La salud de nuestro cerebro pasa, entre otras cosas, por mantener la mente bien ejercitada. Las actividades mentales consiguen aumentar esa reserva cognitiva, que tan útil nos puede ser para compensar el deterioro que puede producirse con el envejecimiento o la aparición de enfermedades como el alzhéimer.
La reserva cognitiva es como una especie de capital mental que has ido acumulando a lo largo de la vida y que luego nos puede ser muy útil para hacer frente a los posibles deterioros. “Cuanto mayor sea ese capital, más o durante más tiempo se podrán compensar los efectos de las alteraciones”, explican desde la Fundación Pasqual Maragall.
Igual que una buenas defensas nos predisponen a poder afrontar mejor cualquier infección, una alta reserva cognitiva será una mejor garantía frente a algunas enfermedades neurodegenerativas que causan demencia. Podemos hacer mucho por nuestro cerebro y lo podemos hacer ya.
Qué actividades son buenas para la memoria
Llenar esta reserva cognitiva es mucho menos complicado de lo que puedas creer. Además siempre estás a tiempo de empezar a practicarlos. Cuanto antes empieces mejor, pero eso no significa que no resulten útiles sea cual sea nuestra edad.
Leer un libro, volver a estudiar o aprender un nuevo hobby, practicar manualidades, unirte a un grupo y participar en actividades sociales o culturales son ejemplos. En todas ellas podemos mejorar nuestro conocimiento o nuestro vocabulario, mejorar la concentración o potenciar otras habilidades.
Pero estimular las capacidades mentales no implica tener que enzarzarse en actividades intelectualmente muy complejas. Hay un montón de actividades útiles y que tampoco requieren un gran esfuerzo. El secreto precisamente está en descubrir alguna que te apasione y que puedas practicar sin casi darte cuenta de que pasa el tiempo.
Lo que han de tener en común estas actividades es que:
- Supongan un cierto reto para nuestra mente.
- Que nos hagan pensar: trabajar el cerebro y estimular la memoria.
- Si le sumas mantener unos hábitos de vida saludables, habrás hecho todo lo posible para proteger el cerebro.
Algunos juegos clásicos de memoria
La Fundación Pasqual Maragall ha creado la guía ‘Conocer y ayudar a la memoria’ sobre todo lo que has de saber acerca de la memoria y de cómo preservarla. Puedes descártela gratuitamente aquí.
Entre otras cosas, nos enseña que juegos de toda la vida, con los que millones de personas se han entretenido a lo largo de los años, nos serán útiles. Aquí tienes algunos:
- Los puzles: además de que estimulan la memoria de trabajo y la visual, estás mejorando la capacidad de planificación y los más mayores mejorarán la motricidad fina.
- El ajedrez: es de los juegos más mencionados por los expertos por aportar múltiples beneficios: mejora la atención, la concentración, la lógica, la capacidad de ordenar ideas, la flexibilidad de pensamiento y el pensamiento crítico al tratar de prever la estrategia contraria. Sirve igual también las damas o el dominó.
Pasatiempos muy recomendables
Hay otros juegos de mesa que desde la Fundación nos recomiendan y que quizás no sabías que podían ser también útiles.
- El parchís: es un juego donde el azar del dado juega un papel importante, pero también es un juego de memoria recomendable. Ejercitas la movilidad fina, la atención visual, la resolución básica de problemas al decidir qué ficha mover, por ejemplo.
- Juegos de cartas: hay muchos que funcionan como juegos de memoria. Incluso los más simples contribuyen a la agilidad mental. Y casi todos requieren atención y estrategia. Los más complejos, como el brigde o póker, también incentivan el pensamiento crítico.
Finalmente no podemos olvidar los tradiciones pasatiempos, que encuentras tanto en las páginas de los diarios y revista como hoy en aplicaciones de móvil o tabletas. Estamos hablando de:
- Crucigramas y autodefinidos: trabajas el léxico y la memoria semántica, y la flexibilidad mental, al asociar definiciones y palabras y al buscar sinónimos que se ajusten a la longitud del espacio disponible. Incluso con las sopas de letras ejercitas concentración y léxico.
- Laberintos: con ellos practicas la habilidad para resolver problemas y la capacidad de planificación. Estimulan, además, la atención, la concentración y la coordinación visomotora.
- Buscar las diferencias: exigen altas dosis de capacidad de observación y atención, así como la habilidad para el análisis sistematizado y ordenado de las situaciones.
- Sudokus: la lógica, la deducción, la memoria de trabajo y la capacidad de planificación son necesarias para resolverlos.