Por qué se te pueden hinchar las manos y qué hacer para solucionarlo

Cuando se te hinchan los dedos de las manos, la mala circulación o la retención de líquidos son dos de las causas más frecuentes. Pero no son las únicas: enfermedades como el síndrome del túnel carpiano o la artritis también pueden estar detrás de unos dedos hinchados.

Actualizado a
Dr. Carlos Bastida
Dr. Carlos Bastida

Presidente de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) de Galicia

Eva Mimbrero
Eva Mimbrero

Periodista especializada en salud

hinchan manos
Istock

Que las manos se hinchen al andar es una respuesta fisiológica normal al esfuerzo pero hay gente que lo sufre más que otros.

Notar los dedos de las manos hinchadas es algo que ocurre de forma frecuente. El calor, hacer ejercicio, los kilos de más... son algunas de las razones más habituales por las que puede darse este síntoma, al que tal vez no le das mucha importancia. Pero a veces esconde enfermedades que pueden llegar a ser graves si no se detectan y se tratan a tiempo.

Para saber por qué se hinchan las manos y qué otros signos pueden estar alertándonos de su posible origen hemos hablado con el doctor Carlos Bastida, responsable del Grupo de Aparato Locomotor de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).

La mala circulación, causa HABITUAL de la hinchazón de manos

El corazón hace llegar la sangre "limpia" a todos los rincones del organismo. Las células reciben el oxígeno y los nutrientes a través de ella, y luego debe volver al corazón para comenzar de nuevo esta rueda que no se para nunca.

Pero, a medida que vamos cumpliendo años, las venas van perdiendo elasticidad y se vuelven más rígidas. "Esto dificulta que la sangre circule a buen ritmo hacia el corazón y se acumula en las extremidades, que pueden acabar hinchándose", nos cuenta el especialista.

Pero no solo el envejecimiento natural explica que las manos se hinchen por problemas circulatorios. Hay ciertos hábitos, como pasar mucho tiempo sentados (ya sea en el trabajo o en ciertas circunstancias como un viaje largo), que dificultan un correcto retorno venoso.

A esto hay que añadir alteraciones específicas que pueden explicarlo, como las siguientes.

Insuficiencia venosa

La insuficiencia venosa ocurre cuando las válvulas de las venas de piernas y brazos (que son las encargadas de impulsar la sangre de nuevo hacia el corazón) pierden capacidad para bombear la sangre hacia arriba.

"Suele ser más común en personas obesas o con exceso de peso y en los mayores", aclara el doctor, que añade también que "la hinchazón suele aparecer al final del día y desaparecer por las mañanas". Al pasar horas tumbados por la noche, las válvulas no tienen que hacer tanta fuerza para llevar la sangre hacia el corazón.

Insuficiencia cardiaca

A veces el problema no está en las válvulas, sino en la capacidad del corazón de bombear la sangre. Es lo que se conoce como insuficiencia cardiaca y, además de esta hinchazón en manos y piernas, "habrá otros síntomas como cansancio excesivo, sensación de falta de aire e incluso opresión en el pecho", advierte el especialista.

Hipertensión

Si tus niveles de tensión arterial son altos y no lo controlas, las arterias se volverán más rígidas y menos flexibles. "Esto puede hacer que las circulación de retorno falle y se hinchen las extremidades", puntualiza el doctor Bastida.

¿Por qué las manos se hinchan más en verano o al caminar?

Son circunstancias más banales, pero muy comunes, y en ambas la circulación también está detrás.

"Con las altas temperaturas los vasos sanguíneos se dilatan, llevando más sangre hacia manos y pies y haciendo que se produzca esa hinchazón", explica el miembro de la SEMG."Levantar los brazos, abrir y cerrar las manos o masajearlas ayuda a evitarlo", añade.

Por otra parte, al andar o correr también podemos notar esta hinchazón en las manos.

"Es una respuesta fisiológica normal al esfuerzo, y unas personas son más susceptibles que otras a que se produzca esta hinchazón", aclara el doctor Bastida. "En todo caso, no debe ser causa de alarma", matiza.

