En general, las coles no son el plato preferido de nadie. Sin embargo, sus beneficios nutricionales, así como su versatilidad en la cocina, deberían ser dos razones más que convincentes para no dudar en preparar unas coles de bruselas o una crema de brócoli.
- Las coles aportan vitamina C, potasio y muy pocas calorías. También tienen la ventaja de ser pobres en sodio, un rasgo que, combinado con su riqueza en agua y potasio, ejerce un notable efecto diurético.
Estas cualidades hacen que estas hortalizas sean especialmente recomendables para las personas con hipertensión, exceso de ácido úrico y afecciones renales (como los cálculos).
Otro de sus puntos fuertes es el aporte de fibra. Este nutriente favorece el tránsito intestinal y nos ayuda a sentirnos saciados.
- Estas son algunas de las ventajas que se pueden atribuir a las coles en general. Sin embargo, cada una de ellas aporta algo específico a la familia. En la siguiente galería, describimos los principales valores nutricionales de 7 tipos de coles y otras tantas razones por las que deberías incluir en tu dieta las coles.
inconvenientes de comer coles
Aunque son muchos los beneficios que tiene para la salud incluir estas verduras en la alimentación diaria, su consumo no está exento de algunos riesgos. Eso sí, en el caso de comerse en exceso:
- Pueden interferir con medicamentos anticoagulantes. Por su alto contenido en vitamina K, el consumo elevado de coles de Bruselas, al igual que el de repollo no está recomendado a personas que toman anticoagulantes. Esta vitamina puede contrarrestar el efecto y la eficacia de estos medicamentos.
- Pueden alterar la glándula tiroides. Esto solo en personas con deficiencia de yodo. Las crucíferas contienen glucosinolatos (compuestos responsables de su ligero sabor picante y su aroma). Estos impiden la absorción y utilización del yodo, frenando así la actividad de la glándula tiroides. Las coles de Bruselas son una de las verduras que contienen más yodo.