¿Dolor en el pecho? Reconoce sus causas y síntomas clave

Puesto que el origen del dolor en el pecho puede ser muy diverso, estar atentos a dónde aparece, cuánto dura y qué otras molestias hay puede dar pistas sobre su causa.

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Notar un dolor en el pecho

Si al apretar con los dedos el dolor aumenta, puede deberse a una inflamación de los cartílagos. 

El dolor en el pecho es uno de los motivos de consulta más frecuentes: se estima que está detrás de entre un 5 y un 10% de las visitas a Urgencias. Puede deberse a muchas causas, la mayoría no graves, pero no hay que subestimarlo.

Es un síntoma que siempre genera preocupación tanto en los pacientes como en los profesionales sanitarios, porque puede indicar un infarto o una embolia pulmonar.

Si aparece un dolor torácico nuevo, intenso, que no cede o se acompaña de dificultad para respirar, sudor frío, náuseas, vómitos, mareo, palpitaciones o latido irregular, conviene ir a Urgencias. Con más motivo si tienes factores de riesgo cardiovascular o has estado hospitalizado u inmovilizado recientemente. 

MEDICO PACIENTE EN CONSULTA

Se estima que el dolor de pecho está detrás de entre un 5 y un 10% de las visitas a Urgencias

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Si es localizado y aumenta al presionar

Son dos de las características típicas del dolor en el pecho causado por una inflamación de los cartílagos que unen las costillas con el esternón, conocida como costocondritis. Suele ser agudo y punzante.

También puede notarse más con el movimiento, como por ejemplo al girar el tronco. Además, no es opresivo ni se acompaña de dificultad respiratoria ni de sudoración. La toma de analgésicos, si es que lo ha recomendado el médico, puede ser de utilidad.

Cuando se acompaña de quemazón

El reflujo gastroesofágico es otra de las causas que puede confundirse con un infarto o una angina de pecho, tanto por la localización (en el centro del pecho) como por el tipo de dolor (opresivo).

Aunque, en estos casos, la sensación de ardor o quemazón justo detrás del esternón (“más profundo” en la zona del pecho) ayuda a diferenciarlos. Una alteración en el esófago, el espasmo esofágico difuso, en el que se dan contracciones frecuentes de este órgano, provoca síntomas similares. 

Además de esta sensación de ardor, otros síntomas que dan pistas de este origen digestivo son que el dolor aumenta con la comida o cuando estamos tumbados, que no se desencadena con el esfuerzo físico y que, en caso de tomar antiácidos, mejora con ellos.

Si aparece en un lado, no en el centro

Las causas que lo provocan son variadas. 

  • Si se nota de repente, es intenso y dura muy poco, como un pinchazo, es probable que se deba a que un nervio de la caja torácica está un poco irritado. Este dolor (de tipo neuropático) no suele revestir gravedad.
  • Pero en caso de que se mantenga en el tiempo y se agrave al coger aire o al toser, hay que estudiar si el origen está en los pulmones. Una neumonía, una inflamación de la membrana que los recubre (la pleura) o un cuadro grave como una embolia pulmonar, que ocurre cuando un trombo dificulta el paso de la sangre, puede ser su origen.
  • Cuando se acompaña de hormigueo, picazón, es continuo, intenso y se nota también en la espalda, el virus del herpes zóster (culebrilla) puede estar detrás. Se acompaña de lesiones cutáneas tipo vesículas.
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Las causas que provocan un dolor de pecho son variadas

Cuando el origen sí está en el corazón

En estos casos se notaría también sudor frío, mareo o náuseas, dificultad para respirar y un dolor que es opresivo, no varía con la postura y se irradia hacia el brazo o la mandíbula. Eso puede indicar angina de pecho o infarto.

En la primera, además, es típico que aparezca al hacer un esfuerzo físico: al tener una arteria parcialmente taponada, al órgano no le llega suficiente sangre.

Que haya malestar general acompañado de fiebre y un dolor constante y en el centro del pecho son posibles síntomas de una pericarditis (una inflamación de la membrana que recubre el corazón). Las molestias suelen aliviarse al inclinarse hacia delante y aumentan al respirar hondo.

¿Los hábitos pueden reducir el riesgo?

El estilo de vida influye mucho en la salud cardiovascular y digestiva que, como has visto, son dos grandes causas de dolor torácico. Por eso, los siguientes consejos contribuyen a prevenirlo.

La Dieta Mediterránea es muy cardioprotectora

Los estudios que demuestran sus beneficios, tanto para personas que ya han sufrido un infarto como para reducir el riesgo de padecerlo en general, son numerosos. En tus menús no deben faltar vegetales ni grasas buenas como las del aceite de oliva o frutos secos como las nueces. Aquí tienes los 20 alimentos indispensables de la auténtica Dieta Mediterránea

Haz ejercicio a diario y reduce el estrés

Muchas veces una cosa va ligada a la otra, porque el deporte, de por sí, ya ayuda a desestresarnos. Elige actividades que te gusten y puedas incorporar fácilmente a tu día a día: una caminata energética, unos estiramientos en casa... El ejercicio, además, es una de las mejores maneras de reducir el riesgo de sufrir hipertensión, diabetes, colesterol alto, sobrepeso... factores que ponen en riesgo la salud del corazón. 

Evita las comidas abundantes y pesadas

Es especialmente importante para quienes tienden a sufrir reflujo. El alcohol en exceso, las grasas saturadas y el tabaco tampoco convienen.