7 consejos de la neurocientífica Amy Blankson de Harvard para lograr el equilibrio digital, el paso necesario para tu bienestar

Los avances tecnológicos plantean retos y complican algunos hábitos, pero hay que saber aprovecharlos. Los expertos en felicidad explican cómo podemos encontrar el equilibrio digital, ese punto medio en el que puedes conseguir que la tecnología aumente tu bienestar. Aquí tienes 7 consejos que te ayudarán a lograrlo.

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

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mujer joven con el movil
ISTOCK

La era digital y de la comunicación permanente está aquí para quedarse. Podemos criticar lo que queramos de las adicciones a las pantallas, los problemas de acceso de contenido inapropiado para los menores, la falta de desconexión cuando estamos fuera del trabajo, etc. Lo criticaremos y tendremos razón. Pero no podemos borrar el pasado.

Todo avance tiene un tiempo de adaptación. Mientras las autoridades ponen medidas legales para poner freno a algunos de los abusos que se están cometiendo, nosotros también podemos ya sacar lo mejor de las nuevas tecnologías y evitar posibles riesgos.

Hace veinte años un anuncio puso de nuevo de moda una célebre frase del experto en artes marciales Bruce Lee: “Be water” (sé agua). Un genial resumen de que hay que la clave es saber adaptarse. Los mejores psicólogos expertos en bienestar se han puesto manos a la obra para ayudarnos a conseguirlo.

Por qué es positiva la interconexión

La comunicación se ha hecho permanente, gracias a los móviles, las tabletas, los relojes inteligentes y todos los otros utensilios que nos interconectan. Incluso medios más clásicos, como es la televisión, se han adaptado y hoy también es una fuente permanente de intercambio. Podemos decidir cómo, cuándo y qué ver.

Esta interconexión y dependencia cada vez mayor tiene aspectos que son positivos y negativos. Si miramos los pros y contras, los aspectos positivos superan en mucho los negativos.

Ahora tenemos más cerca incluso a los familiares que viven lejos. Y tienes ayuda inmediata si te pasa algo. Hay alarmas que conectan directamente con un médico. También se sabe más: la gente está aprendiendo primeros auxilios gracias a los vídeos de las redes.

Cualquier duda que podamos tener, podemos intentar resolverla al momento sobre cualquier aspecto. Y tenemos acceso a las mentes más privilegiadas que se explican directamente, a través de conferencias, vídeos y textos al alcance de todos.

Cómo conseguir el equilibrio digital

Por supuesto, no todo lo que recibes es interesante. Internet está lleno de mentiras. Hay que saber dónde se busca. Si me permites, los periodistas de medios de referencia, vivimos gracias a eso. A gente como tú que no se cree lo primero que lee y busca fuentes contrastadas. Desgraciadamente, no siempre es así. También nosotros pagamos el desprestigio, porque en prensa se han cometido errores.

Todos estamos aprendiendo sobre la marcha. En esto todos somos niños que experimentan por primera vez. Eso nos lleva a que hemos de encontrar un equilibrio. Esta mal confiar a ciegas en las nuevas tecnologías como es absurdo renegar de ellas.

Eso lo ha explicado muy bien la psicóloga Laurie Santos, una prestigiosa profesora de la Universidad de Yale (Estados Unidos) que admite que las pantallas nos están haciendo “menos sociales, menos presentes, incluso menos felices”.

Por eso plantea la necesidad de que lleguemos a ese cierto equilibrio digital, un punto óptimo en el que podamos utilizar la tecnología y no sentirnos utilizados por ella. No es que la era digital sea maligna. El objetivo es que ni te conviertas en una persona adicta a las pantallas ni abjures de ellas.

Siete consejos para lograr el equilibrio

La neurocientífica estadounidense Amy Blankson trabaja para Naciones Unidas en bienestar digital y colabora con la Universidad de Harvard en el análisis de los retos que supone la Inteligencia Artificial. Blankson ha creado una especie de resumen de cómo llegar a ese equilibrio digital. Estos son los siete consejos que recomienda:

  • Pregúntate “¿de verdad? Cuando vayas a coger el móvil para mirarlo o cuando vayas a encender el televisor, plantéate si de verdad has de hacerlo en ese momento o te va a distraer de algo que tienes pensado hacer o que debes hacer. Pregúntate: “¿De verdad es lo mejor que puedo hacer en este momento?
  • Cuidado con el hilo infinito. Las redes sociales han creado el hijo infinito. Vas pasando con el dedo los vídeos y mensajes sin fin. Unos te llevan a otros. “Estas son las aplicaciones más peligrosas, las que más nos absorben y requieren más de nosotros -advierte Blankson-. Seamos más fuertes a la hora de establecer límites para nosotros mismos.”
  • Ponte frenos. Hay aplicaciones que te avisan cuando llevas un tiempo usando el móvil. Te puedes conectar una alarma o un temporizador. Una señal que te permita saber cuánto tiempo has estado mirando la pantalla. Los psiquiatras sospechan que las pantallas pueden crear adicción. Mueven los mismas recompensas mentales que algunas drogas.
  • Pon tu móvil en gris. En los ajustes del móvil, en la configuración, tienes la posibilidad de ponerlo en gris y negro. Es para ahorrar energía. Tú lo puedes usar para que, sin tanto color, se haga menos atractivo. Quitar el sonido de los vídeos también es útil. Limítate a leer los subtítulos.
  • Esconde el móvil. No lo veas, no lo tengas a mano. Puede estar en el cajón o detrás de ti. No encima la mesa mientras trabajas. Así evitas la tentación de mirarlo a cada instante o en cuanto se ilumina con la llegada de un mensaje.
  • Busca actividades sin pantallas. Oblígate a pintar, leer en papel y relacionarte en persona. A tener un rato para entretenerte con algún juego de mesa, quedar con los amigos en una cafetería.
  • Usa la tecnología para mejorar tu bienestar. Sí es bueno utilizar la tecnología, por ejemplo, para tener un diario digital. Así puedes escribir en cualquier lugar con el móvil o la tableta, y no tener que esperar a estar sentado en casa. También es útil tener una aplicación para meditar. Son actividades que nos dan bienestar y para las que podemos aprovechar la tecnología.