La lactosa (azúcar de la leche) se encuentra de forma natural en todos los lácteos y derivados que provengan de cualquier mamífero (vaca, cabra, oveja y leche humana) y normalmente la encontraremos en la leche, el queso, el yogur, la nata o la mantequilla.
Quienes son intolerantes a la lactosa saben muy bien cuáles son sus principales fuentes porque, si no la evitan, este tipo de azúcar puede provocarles gases, cólicos o diarreas.
La intolerancia a la lactosa puede detectarse con un sencillo test de aliento
- Sin embargo, es importante tener en cuenta también que la industria alimentaria recurre a la lactosa en una enorme cantidad de productos que cada día echamos al carro de la compra.
- Lo hace porque este tipo de azúcar contribuye a mejorar la textura, el sabor y el aroma de los alimentos y, además, ayudan a que se conserven mejor.
Alimentos tanto dulces como salados
En la galería que te mostramos a continuación hemos seleccionado algunos de los alimentos en los que el contenido en lactosa no es tan evidente y queda "escondido" entre el resto de ingredientes.
- Hay que tener en cuenta, también, que está presente en muchos medicamentos, ya que se emplea para la elaboración de comprimidos, y en algún que otro producto higiénico y cosmético de uso común (que también te mostramos al final de la galería).
la lactosa en la alimentación de tu mascota
- Los perros también pueden ser intolerantes a la lactosa. Su reacción dependerá de la cantidad de lactosa que incluya el lácteo que le des para comer (el yogur o la panela contienen poca) y de su grado de intolerancia.
- Ahora bien, en "su comida" también puede haber lactosa, ya que es empleada como aditivo para mejorar el sabor y la conservación de los alimentos para animales.