Soy neurólogo en la Clínica Mayo y estas son las 3 cosas que nunca haría porque afectan al cerebro

Un prestigioso neurólogo estadounidense nos sorprende al revelar algunos hábitos que son malos para nuestro cerebro y de los que somos poco conscientes. Aspectos como llevar auriculares o masajearnos el cuello tienen más riesgo de lo que pensamos.

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

Actualizado a

Baibing Chen

Dr. Baibing Chen, neurólogo estadounidense.

El hecho de que algunos hábitos sean comunes entre la población no significa que sean beneficiosos o al menos inocuos. Precisamente, su uso generalizado ha podido confirmar a los médicos que entrañan peligros. No llaman más la atención porque a veces el riesgo está a largo plazo, o que no le ha pasado a nadie de nuestro entorno. Pero pasa.

Son hábitos que además se pueden evitar fácilmente o sustituir. Sobre todo cuando la parte afectada es nuestro órgano más importante, el cerebro. Es lo que ha explicado el doctor Baibing Chen, un neurólogo estadounidense formado en la prestigiosa Clínica Mayo, que divulga sus conocimientos en redes sociales bajo el nombre de Dr. Bing.

El doctor Bing se hizo especialmente viral al explicar algunas de las cosas que ha dejado de hacer tras especializarse en Neurología. Algunas son obvias, como no fumar, estar al día en vacunas y no beber alcohol. Otras son menos conocidas, como reventarse granos en la zona de la nariz, que puede infectarse y llegar a cerebro. Pero ha explicado unas especialmente sorprendentes: “Las tres cosas que como neurólogo no haría”.

Cuidado con los aparatos de masajear

No utilizaría una pistola de masaje muscular en el cuello”, es la primera advertencia el doctor Bing. Estas máquinas de masajear también se llaman pistolas de percusión. Se utilizan para reducir tensión muscular o dolor de agujetas. En la zona el cuello tiene riesgos.

“Eso es porque las vértebras y las arterias carótidas en el cuello están relativamente superficiales”, dice en su vídeo. Hay que recordar que estas arterias son la principal fuente de suministro de oxígeno al cerebro. Y son vulnerables a un repetitivo golpeo que les provoca este masaje.

“Aumenta el riesgo de que se produzca una corte en las arterias, es decir un desgarro en una de las paredes de estos vasos sanguíneos.” Esto es especialmente importante remarcarlo para aquellas personas que ya tienen las paredes de los vasos sanguíneos más afectadas por la edad.

“Además incrementa el riesgo de que se formen placas, obstruyan la circulación de la sangre, lo que puede llevar a un ictus.” Otro riesgo es hay personas que ya tienen placas que se han generado con los años y que están pegadas a las paredes de la arteria. Al masajear y presionar la zona podemos hacer que se despeguen, sigan adelante y provoquen la obturación en un vaso sanguíneo más estrecho, con el con consiguiente ictus isquémico.

Masajeador

El Dr. Bing recomienda no utilizar pistolas de masaje muscular en el cuello

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El peligro de la música muy alta

“No utilizo auriculares para escuchar música”, expone en segundo lugar. El doctor Bing admite que era muy aficionado a ir con los auriculares y que ahora se arrepiente. “No es solo que la música alta sea mala para tus oídos, también es perjudicial para tu cerebro”, apunta.

Incluso con niveles no especialmente altos, el tener la música tan metida en el conducto auditivo aumenta el riesgo de pérdida de audición. Y la pérdida de audición dobla el riesgo de demencia.

“El motivo es que, cuando el cerebro intenta procesar el sonido que ya apenas escucha, dirige más recursos a ese objetivo y los saca de áreas de memoria y análisis”, apunta el neurólogo. Eso ayuda a aumentar el declive cognitivo.

“Los sonidos por encima de los 85 decibelios, equivalente al ruido que provoca el tráfico en la ciudad, pueden causar daños a largo plazo”, advierte. Cuando estamos exponiendo a nuestros oídos a sonidos por encima de los 100 decibelios, algo no tan raro cuando vamos a un concierto o llevamos los auriculares a un volumen muy elevado para abstraernos del sonido exterior, el riesgo de pérdida de audición puede aparecer en apenas 15 minutos.

te suenes tapándote la nariz

“No me sueno presionando a la vez los dos orificios nasales.” Cuando nos sonamos de esta manera estamos generando una fuerte presión interna. “Más alta que la que puedes tener en las ruedas del coche”, apunta.

No somos conscientes de que esta presión no va solo a la zona de los conductos de la nariz para destaponarlos. Afecta a zonas delicadas. “Puedes correr el riesgo de sufrir daño en los tímpanos o que el aire vaya a otras zonas del pecho, fuera de los conductos”.

sonarse la nariz

El Dr. Bing recomienda no sonarse la nariz presionando a la vez los dos orificios nasales

En casos muy raros, pero posibles, esta presión podría provocar la ruptura de algún vaso sanguíneo en el cerebro y causar un derrame cerebral. De nuevo, las personas con arterias debilitadas por la edad o que ya tienen antecedentes de aneurisma (dilatación anormal de la arteria) son los que deben extremar las precauciones.

La manera correcta de sonarse es tapando solo una de las fosas nasales y respirando fuertemente por la otra para permitir que siempre haya una vía de escape del aire.