Qué consecuencias tiene la mutilación genital y cómo es la cirugía de reconstrucción de clítoris

En países como Guinea Bissau, el 50% de las niñas son mutiladas genitalmente. La reconstrucción de clítoris es la solución al dolor, las infecciones y a la falta de placer que provoca la ablación. El Dr. Iván Mañero es pionero en esta cirugía y lleva más de una década luchando contra esta práctica.

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Fundación Ivan Mañero

En Guinea Bissau, la mutilación genital femenina afecta al 50% de las niñas y mujeres entre 4 y 49 años.

Soledad López
Soledad López

Periodista especializada en salud

La mutilación genital femenina es una práctica habitual en el continente africano, Asia u Oriente Medio, pero los flujos migratorios han convertido la ablación de clítoris en una emergencia de salud que nos toca de cerca. Cada 6 de febrero se celebra el Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina para denunciar esta práctica. 

"Es algo que se encuentran pediatras, médicos de atención primaria, ginecólogos o comadronas de nuestro país. Por tanto, es un problema de salud también nuestro", asegura el Dr. Ivan Mañero, cirujano plástico, fundador de IMClinic y director de la Fundación Ivan Mañero que lleva más de 10 años luchando contra la ablación tanto en España como en países como Guinea Bissau, un país en el que esta práctica afecta al 50% de las niñas y mujeres entre 4 y 49 años.

Mutilación genital femenina en españa

Para hacernos una idea de la dimensión del problema dentro de nuestras fronteras, basta con prestar atención a los datos que acaba de publicar la delegación del gobierno contra la violencia de género.

Más 3.650 niñas entre 0 y 14 años de nuestro país estarán en riesgo de sufrir mutilación genital, la mayoría en sus países de origen pero también en rituales en España.

En Barcelona es donde hay más niñas en riesgo (746), seguida de Girona con 504 y Madrid con 335. Se trata de niñas nacidas o residentes en España, aunque provienen de familias originarias de ciertas etnias y de países concretos de África.

Consecuencias de la mutilación genital femenina en la salud

La práctica de la mutilación genital femenina (ablación del clítoris y labios menores) tiene terribles consecuencias para la salud de las niñas y mujeres que la sufren. El Dr. Ivan Mañero nos da los detalles.

  • Puede provocar la muerte. Suele practicarse con cristales, cuchillos o con hojas de afeitar y sin ningún tipo de medidas higiénicas, por lo que puede provocar la muerte inmediata por shock neurogénico (producido por el dolor), hemorragia, tétanos o sepsis.
  • Dolor crónico. La ablación del clítoris provoca una lesión en los nervios de la zona (neurinoma) que hará que la mujer sufra dolor durante toda la vida. Un dolor que se acentúa tan solo caminando.

La ablación de clítoris mutila nervios que provocan dolor en la mujer toda la vida

  • Anula el placer sexual. El neurinoma que provoca la ablación hace que las relaciones sexuales sean muy dolorosas. "De hecho, este es en realidad el objetivo de la ablación: privar a la mujer de placer sexual para pretender que sea fiel", asegura el Dr. Mañero.
  • Infecciones de orina crónicas. Las fibrosis y el cierre que provoca la mutilación en el canal urinario puede dificultar la salida de la orina, lo que favorece las infecciones de orina crónicas por evacuación incompleta de la vejiga, problemas de vejiga, de riñón o sepsis.
  • Problemas en el parto. La mutilación femenina afecta a la vagina y, por tanto, al canal del parto, lo que puede provocar la muerte de la madre y el bebé si no hay opción de practicar una cesárea. En África la mortalidad por esta causa es elevada.

El dolor crónico y la falta de placer serían las consecuencias más importantes para estas mujeres en nuestro país, mientras que en África las principales consecuencias son la muerte, ya sea en el momento de la ablación o del parto, o las infecciones crónicas.

Cómo es la cirugía de reconstrucción de clítoris

La solución definitiva a la ablación de clítoris reside sin duda en la educación, porque las víctimas se someten voluntariamente a ella, de hecho es una gran fiesta en su comunidad, y la mayoría sufren las consecuencias en silencio toda su vida.

Pero este es un proceso arduo, lento y complejo. Mientras tanto, la reconstrucción de clítoris se presenta como la única solución para estas mujeres.

La cirugía de reconstrucción de clítoris tiene varios objetivos. El Dr. Ivan Mañero, pionero en este tipo de intervención, nos da los detalles:

  • Eliminar las terminaciones nerviosas que provocan el dolor crónico en la mujer.
  • Rescatar la parte del clítoris que está todavía virgen y escondida y exponerla como órgano para que puedan tener relaciones sexuales placenteras.
  • Reparar tanto la afectación urinaria como la vaginal para restaurar el canal del parto.

"No es una cirugía técnicamente complicada, pero necesita una amplia experiencia anatómica de la zona", explica el Dr. Mañero.

El caso de aicha

La Fundación Iván Mañero lleva más de una década luchando contra la mutilación genital femenina, primero en África y ahora también en España.

En España forma a profesionales de la salud para que sean sensibles al problema e informen a las mujeres sobre la opción de la reconstrucción genital femenina.

"Cuando un médico de atención primaria o un ginecólogo ve un problema de este tipo no debería dejarlo ahí sin más, debería implicarse, indagar y explicarle a la mujer las posibilidades que tiene", señala el Dr. Mañero.

No es fácil porque el entorno social pesa mucho. La Fundación realiza la reconstrucción genital gratuita a mujeres que han sufrido mutilación pero de todas las que consultan, solo un 20% accede a operarse.

Es el caso de Aicha. Hace 6 años acudió a la Fundación Dr. Ivan Mañero solicitando una reconstrucción del clítoris. De pequeña había sufrido la mutilación genital y décadas después seguía sufriendo las consecuencias. 

Seis años después de su cirugía, ‘Aicha’ reconoce que ha recuperado mucho más que una parte física. Su salud, su autoestima, su vida en general se han beneficiado de aquella intervención.

"Sinceramente siento que he ganado en calidad de vida. Reglas más regulares y menos dolorosas. En tema embarazo no lo sé todavía, pero supongo que bien, porque había riesgos de tener complicaciones a la hora de dar a luz. Entiendo que, en un futuro, cuando sea madre, esta parte la tendré resuelta y con menos complicaciones. Mi vida sexual es satisfactoria. Sí que es verdad que no puedo comparar la vida sexual de una persona que no ha sido mutilada con la mía, porque yo esa sensación no la tengo. No he tenido relaciones antes de ser mutilada y por lo tanto no puedo saber lo que es. Pero no me quejo, estoy bien y sobre todo muy agradecida", explica Aicha.