Dieta de la piña para adelgazar rápido: cómo se hace (con menús) y cuántos kilos se pierden

La dieta de la piña se ha puesto de moda porque promete adelgazar de forma muy rápida. Te explicamos cómo hacerla de forma saludable para no recuperar enseguida los kilos perdidos.

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DIETA DE LA PIÑA

La piña es una alimento diurético y digestivo.

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Laura Pérez Naharro

Dietista-nutricionista

Con el verano ya encima, dietas como la de la piña vuelven a ponerse de moda para perder peso rápido. La dieta de la piña es un plan dietético que se centra en el consumo predominante de piña. Consiste en incluir esta fruta en cada una de las comidas principales, también entre horas. De hecho, su origen tiene que ver con la creencia de que, al contener una enzima digestiva y poseer propiedades diuréticas, facilita la pérdida de peso.

¿Adelgaza la dieta de la piña?

La dieta de la piña se considera una dieta restrictiva, ya que se centra en el consumo de un solo alimento, reduciendo de forma significativa el aporte calórico diario.

Cuando buscamos perder peso, tenemos que encontrarnos en una situación de déficit calórico. Esto quiere decir que tiene que haber un desequilibrio entre las calorías que necesita nuestro cuerpo y las que aportamos y/o gastamos. O lo que es lo mismo: consumir menos calorías y/o “quemar” más de las que ingerimos.

Si sustituimos las comidas principales, y también los snacks, por piña, o por una combinación de piña con otro alimento, como puede ser pollo y piña, lo que conseguimos es reducir significativamente el aporte de calorías que consumimos.

Para hacernos una idea, supongamos que una persona necesita unas 1.800 kcal al día para mantenerse. Al seguir la dieta de la piña, puede estar consumiendo unas 250-300 kcal en las comidas principales y, unas 100-150 kcal si también incluye los snacks o tentempiés de la dieta. Esto supone una ingesta diaria de entre 750 y 1200 kcal. Un aporte muy bajo para las necesidades de un adulto y un déficit calórico bastante agresivo que se traduce en una pérdida de peso rápida y acentuada los primeros días.

Sin embargo, al ser tan restrictiva, cuando se retoma la rutina habitual, dejándola de seguir, el efecto rebote es inminente ya que lo que se ha perdido es agua y glucógeno en lugar de grasa, que es lo que realmente debe eliminarse cuando se pretende adelgazar. Sin olvidar que esta dieta tan restrictiva, como cualquier otra similar, compromete tu seguro de vida: la masa muscular.

La pérdida de peso rápida, traducida en una pérdida de masa muscular, provoca un efecto rebote en donde el peso que se recupera se gana en forma de grasa. Por ello, cuando hacemos dieta no se recomienda bajar más de 0,5 kg de media a la semana, como mucho.

¿Es saludable seguir la dieta de la piña?

Aunque la piña sea un alimento saludable, basar la alimentación en ella nos priva de calorías y nutrientes que son necesarios para mantener nuestras funciones vitales. Las grasas, proteínas y carbohidratos complejos son necesarios. Nuestra alimentación debe ser variada justo por esa sencilla razón ya que a través de un solo alimento no podemos garantizar los nutrientes necesarios.

Seguir este tipo de dieta supone una pérdida de peso corporal pero no de grasa, o al menos, no significativamente. Más que en el peso, debemos fijarnos en el volumen, las medidas y la ropa. Son indicadores de pérdida de grasa más fiables que la báscula. Si nos deshidratamos, o perdemos agua corporal, el peso puede variar significativamente, pero igual que baja, vuelve a subir.

Por otro lado, limitar la dieta a muy pocos alimentos o a solo uno en concreto, puede llegar a afectar a la relación que tenemos con la comida. Ver los alimentos como “buenos” y “malos” puede aumentar el deseo por aquellos que no se consumen, y es más probable que aparezcan sensaciones como culpabilidad y remordimientos cuando se consumen, pudiendo incluso desencadenar en episodios de atracones.

Como hemos mencionado antes, para perder peso (en forma de grasa corporal), necesitamos estar en déficit calórico, sin necesidad de pautar una dieta tan agresiva a nivel calórico ni de alimentos. Para ello, no es necesario prescindir de ningún alimento en concreto. Cierta flexibilidad no es perjudicial. Además, necesitamos variedad de alimentos para aportar variedad de nutrientes.

A largo plazo es imposible sostener este tipo de dieta y puede ocasionar trastornos graves en la salud física y emocional, déficits nutricionales que pueden desencadenar en patologías y una pérdida de masa muscular pero, ¿qué ocurre cuando se sigue durante un periodo corto de tiempo con la finalidad de “deshincharse” para un evento? ¿Merece la pena?

