Cuando decimos que los niños de dos años duermen la siesta, nos basamos en estadísticas, pero cada niño es único y tiene necesidades diferentes.
A esa edad, ya hay quienes no quieren hacerla y están sanos y felices.
Si tu hija no quiere descansar al mediodía, y no llega demasiado cansada a la noche y su desarrollo es normal, no te preocupes, forma parte de ese grupo.