¿Qué tienen en común un plato de ostras, un filete de hígado o un puñado de avellanas? Aparentemente, no mucho. Sin embargo, su composición nutricional revela que comparten un contenido notable en un micronutriente esencial para el funcionamiento del organismo, el zinc.
los beneficios del zinc
Para hacernos una idea de su importancia, aquí tienes algunas de las funciones principales que se pueden atribuir a este mineral son:
- Interviene en la formación y la mineralización de los huesos y los órganos reproductores.
- Inhibe la producción de un derivado de la testosterona que, cuando presenta niveles elevados, podría elevar el riesgo de sufrir cáncer de próstata
- Contribuye a mantener las arterias limpias.
- Fortalece el sistema inmunológico.
- Colabora en los procesos de cicatrización de las heridas.
- Previene enfermedades comunes provocadas por virus y bacterias (por ejemplo, el resfriado).
- Cuida de la salud de cabello, la piel y las uñas.
- Mejora el gusto y el olfato.
Por otro lado, el déficit de zinc puede ser el culpable de muchos de los males que nos aquejan a diario, como la falta de memoria, el cansancioo la tendencia a resfriarnos.
El zinc combate el estrés
Numerosos estudios relacionan el consumo de alimentos ricos en zinc con la capacidad de nuestro cuerpo para hacer frente a los efectos que una situación de estrés desencadena en el organismo, entre ellos, el debilitamiento del sistema inmunológico.
- Cuando atravesamos momentos difíciles que se mantienen en el tiempo, nuestras defensas se resienten. Es entonces cuando entra en juego el zinc ya que, entre sus numerosas y valiosas funciones destaca su papel para mantener un sistema inmunológico fuerte.
- Un nivel insuficiente de zinc provoca muchos trastornos y síntomas relacionados con el estrés, como irritabilidad, depresión, impotencia y baja inmunidad.
En la siguiente galería hemos recogido los 8 alimentos más ricos en zinc que no pueden faltar en tu dieta para cubrir la dosis diaria recomendada.