Ocurre porque, al hacer ejercicio, "aumentamos el flujo de sangre hacia el corazón, los pulmones y la musculatura, y disminuimos el que va hacia las extremidades (como por ejemplo los dedos)", explica el doctor. Esto hace que se nos enfríen los dedos y, para intentar que entren en calor,"los vasos sanguíneos que hay en su interior responden abriéndose más, provocando la hinchazón", añade.

Cuando la retención de líquidos está detrás

Uno de los signos más evidentes de que la hinchazón se debe a una acumulación de líquidos es que, al presionar la zona, se formará un hoyuelo (conocido médicamente como fóvea)."La piel, además, se ve como estirada o brillante", puntualiza el doctor.

Una dieta poco equilibrada lo favorece

Tomar mucha sal en las comidas puede favorecer que los líquidos se acumulen en el organismo, lo que facilita que manos y pies se acaben hinchando."Podemos sustituirla por hierbas aromáticas para potenciar el sabor de los alimentos", aconseja el especialista.

A esto hay que añadir que "unos menús bajos en proteínas también pueden provocar retención de líquidos", nos cuenta.

Para evitarlo, deberíamos seguir una dieta equilibrada, rica en fibra, con frutas, verduras y legumbres, y procurando eliminar los aditivos y las grasas industriales.

Además de beber entre 1,5 y 2 litros de agua al día (salvo en condiciones médicas que lo desaconsejen, "como la insuficiencia cardiaca o la insuficiencia renal", advierte el especialista), "algunos nutricionistas recomiendan la toma de ciertos alimentos como espárragos, cebolla, pepinos, remolacha, berros, alcachofas, lechuga, espinacas, tomates, coles de Bruselas, fresas, limón, sandía, melón, naranjas, manzanas, piña y kiwi", apunta el doctor.

A veces la causa está en el riñón

Cuando los riñones no funcionan adecuadamente no se eliminan de forma certera los líquidos a través de la orina. Y esto, lógicamente, lleva a que se acumulen y a que se hinchen determinadas partes del cuerpo, como las manos, los pies o la cara. "En estos casos, conviene acudir al médico y seguir sus indicaciones", aconseja el especialista.

Si lo que se acumula es la linfa

La linfa es un líquido transparente, que circula por el sistema linfático (una especie de circuito paralelo al circulatorio que, además, interactúa con él) y que puede también estancarse por varios motivos, facilitando que se hinchen las manos.

"Muchas veces es por causas quirúrgicas, como por ejemplo en mastectomías en las que se extirpan ganglios linfáticos, pero también puede ser debido a otro tipo de intervenciones" , apunta el facultativo. Además de hinchazón, "se da una sensación de pesadez o rigidez, dolor, infecciones recurrentes y engrosamiento de la piel", añade.

El exceso de peso también altera nuestro sistema linfático, haciendo que retengamos líquidos en manos y pies. "Sentimos que se nos hinchan los dedos, notando un hormigueo frecuente en las manos", advierte el doctor Bastida.

Otras causas que explican las manos hinchadas

Dedos y manos pueden hincharse, asimismo, por trastornos de tipo articular, como la artritis, la artrosis o el síndrome del túnel carpiano.

Las infecciones, o una reacción alérgica, son dos motivos más capaces de producir hinchazón en la zona.

Las malas posturas al dormir también pueden estar detrás. Si te levantas con las manos hinchadas, "es posible que dobles las muñecas o que apretes mucho las manos por la noche", advierte el experto

Ejercicios para desinflamar manos y dedos

Aunque lo más importante es conocer qué provoca esa hinchazón, y actuar en base a ello, el doctor Bastida recomienda los siguientes ejercicios para mejorar la circulación y liberar el exceso de líquidos (que como sabes son dos de las causas más frecuentes):

  • Levanta los brazos, abriendo y cerrando las manos.
  • Al andar, mueve las manos. No lleves los brazos rígidos o caídos, que es un fallo muy común. Si te pasa, levántalos por encima de la cabeza de vez en cuando y traza círculos con las muñecas.

Los baños de contraste, con agua caliente y luego fría, ayudan a combatir la hinchazón

  • Mueve los brazos también en círculos, hacia delante y hacia atrás, estirando los dedos hacia fuera.
  • Mueve el dedo pulgar hacia dentro y hacia fuera de forma repetida.
  • Junta las manos como si estuvieras rezando, y levántalas por encima de tu cabeza.