Entre el 3 y 4% de los bebés que llegan a término –es decir, a partir de las 37 semanas de embarazo– vienen de nalgas.
Y aunque estar puesto de nalagas o de pies (lo que médicamente se denomina presentación podálica) es la anomalía más frecuente, este diagnóstico suele producir ansiedad en los padres, ya que temen que esto pueda comportar complicaciones en el parto, o que directamente se les programe una cesárea.
De hecho, la gran mayoría de estos bebés nacen por cesárea, un dato que depende del país, pero que oscila entre un 76 y un 90 %.
La tendencia a realizar cesárea
Aunque en el pasado, este tipo de partos se habían atendido generalmente por vía vaginal, la tendencia cambió cuando en 2001 se publicó un estudio en la revista The Lancet, el Term Breech Trial (TBT), donde se demostraba que la cesárea disminuía la mortalidad o las complicaciones graves en el bebé y la morbimortalidad neonatal grave.
A raíz de este estudio, las sociedades científicas cambiaron sus recomendaciones y se empezó a disminuir de forma significativa el parto vaginal de nalgas en todos los países. Posteriormente, este estudio fue muy criticado ya que se demostraron graves violaciones en los criterios de inclusión, que ponían en entredicho los resultados.
Años más tarde, varios estudios demostraron que en determinadas circunstancias, el parto vaginal de nalgas es seguro. Fue entonces cuando las sociedades científicas se apresuraron a definir estos criterios de seguridad. Sin embargo, ya era demasiado tarde.
- Se había disminuido de forma tan radical la práctica de este tipo de parto, que generaciones de residentes que deberían haber adquirido estas habilidades en su periodo de formación no lo hicieron. Hoy, son ginecólogos especialistas que no se sienten capacitados para formar a los nuevos residentes en unas maniobras que muchos solo han leído en los libros.
Recuperar el parto de nalgas por vía vaginal
Hace 10 años que el Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona recuperó la atención al parto en presentación de nalgas por vía vaginal.
Esto ha permitido ofrecer la oportunidad a muchas mujeres de intentar un parto con esta presentación por esta vía y aumentar los nacimientos en esta posición del 7% en 2010 al 31% en 2020.
- En 10 años se ha conseguido recuperar la experiencia de los especialistas que realizan su actividad en la sala de partos a través de la organización de un taller anual para recordar las maniobras de ayuda manual en parto de nalgas, así como diferentes estrategias ante posibles complicaciones.
- Las mejoras en la atención han comportado que el 82% de las mujeres que deseaban realizar un parto vaginal con presentación de nalgas lo consiguiera con éxito.
La Dra. Mª Carmen Medina Mallén, coordinadora del Equipo Multidisciplinar de la atención al parto de nalgas del Hospital de Sant Pau, nos explica cómo afrontan este tipo de partos en su servicio de Ginecología y Obstetricia.
la decisión: Parto vaginal o cesárea
La decisión de la vía de parto debe estar basada en un equilibrio entre riesgos y beneficios.
Si la gestante no desea parto vaginal o esta vía está contraindicada, se suele recomendar realizar cesárea programada a partir de las 39 semanas, por lo que se recomienda antes de estas semanas, haber tomado una decisión sobre la vía de parto.
"Se debe realizar una revisión detallada de la historia clínica de la mujer, analizar la evolución del embarazo y una ecografía fetal para poder valorar de forma muy individualizada si se puede ofrecer una vía vaginal", explica la Dra. Medina.
Se contraindicará un parto vaginal si:
- El bebé va a nacer antes de las 37 semanas.
- Es un bebé muy grande ( mayor de 3.800 g, algunos centros mayor de 4 kg) o muy pequeño (menor de 2500 g),
- Si el bebé se encuentra en la variedad de nalgas incompletas (es decir, que presenta en la pelvis solo un pie, o los dos pies, o si presenta la cabeza en hiperextensión lo que garantizaría complicaciones importantes en el nacimiento último de la cabeza),
- Y evidentemente cualquier otra circunstancia de causa materna o fetal que contraindicara la vía vaginal.
Las posibles complicaciones de un parto de nalgas
Cuando un parto de nalgas cumple una serie de criterios de seguridad, es un parto igual de seguro que un parto normal.
Es muy importante que la atención sea en un centro con profesionales bien formados ya que esto reduce al mínimo las posibles complicaciones, que son muy infrecuentes.