Si lo que estamos perdiendo es peso a consecuencia de una pérdida de agua para luego volver a recuperarlo, con algún extra, en forma de grasa, está claro que no merece la pena. Llevar a cabo este tipo de conductas o dietas restrictivas de forma puntual, jamás logrará que una persona adquiera hábitos, que es lo que realmente necesita para poder olvidarse de estos comportamientos.

¿Cómo hacer bien la dieta de la piña?

Si quieres hacer la dieta de la piña de forma saludable, puedes introducir esta fruta más frecuentemente dentro de preparaciones, como tentempié (media mañana, merienda), antes de hacer ejercicio y/o como postre. En cualquier momento, la fruta siempre es una buena opción. Igual que la papaya, la piña contiene una enzima digestiva que favorece una correcta digestión, por lo que tomarla como postre te facilita una mejor metabolización de los nutrientes.

Menú de 5 días de la dieta de la piña

Te proponemos un ejemplo de menú saludable que incluya esta fruta con mayor frecuencia cada día y que además te ayudará a estar muy saciado sin aportar un extra calórico.

Día 1:

  • Desayuno: Bol de yogur natural con piña, copos de maíz y canela.
  • Media mañana (opcional): Café con bebida de soja sin azúcar, acompañado de un puñadito de nueces.
  • Comida: Ensalada de garbanzos, tomate, pepino, atún y aguacate condimentada con aceite, una pizca de sal y pimienta negra, 2 rodajas de piña como postre.
  • Merienda (opcional): queso fresco batido con un puñadito de arándanos y canela.
  • Cena: Ensalada de canónigos, brotes tiernos, zanahoria rallada y queso cottage, acompañado de tortilla de champiñones, 1 yogur de soja natural.

Día 2:

  • Desayuno: Café con leche acompañado de tostada integral con guacamole, tomate y huevo poché.
  • Media mañana (opcional): 1 infusión de cítricos y piña con hielo acompañado de 2 nueces.
  • Comida: Revuelto de espárragos con gambas acompañado de rosada encebollada. Un plátano.
  • Merienda (opcional): 2 tostadas de pan tipo wasa con queso cottage, acompañado de tomates cherry.
  • Cena: Wok de verduras con tofu marinado y salsa de soja. Yogur tipo kéfir natural con piña troceada.

Día 3:

  • Desayuno: Yogur tipo griego natural con semillas de chía, anacardos tostados, piña troceada y canela.
  • Media mañana (opcional): Café con leche, acompañado de 1 manzana con 1 cucharadita de crema 100% de cacahuetes.
  • Comida: Curry de alubias con brócoli y leche de coco · Yogur natural con 1 onza de chocolate 85% cacao.
  • Merienda (opcional): Café descafeinado helado con bebida de soja sin azúcar, acompañado de 2 tostadas de pan tipo wasa con queso fresco y orégano.
  • Cena: Ensalada de tomate raf, atún al natural, cebolla y aguacate, acompañado de tortilla de champiñones y pimiento rojo. 2 rodajas de piña con canela.

Día 4:

  • Desayuno: Café con leche, acompañado de tostada integral con queso untable, tomate en rodajas y aguacate laminado.
  • Media mañana (opcional): 1 infusión de cítricos y piña con canela y hielo, acompañado de queso fresco batido con un puñado de arándanos.
  • Comida: Ensalada de brotes tiernos, zanahoria rallada, quinoa, chucrut, piña, pechuga de pollo y aguacate, condimentado con vinagreta de limón. 1 yogur tipo kéfir natural con 1 nuez.
  • Merienda (opcional): Helado de piña y yogur griego natural bajo en grasas.
  • Cena: Gazpacho con pepino y tomate en dados, acompañado de fajita integral rellena de lechuga, soja texturizada y jalapeños. 2 rodajas de piña.

Día 5:

  • Desayuno: Bol de yogur tipo skyr natural con semillas de chía, almendras tostadas, copos de maíz y piña troceada.
  • Media mañana (opcional): 1 café con leche, acompañado de 2 tostadas tipo wasa con queso cottage.
  • Comida: Menestra de verduras con patata y salmón al horno. 1 melocotón
  • Merienda (opcional): Yogur natural con avellanas laminadas, acompañado de una rodaja de sandía.
  • Cena: Noodles de arroz con espaguetis de calabacín y boloñesa de pollo. Brochetas de piña y melón.
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