¿Es efectiva la tonificación del abdomen con electrodos?

La electroestimulación muscular se aplica a través de un dispositivo con electrodos que recrean un impulso eléctrico enviado al nervio motor o al músculo. Esto provoca una contracción muscular de manera similar a los impulsos que envía el sistema nervioso central de nuestro cuerpo cuando hacemos ejercicio.

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Tonificación abdomen con electrodos
iStock by Getty Images
Nuria Blasco

Periodista

La zona abdominal es una de las partes del cuerpo donde tendemos a concentrar más grasa y, por tanto, de las que más cuesta tonificar, tanto en hombres como en mujeres.

Para conseguir un vientre más firme podemos ayudarnos de la electroestimulación muscular, pensada para aquellos que no tienen mucho tiempo o poca fuerza de voluntad para ir al gimnasio asiduamente, o bien, quieren tonificar la zona de forma más rápida.

Los electrodos pueden ser un buen complemento al ejercicio y a la alimentación saludable para conseguir un abdomen tonificado.

Jordi Notario, técnico y formador de la Academia DiR, nos explica cómo funciona este dispositivo y sus beneficios. También nos recomienda utilizarlo bajo la supervisión y control de un profesional cualificado para obtener una mayor eficacia y evitar riesgos.

Qué es la electroestimulación muscular

Es una técnica que utiliza impulsos eléctricos localizados para generar contracción a diferentes grupos musculares. Los impulsos son generados desde un dispositivo y transmitidos por medio de electrodos que se sitúan sobre los músculos que se quieren estimular.

Estos estímulos simulan el potencial de acción que realiza el sistema nervioso central y causa la contracción muscular y, como consecuencia, un efecto contráctil similar al que se obtendría ejercitando los músculos.

El dispositivo genera los diferentes impulsos eléctricos a diferentes intensidades, tipo de onda a utilizar, ancho de impulso, frecuencia, tiempos de contracción y de reposo, según el objetivo que queramos trabajar.

A quién va dirigido

Este dispositivo puede usarlo cualquier persona, ya sea para obtener objetivos de rendimiento o estéticos. Además, se considera una herramienta ideal en personas con movilidad reducida o patologías musculo esqueléticas.

Los electroestimuladores se pueden usar en centros de fitness, estudios o centros de fisioterapia. En estos centros podemos encontrar desde aparatos para un trabajo más específico y analítico, hasta tecnología (chalecos), que permiten desarrollar estímulos en todo el cuerpo.

“El electroestimulador muscular se puede usar prácticamente en cualquier parte del cuerpo ya que se utiliza de forma localizada, ayudando tanto en objetivos de tonificación general, como en procesos de rehabilitación, patologías con movilidad reducida o en personas sedentarias”, explica Jordi Notario.

¿Cómo se usa este tipo de tonificación muscular?

Se puede utilizar tanto de forma activa (mientras realizamos movimiento), como de forma pasiva.

En la versión pasiva, la electro estimulación sustituye la contracción voluntaria y es ideal para casos de inmovilización o limitación de movimiento por culpa de patologías o lesiones en fases iniciales para mantener el tono muscular.

Si lo utilizamos mientras realizamos movimiento se debe gestionar bien el momento de la contracción involuntaria provocada por la electro estimulación y la del movimiento voluntario.

“Si se utiliza mientras realizamos ejercicio, debemos entender que durante un acortamiento muscular provocado por la contracción involuntaria, en ese momento se genera un movimiento contrario, lo que provoca un exceso de tensión en fase excéntrica que puede provocar daño muscular, sobretodo en fases iniciales. Lo importante en todos los procesos entrenables es la progresión, la intensidad y la recuperación”, asegura Jordi Notario, por lo que es importante usar este dispositivo bajo la supervisión de un profesional.

Tipos de frecuencia

Se puede usar con diferentes objetivos. Variando la frecuencia de trabajo, se consiguen resultados diferentes:

  • Relajación / recuperación: Frecuencias bajas (menos contracciones por segundo) frecuencias entre 1 y 10 Hz, se liberan endorfinas, aumentamos el umbral de dolor, la vascularización y la relajación.
  • Tonificación muscular: Entre 10 y 50 Hz, mejoramos la oxigenación de los tejidos ejercitaremos las fibras mixtas, estimularemos el músculo de manera global para la mejora del tono y la resistencia a la fuerza.
  • Fuerza resistencia / Hipertrofia: 40 y 80 Hz, trabajaremos la fuerza resistencia y la hipertrofia muscular, aumentando el tamaño de la musculatura.
  • Fuerza Máxima: 80 y 100 Hz entrenaremos la fuerza máxima.
  • Potencia: A partir de 100 Hz la electro nos ayuda para aumentar la potencia muscular.

¿Cuáles son los resultados?

Podemos decir que el entrenamiento electroestimulación y usando los parámetros adecuados, nos ayuda a mejorar diferentes objetivos:

  • Fuerza muscular.
  • Masa muscular.
  • Control neural.
  • Metabolismo oxidativo.
  • Pérdida de peso.

¿Tiene algún riesgo?

Como toda tecnología, el uso que se le da puede suponer un riesgo. Si no se dominan los procesos, intensidades, Hercios, colocación… puede ser causa de contraindicaciones, como rabdomielosis, descrita como la descomposición del tejido muscular por exceso de estrés, que ocasiona la liberación de los contenidos de las fibras musculares en la sangre y puede ser dañino para los riñones.

Aunque solo sucede en casos extremos, hay que tener en cuenta que la percepción de esfuerzo es baja, aunque el esfuerzo real realizado por el organismo es elevado.

La supervisión y control del entrenamiento por un profesional cualificado, minimiza los riesgos y asegura adaptaciones positivas.

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