Los aparatos de aire acondicionado no son lujo. En un contexto de crisis climática, donde cada vez hay más riesgo de padecer problemas de salud por el calor extremo, son un electrodoméstico necesario en el hogar. Sobre todo si en casa viven personas especialmente vulnerables, como ancianos y niños.
Pero debemos reconocer que no es un aparato respetuoso con el medio ambiente. Por eso hay que ajustarlos al máximo para que nos proporcione el frescor necesario sin que tengamos un impacto excesivo en el medioambiente. Además nuestra economía lo agradecerá. Un buen uso significa ajustar también el gasto eléctrico. Estos aparatos son de los que más consumen en la casa.
Por eso es bueno seguir las recomendaciones que hacen los expertos respecto a cómo hemos de programarlos.
Por qué hay que controlar la temperatura
Seguro que más de una vez te ha ocurrido que has ido al cine, a unos grandes almacenes o a la zona de refrigerados de algún supermercado y has estado incómodo por el frío que hacía en pleno verano. Ocurre porque en estos sitios no se habían tomado las medidas adecuadas para que la refrigeración fuera eficiente.
¿Qué problema había? Una idea equivocada de lo que es confort. Pensaban que hay que refrigerar para que hasta el más caluroso se encuentre a gusto. En los supermercados se prefería que el cliente tenga el producto a mano sin necesidad de abrir neveras para incentivar compras compulsivas.
Los aires acondicionados no solo consumen una gran cantidad de energía. También inciden en el llamado efecto invernadero con la emisión de gases a la atmósfera. Eso hace que compliquen el problema que intentamos paliar con su uso: el calentamiento global.
Por suerte, el Gobierno español legisló para frenar ese gasto energético que ni el país ni el planeta se puede permitir. Hoy están reguladas por ley las temperaturas en edificios públicos. ¿Qué pasa en nuestra casa?
¿A qué temperatura poner el aire en verano?
En casa, como ocurre en los centros de trabajo, la percepción de frío y calor tienes unos márgenes subjetivos. Los niños y adolescentes no tienen bien desarrollados los sensores de la piel de temperatura y aguantan mejor el frío. Eso hace que no siempre nos pongamos de acuerdo.
Por eso, el consejo de los expertos es que nos basemos en las normas que ellos, como técnicos, han establecido. Con pocas excepciones no serán útiles a todos.
La temperatura ideal del aire acondicionado es verano ha de estar regulada entre los 24 y los 26 grados. Si podemos quedarnos en la franja alta, mejor. Sin embargo, los expertos señalan dos puntualizaciones a esta norma que hay que tener en cuenta:
- Por mucho calor que tengamos, no dirijas la corriente de aire directamente a las personas. Es mejor que vaya hacia arriba. El aire frío es más denso que el aire caliente. Por sí solo irá descendiendo y permitirá una corriente que haga que suba el aire caliente. Si necesita aire, pon un ventilador adicional en tu dirección.
- En las olas de calor y los días más intensos, hay que subir la temperatura del aire acondicionado. No puede haber una diferencia de más de 12 grados con la temperatura de la calle. Hay que mantener siempre ese margen entre el exterior y la de casa. Una diferencia mayor provoca un contraste demasiado fuerte que puede afectar a la salud. Por ejemplo, provocar síntomas de resfriado.
¿Es bueno dejar el aire por la noche?
Durante la noche, al irnos a dormir, hemos de tener en cuanta dos factores. Por un lado, baja la temperatura del cuerpo y no necesitamos un aire tan frío. Por otro, en noches tórridas, el calor excesivo puede afectar al descanso.
Por eso, no hay una norma fija de si dejar o no el aire encendido toda la noche. Dependerá de cuánto baje la temperatura nocturna.
- Si puedes descansar dejando abiertas un par de ventanas y no hay mucho ruido, opta por dormir solo con la brisa.
- En todo caso, deja que refresque el dormitorio y utiliza el temporizador para que se apague a la media hora, cuando ya te has dormido y baja la temperatura corporal.
- Si lo pones toda la noche, las normas son las mismas que de día: prográmalo para que oscile entre los 24 y 26 grados y no dirijas el chorro de aire directamente a la cama.
- Hoy, la mayoría de aparatos de aire acondicionado incluyen entre sus funciones una opción de modo nocturno. El aparato ajusta el ventilador para que el ventilador no gire tan rápido y trabaje más silencioso.
Cómo gastar menos en electricidad
Ajustar la temperatura no es el único consejo que dan los técnicos en climatización para que no gastemos tanta energía. Aquí tienes otras de sus recomendaciones:
- Mejora los cerramientos. Tanto o más importante que refrescar el ambiente es conservar el frescor y evitar que el calor entre. Muchas veces, mejorar los cerramientos no es un gasto sino una inversión de ahorro. Y no es solo la propaganda de las empresas del sector. Las diferencias son muy significativas.
- Utiliza el modo ‘eco’. Casi todos los aparatos acondicionados disponen de esta función. El motor se ajusta para gastar la menor cantidad de energía posible. Tarda más en refrescar la habitación, pero supone un significativo ahorro.
- Combínalo con ventiladores. Parece ilógico encender otro aparato para ahorrar energía. No lo es. El ventilador ayuda a circular mejor el aire fresco por toda la estancia y que la sensación de frescor sea mayor. Te permite programar el aire acondicionado a una temperatura más alta y que no se ponga en marcha tan a menudo.