¿Por qué babean los bebés? Causas y cuidados

El lactante babea porque no sabe tragar la saliva que produce, que es la forma natural que tiene el organismo de protegerlo de posibles infecciones microbianas en la boca. Es algo normal, que desaparecerá cuando el bebé aprenda a deglutir.

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¿Por qué babean los bebés? Causas y cuidados

Hasta los dos años, que los bebés babeen es normal. Pero acude al médico si lo sufre de repente, en cantidad, y el pequeño se queja.

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Que bebés y niños pequeños babeen en algún momento es algo normal. El babeo empieza hacia los dos meses, aumenta con la dentición y desaparece cuando el bebé aprende a deglutir correctamente (hacia los 2 años aproximadamente).

¿Puede ser, entonces, motivo de consulta médica? La respuesta es que sí, pero solo debemos acudir al médico cuando el babeo se presenta de repente, en cantidad y asociado a malestar.

Por qué babean los bebés

El babeo forma parte del desarrollo de nuestro bebé. Notaremos que empieza a babear alrededor de los 2-3 meses, que es cuando las glándulas salivales empiezan a funcionar.

Sin embargo, el lactante todavía no sabe tragar la saliva que produce, por lo que la expulsa en forma de baba.

¿Qué función tiene el babeo?

La saliva mantiene un ph ácido que le protege de posibles proliferaciones microbianas, justo en esa epoca en que todo empieza a ponérselo en la boca.

El babeo puede durar hasta que el niño aprende a deglutir correctamente (hasta los 2 años, aproximadamente).

posibles Causas de babear

  1. En etapas de erupción dentaria, el lactante puede babear con más intensidad, pero no debemos pensar que es la salida de los dientes la causa del babeo.
  2. Respiración bucal. Los niños que respiran mal por la nariz, fabrican más saliva y babean más.
  3. Las infecciones de la boca también pueden aumentar el babeo al aumentar la producción de saliva, como una defensa natural.
  4. Existencia de trastornos neurológicos, que dificultan la deglución, como la parálisis cerebral o la parálisis facial, harán que el babeo se prolongue más allá de los 2 años.
  5. Con cierta frecuencia vemos niños por encima de los dos años que continúan babeando, como si no pudieran deglutir correctamente. En esos casos es recomendable descartar la existencia de frenillo lingual como causa del babeo persistente.

Falsos mitos sobre las babas

Existe la creencia de que el babeo es una señal inequívoca de erupción dentaria, y se cree que la salida de los dientes son la causa de babeo. Es falso.

  • La producción de saliva es la protección que la naturaleza confiere a nuestros bebés para protegerles de infecciones coincidiendo con la etapa oral de su desarrollo.

Síntomas que acompañan al babeo

La piel de alrededor de la boca y la barbilla pueden irritarse por la humedad y acidez propia de la saliva, por lo que podemos ir secándole las babas frecuentemente y con cuidado.

Además, veremos que tiene el pecho siempre empapado por lo que es recomendable ponerle un babero para evitar que esté siempre húmedo.

Debemos vigilar también la zona de pliegues de la barbilla para que no se produzca una infección por hongos debido a la humedad.

Hay que vigilar la zona de la barbilla para que no se produzca una infección por hongos

Si vemos que estas irritaciones no desaparecen o le molestan podemos consultar con un pediatra qué tipo de crema aplicar. En ocasiones es recomendable aplicar algo de corticoides, antibióticos, cuando hay infección o antimicóticos para los hongos.

¿Tengo que preocuparme? ¿Cuando ir al médico?

Además de tener cuidado en mantener el bebé lo más seco posible, en general no debemos preocuparnos.

Solo debemos estar alerta si el babeo se presenta de repente y en cantidad, asociado a fiebre o malestar, dificultad al respirar, lesiones en la boca (aftas) o si se prolonga mas allá del limite considerado normal.

En estos casos debemos consultar con nuestro pediatra.

¿Qué puedo hacer yo?

Como hemos comentado, lo único que podemos hacer para evitar los efectos de la saliva sobre la piel de nuestro bebe, es cuidar la zona de la boca, barbilla, cuello y mejillas secándolas cuidadosamente, y evitando el roce de la ropa o de los alimentos.

Para saber más

 
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