Pablo García Frutos, investigador: "La vitamina K es reparadora y ayuda a tener un envejecimiento saludable"

Todos queremos vivir lo máximo posible, y si además lo hacemos evitando los achaques de la edad, mucho mejor. Uno de los nutrientes más eficaces para ello es la vitamina K. Estas son las propiedades que deberías conocer.

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Eva Carnero

Periodista especializada en bienestar y nutrición

Actualizado a

Mujer guapa mayor en la playa

Incluir en la dieta alimentos con vitamina K frena el envejecimiento prematuro.

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En las últimas décadas, la sociedad comparte dos deseos que suelen ir de la mano. Por un lado, tener una vida lo más larga posible; y por otro, que durante esos últimos años podamos disfrutar de una salud física y mental óptima. 

Ambos anhelos parece que se están haciendo realidad, dado que la población centenaria cada vez es mayor, y que aquellos que pasan de los cien años, lo hacen en unas condiciones envidiables.

Las razones que hay detrás de esa longevidad saludable se reparten entre la alimentación y el estilo de vida. En esta ocasión, nos centraremos en la primera, en concreto, en los nutrientes que contribuyen de un modo significativo a alargar la esperanza de vida de las personas.

Micronutrientes que suman años

Vaya por delante que una dieta anti edad debería incluir alimentos cuya suma cubriera las necesidades nutricionales del organismo. A partir de ahí, si además, reforzamos el consumo de ciertos alimentos, estaremos aumentando las posibilidades de tener una vida más larga. 

En este sentido, existen determinados micronutrientes, como la vitamina K que podrían ayudar a tener una vejez saludable, tal y como asegura el doctor en Farmacia y Jefe del departamento de muerte y proliferación celular del Instituto de investigaciones biomédicas de Barcelona (IIBB-CSIC, CIBERCV) y director del Grupo de Hemostasia e Inmunidad de este centro, Pablo García de Frutos, en declaraciones a la revista Saber Vivir. "La vitamina K (que encontramos sobre todo en las verduras de hoja verde) es reparadora. Se trata de un grupo de sustancias que tienen que ver con las proteínas de la coagulación. Esta evita que nos desangremos, pero también activa la recuperación de los tejidos tras un daño", describe el experto.

ESPINACAS

Algunas verduras tiene un alto perfil nutritivo y aportan numerosos beneficios para la salud.

Además, "otras proteínas que usan la vitamina K están implicadas en esa respuesta reparadora y también en la reparación del calcio para que este se deposite en los huesos, y no en otros lugares, como las arterias. Por lo tanto, la vitamina K tiene un papel en procesos que se van haciendo más importantes con la edad. Por eso, mantener un nivel adecuado de esta vitamina puede ayudar a tener una vejez saludable", apunta García.

beneficios extra para la salud

La coagulación a la que se refiere el científico está muy relacionada con la inflamación. "Cuando se forma un coágulo que tiene consecuencias patológicas, puede comenzar un proceso inflamatorio. Algunas proteínas que dependen de la vitamina K ayudan a regular esa inflamación, eliminando células muertas y participando en el inicio de un programa que repare el sistema inmunológico", asegura el investigador.

un corazón más fuerte

A medida que cumplimos años es habitual que se desarrollen enfermedades cardiovasculares. Ahora bien, además de la edad, uno de los factores más habituales que favorecen la aparición de este tipo de dolencias, es la hipertensión. Para controlarla, la dieta y el ejercicio son fundamentales.

En cuanto a la alimentación, las directrices básicas a seguir serían llevar una alimentación baja en sal y grasas saturadas, y que incluya alimentos ricos en potasio. Entre ellos, las verduras de hoja verde como espinacas y col rizada, frutas como las uvas y las moras, vegetales de raíz o tubérculos como las zanahorias y las patatas, así como las frutas cítricas como naranjas y pomelos.

Hacer 5 horas de ejercicio a la semana previene la hipertensión

La dieta baja en sal y el ejercicio regular son claves para evitar la hipertensión.

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Ahora bien, lo más interesante y menos conocido es que otro de los nutrientes que cuidan de nuestra salud cardiovascular aportándonos más años de vida, es la vitamina K, ya que está demostrado que su presencia en la dieta está directamente relacionada con la posibilidad de desarrollar hipertensión. Esto es lo que concluye un equipo de investigadores de la Universidad de Libre de Ámsterdam (Holanda) cuyos autores han demostrado que tener unos niveles bajos de vitaminas K y D puede aumentar un 62% el riesgo de sufrir hipertensión arterial.

Por otro lado, los investigadores sostienen que fomentar el consumo diario de hortalizas de hoja verde y otros alimentos ricos en vitamina K ayudaría a reducir la incidencia de las cataratas en una población cuya esperanza de vida es cada vez mayor.

Ahora bien, aunque las cataratas es una enfermedad que suele aparecer a partir de los 60 años, y sobre todo en personas mayores de 70, las medidas de prevención, como aumentar el consumo de alimentos ricos en vitamina K, deberíamos adoptarlas mucho antes si queremos reducir las probabilidades de sufrirlas después.

esencial a partir de los 50 años

Hasta aquí hemos visto que las funciones principales asociadas a la vitamina K están relacionadas con la coagulación, la inflamación y la salud ocular. Pero ahí no queda la cosa, sus propiedades también están relacionadas con la formación de los huesos y con el buen estado del hígado. Todo ello hace que el consumo de alimentos (verduras de hoja verde, sobre todo) con vitamina K sea más que recomendable para las personas a partir de los 50 años, momento en el que es más probable que se inicien los procesos propios de la edad, y que la vitamina K puede contribuir a ralentizar. 

Así se recoge en un estudio llevado a cabo por varios expertos españoles publicado en la Revista Española de Nutrición Humana y Dietética. El documento afirma confirma que “una ingesta óptima de vitamina K en personas mayores es clave debido al efecto potencial de esta vitamina en procesos relacionados con el envejecimiento. Por contra, una deficiencia de la vitamina puede estar relacionada con el deterioro cognitivo.