarlo a sus acciones. Si se le planta cara a sus artimañas y se le descubre, su poder se debilita.
Hay que estar atentos a estas frases y no dejes que las tergiverse cuando se las expongas. Mantente firme en tus opiniones. Todos tenemos derecho a opinar diferente.
La psicóloga Warren da algunas consignas para ayudar a defendernos. Ten a mano estas frases útiles:
- “Dame tiempo para pensar antes de responder.” Al manipulador no le va bien que te tomes tiempo para reflexionar porque debilita su estrategia manipuladora.
- “Soy así, y con orgullo.” Muestra fortaleza en tu personalidad. No te dejes doblegar y mantén firme tu autoestima.
- “No.” Aprende a decir no. Así de claro, así de simple. No hagas lo que no querías hacer por mucho que te lo justifique. Tus motivos son tan válidos como los suyos.