Es sabido que un alimento bien presentado, y mejor acompañado, multiplica su sabor. Y cuando hablamos de quesos, la manera en que los "preparamos" tiene más importancia de lo que se cree: cada corte respeta las características del queso y facilita su degustación.
Para poder paladear cada trozo no olvides que estás ante un auténtico picoteo: tómalo en pequeñas cantidades y, si es necesario, come un poco de pan o bebe un sorbo de agua entre bocado y bocado para "neutralizar" su sabor... antes de pasar al siguiente.
claves para cortar el queso bien
- El cuchillo. Si no tienes uno especial, usa siempre el de hoja ancha.
- Puedes usar la misma técnica que con los helados: si mojas el cuchillo con agua caliente, se deslizará sin pegarse y el corte será más limpio.
Cómo combinar una tabla de quesos
Para saborearlos de verdad, conviene tomar algo entre queso y queso (fruta, pan, frutos secos...).
Sigue siempre esta norma: que la compañía noenmascare el gusto del queso; que no sea ni muy dulce ni muy salada.
cómo Disfrutar del parmesano
- Solemos rallarlo al momento, pero "entero" se convierte en todo un capricho.
- Es duro y granular, por lo que no se corta, sino que se trocea con un cuchillo de hoja corta y gruesa.
Ideas con quesos para los más sibaritas
- Piruletas crujientes. Da un toque sofisticado a un aperitivo: elige un queso rallado que se funda bien (¡o una mezcla!), combínalo con semillas y forma unos discos. Colócalos sobre una sartén con un palillo, caliéntalas suavemente hasta que se funda y deja enfriar.
- Una salsa estupenda. Cuando es densa tipo fondue, la textura final mejorará si añades un poco de fécula de maíz (maicena) disuelta en agua fría mientras el queso se va calentando hasta fundirse. De este modo no se hacen grumos.
- Parejas que hay que probar. Los quesos de oveja o cabra tiernos quedan muy bien con orejones o ¡zanahoria!; los azules casan bien con la pera; el requesón con dátiles y rabanitos...
Seguro que con estas ideas y con los siguientes consejos para cortarlos y presentarlos podrás preparar unas tablas de queso estupendas.