Útero invertido o en retroversión: qué es y cómo puede afectarte

El útero en retroversión o invertido no es más que una variante natural de la orientación del útero: en lugar de apuntar hacia delante está inclinado hacia la espalda. La mayoría de las veces no provoca síntomas y, por supuesto, no afecta a la fertilidad.

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Útero invertido o en retroversión: qué es y cómo puede afectarte
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Dra. Laura Cortés
Dra. Laura Cortés

Ginecóloga y obstetra de Womens Carmona Dexeus

Soledad López
Soledad López

Periodista especializada en salud

Útero invertido, en retroversión o en retroflexión, útero ladeado, retroversión uterina... Son diferentes formas de llamar a esta variante de la anatomía pélvica femenina que, al margen de lo que hayas podido oír, no tiene consecuencia alguna en la fertilidad.

La Dra. Laura Cortés, ginecóloga y obstetra de Women's Carmona Dexeus, nos aclara los detalles sobre esta alteración.

útero invertido, un problema común

La retroversión uterina no es una alteración extraña. Aproximadamente en el 15% de las mujeres la posición del útero en la cavidad pélvica está alterada.

  • En estos casos, el útero apunta hacia la espalda en lugar de estar hacia delante.

Y, tal y como explica la ginecóloga, a priori no provoca ningún problema:

  • "La retroversión uterina se detecta normalmente en una revisión ginecológica rutinaria cuando haces una ecografía y ves que el útero está inclinado hacia atrás. No le damos ninguna importancia", afirma la especialista.
  • "Yo siempre les digo a las pacientes que tener el útero invertido es como tener los ojos azules o marrones, no es más que una variante de la normalidad y en ningún caso se propone operar", aclara la ginecóloga.

En la mayoría de mujeres se trata de una alteración congénita y nacen con esta condición, aunque en algunas la posición del útero puede modificarse a lo largo de la vida, sobre todo en el embarazo, y dar lugar a un útero en retroversión.

¿Da síntomas el útero en retroversión?

El útero invertido acostumbra a ser una alteración asintomática. De hecho muchas mujeres no sospechan nada hasta que su ginecólogo advierte la anomalía.

Solo en algunos casos puede dar problemas:

  • Dolor en las relaciones sexuales. "Al estar el útero hacia atrás, hay pacientes que pueden manifestar dolor en las relaciones sexuales debido al choque del pene con el cuello uterino", explica la Dra. Cortés.
  • Menstruaciones más intensas. En ocasiones esta alteración puede provocar reglas más fuertes por la colocación del útero, sobre todo si es muy grande y con miomas.
  • Dolor de espalda muy excepcionalmente. En el caso de que el útero estuviera exageradamente inclinado hacia atrás, podría afectar a la zona del coxis y provocar dolor de espalda, aunque es muy poco habitual.

"Normalmente las mujeres no refieren ningún síntoma o como mucho las molestias durante las relaciones sexuales, pero nada más", subraya Cortés.

Y en estos casos "no hay más solución que intentar buscar aquella posición en la que notemos menos molestias", aconseja.

No dificulta el embarazo

La principal preocupación de esta alteración para muchas mujeres es que dificulte el embarazo. De hecho, tradicionalmente se ha relacionado el útero en retroversión con la infertilidad pero, tal y como asegura la Dra. Cortés, no existe tal vínculo.

Tampoco influye en absoluto en la evolución del embarazo o el parto. Una mujer con el útero en retroflexión puede tener hijos con normalidad. Otra cosa bien distinta es que exista alguna malformación uterina que dificulte la concepción o aumente el riesgo de aborto.

En qué casos da problemas

El útero invertido no siempre es una variante natural de la normalidad comparable a nacer con los ojos azules o marrones.

  • En ocasiones el útero puede adquirir una posición anómala o una retroversión muy marcada porque hay miomas o ha habido una cirugía por endometriosis, lo que provoca adherencias que tiran del útero hacia atrás.
  • Estas adherencia anclan el útero, lo fijan, y esa falta de movilidad es lo que acaba provocando problemas más que la inclinación en sí.
  • Puede provocar dolor al evacuar por la presión del útero sobre el recto, así como incontinencia urinaria por la interferencia del útero con la vejiga.

En estos casos se puede intentar liberar las adherencias pélvicas con trabajo de fisioterapia. Si no se consigue y la mujer tiene muchas molestias, otra opción es liberar esas adherencias con laparoscopia, aunque la cirugía siempre es la última opción porque de por sí ya suele generar adherencias.

Cuando el útero se gira como un calcetín

  • El término útero invertido también se utiliza para denominar a la problemática que puede ocurrir cuando el útero de gira totalmente, como si fuera un calcetín, en el momento del parto.
  • Nada tiene que ver con la retroversión uterina de la que hablábamos. "Por suerte es muy poco común y cuando ocurre hay que colocar el útero correctamente mediante reducción manual", explica Cortés.