Hay algunos hábitos que la medicina tradicional ya apuntaba como positivos y que, sin embargo, se han ido perdiendo por falta de clara evidencia científica o sencillamente porque la rutina diaria ha hecho que las olvidemos. Una de estas costumbres es la de beber agua en ayunas.
Lo cierto es que el debate no es tan simple como el de beber sin más. Todos sabemos lo importante que es beber una cantidad de agua mínima para mantenernos hidratados y que el cuerpo pueda realizar todas sus funciones, para las que necesita agua, sin problemas. Lo que se plantea es cómo se ha de tomar esta agua. ¿Hay una manera especialmente saludable? Algunos expertos creen que sí.
Cómo beber para eliminar toxinas
En los últimos años ha resurgido la recomendación de beber un vaso de agua tibia por la mañana en ayunas. El origen de esta tradición hay que buscarlo en la medicina tradicional asiática, tanto la china, como la japonesa y otras. La popularidad que estas tradiciones médicas más holísticas han tenido entre algunos médicos occidentales ha hecho que este consejo se haya extendido de nuevo.
Los beneficios del agua caliente o tibia están en debate. No hay evidencias científicas claras que lo demuestren. Lo que dicen estas tradiciones es que beber agua tibia en ayunas te proporciona los siguientes beneficios:
- Ayuda a eliminar toxinas. Hace más fácil que a través del sudor y la orina las eliminemos. El cuerpo queda más limpio y saludable.
- Mejora la digestión. Al empezar dando agua a tu estómago aún vacío, permites que se vaya directamente hacia el tubo digestivo y que facilite que los alimentos se desplacen más fácilmente. La hidratación es fundamental para evitar el estreñimiento y para que el sistema digestivo absorba bien los nutrientes. Además, el
- Te hidrata rápidamente. Al no tener que esperar a que el estómago caliente el agua hasta alcanzar la temperatura corporal, se puede absorber rápidamente para distribuirse por el cuerpo. Llevas toda la noche sin beber. Recuerda que es recomendable que entre alimentos y bebidas tomemos unos dos libros de líquido al día (según el calor y el ejercicio que hagamos).
- Regula la temperatura corporal. Los cambios brucos de temperatura, con agua fría o muy fría, pueden afectar a nuestro sistema inmune. Si ingerimos agua a temperatura corporal, unos 36-37 grados, el cuerpo no necesita esforzarse desde primera hora para calentarla en nuestro interior.
- Es saciante. Pese a que el agua no tiene nutrientes, un estudio señaló que al tomarse en ayunas llena el estómago en el momento del desayuno y evita que ingiramos un 13% de los alimentos en esta primera comida que tomaríamos sin el agua. Al ser el desayuno una comida calórica, muchas veces con bollería, se evitan estas tentaciones.
Qué problema tiene el agua fría
Los médicos que defienden incluir conocimientos de la medicina tradicional asiática en la medicina occidental recuerdan que es una medicina con una larga tradición, tanto o más que la nuestra. El hecho de que no hayamos podido demostrar sus beneficios no quiere decir que no existan. Y piden que seamos algo menos engreídos, puesto que hay muchas cosas de nuestro cuerpo y sus reacciones que desconocemos.
El debate del agua y su temperatura lleva existiendo desde hace siglos. Te sorprenderá saber que en la Edad Media tener acceso a agua fría era todo privilegio de nobles ricos. En el siglo XX se extendió y popularizó como refresco de verano. ¿Es malo beber agua fría? Hoy se considera que no.
Las bajas temperaturas parecen enlentecer nuestras defensas, pero estamos hablando de bajas temperaturas exteriores. El agua fría se calienta rápidamente en el cuerpo. No parece probable que provoque problemas.
Y los casos de gente que murió por beber agua muy fría no han sido probados. Más bien parece explicaciones que se dieron en su día para explicar la muerte de gente joven a la que en aquel momento, por falta de conocimientos, no se encontró otra razón.
El único factor comprobado científicamente es que el agua fría o helada puede provocar migrañas en pacientes con tendencia a padecerlas. Serían el único grupo al que se les desaconseja.
Otras teorías sobre el agua tibia
Te hemos expuesto las opiniones que tienen mayor consenso, dentro de que ninguna opinión es compartida completamente por toda la comunidad científica.
Hay otros aspectos que también se han apuntado como beneficios del agua tibia. Por esta razón hay personas que la toman siempre así. En la tradición médica tibetana hierven el agua antes de tomarla, sea la hora que sea:
- Cuida la garganta. También se apunta que es conveniente a las personas con la garganta irritada por la mañana, pues el agua fría puede inflamar más la mucosa.
- Mejora la función mental. Es una consecuencia un poco traída por los pelos. Dado que evitamos la deshidratación, ayudamos al correcto funcionamiento del cerebro.
- Proporciona bienestar. Según la doctora Guadalupe Blay, responsable de Endocrinología y Nutrición en la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, el agua tibia tiene como única propiedad confirmada el que “proporciona una gran sensación de bienestar y mejora la circulación al ser un vasodilatador”.
Esta doctora también admite la lógica de que ayude a la pérdida de peso, puesto que tiene un efecto saciante antes del desayuno.