- La complicación más grave es que se pueda producir una compresión del cordón que comporte una asfixia, ya sea por un prolapso de cordón durante el parto (más frecuente en la variedad de nalgas completas, es decir, con las piernas cruzadas como un indio) o bien por la demora en el nacimiento en el periodo de expulsivo final.
- Otra complicación que nos podemos encontrar es la retención de la cabeza en la pelvis. Es una complicación poco frecuente que suele ser secundaria a una hiperextensión de la cabeza del bebé durante el nacimiento. No obstante, los obstetras conocemos las maniobras para solucionarlo y en caso de necesidad se puede utilizar un fórceps. Además, la hiperextensión de la cabeza se valora mediante ecografía previa al parto, y en ese caso se contraindica el parto de nalgas.
Los riesgos para la madre
Para la madre no hay un riesgo especial por el hecho de que el bebé se encuentre de nalgas.
"En como cualquier otro parto vaginal, no supone más riesgo, todo lo contrario. El parto vaginal, tiene muchos beneficios para la madre: mejor recuperación postparto, menor sangrado, menor risego de infección, favorece el vínculo madre-hijo y la lactancia materna", afirma la ginecóloga.
Los partos se atienden de tal manera que la mujer tenga libertad de movimientos, con analgesia epidural de baja dosis y en posición de cuadrupedia, dado que ofrece importantes beneficios en la evolución del parto. Todo esto se conoce como atención fisiológica al parto de nalgas.
Hasta cuándo el bebé puede cambiar de posición
No hay una fecha límite, el bebé puede girarse en cualquier momento.
"Hemos tenido casos de mujeres que el mismo día de la cesárea programada, se ha comprobado la estática fetal y el bebé se había colocado de cabeza, y la mujer se ha marchado a su casa para esperar un parto vaginal espontáneo. Pero es cierto que son pocos estos casos", explica la Dra. Mª Carmen Medina.
Sin embargo, las posibilidades de girarse disminuyen a medida que el embarazo avanza. Conforme pasan las semanas, el bebé aumenta de peso, y se va encajando en la pelvis, disminuye el líquido amniótico... todo ello dificulta las probabilidades de un giro espontáneo.
"Normalmente, a partir de las 37 semanas, si el bebé está de nalgas, es poco probable que se gire espontáneamente", concreta la ginecóloga.
Qué puede hacer la madre
Como explica la Dra. Medina, se han descrito algunos ejercicios que podría hacer la madre para intentar cambiar la posición a cefálica:
- Nadar boca abajo en la piscina.
- Practicar la postura de mahometano o la postura de yoga del gato unos 10-15 minutos al día.
- Acostarse en el suelo, acercarse a una pared y elevar las piernas apoyadas en la pared hasta que el cuerpo quede formando un ángulo de 90º.
- También existe la moxibustión, una técnica de la Medicina Tradicional China, que estimula determinados puntos de acupuntura mediante el calor que es producido por la combustión de la raíz prensada de Artemisa Vulgaris.
Aunque la evidencia científica en cuanto a estas técnicas no es concluyente, algunos estudios muestran resultados favorables.
La importancia de estar bien informados
Como nos explica la Dra. Medina, cuando un bebé está colocado en posición podálica, en el Hospital de Sant Pau se programa una visita sobre las 36 semanas con el equipo de comadronas del equipo de Atención al Parto de Nalgas para que, con tiempo, la pareja pueda conocer los riesgos y beneficios de este tipo de partos.
"Es una entrevista que los futuros padres agradecen, pues muchas veces la información de la que disponen es sesgada, y basada en el caso más cercano que conocen (amiga, familiar...) o a lo que pueden acceder por redes sociales", explica.
A las 37 semanas el obstetra le hace una ecografía para valorar los criterios de seguridad ecográficos del parto de nalgas. Teniendo toda la información, basada en la evidencia científica, la mujer decidirá la vía de parto.
Desde el momento que la mujer entra en el circuito del Protocolo de Atención a la Presentación de Nalgas, se le ofrece un mail de contacto directo con el equipo (nalgas@santpau.cat), para resolver todas aquellas nuevas dudas que puedan surgir en el proceso.
Este mail también sirve para que mujeres que no se han controlado el embarazo en este centro puedan acceder al equipo y concertar una visita.
"Nuestro objetivo es empoderar a la mujer y que tomen una decisión (la que sea), informada, meditada y confiada", concluye la doctora.