Embarazada de gemelos: ¿nacerán antes?

Esperar gemelos implica cuidarse más para evitar que el estrés, la sobrecarga de trabajo o el cansancio provoquen que el nacimiento de los bebés suceda antes de lo que sería deseable.

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Embarazada de gemelos
Dra. Pilar de la Cueva
Dra. Pilar de la Cueva

Ginecóloga experta del Comité Técnico de la Estrategia de Atención al Parto

Recibir la noticia de un embarazo de gemelos siempre es un momento para recordar... En pocos minutos te das cuenta de que pronto cambiará la vida de la familia. Después, con más calma, llegan las preguntas sobre lo que va a ocurrir y los cuidados que necesita una embarazada cuando espera dos bebés.

De forma espontánea, uno de cada 80-90 embarazos es de gemelos, aunque la frecuencia real es mayor, porque a veces uno de los dos embriones no llega a desarrollarse, y cuando se realiza la ecografía ya sólo se ve uno.

Es más frecuente si hay antecedentes en la familia y en mujeres de más edad, pero, sobre todo, cuando se trata de un embarazo conseguido mediante técnicas de reproducción asistida o inducción de la ovulación.

tipos de embarazos gemelares

De un óvulo - Univitelinos

  • Un óvulo fecundado se divide en dos (bebés univitelinos). Según el momento en que se produce la división, se generan una o dos placentas y una o dos bolsas amnióticas. Los gemelos univitelinos son genéticamente idénticos. Sucede aproximadamente en el 30% de los casos.
  • Cuando dos gemelos univitelinos comparten la bolsa puede suceder que un bebé reciba más nutrición o más sangre que otro. Requiere una vigilancia más estrecha.

De dos óvulos - Bivitelinos

  • La madre libera dos óvulos que son fecundados por espermatoroizes diferentes (bebés bivitelinos). Hay dos bolsas amnióticas y dos placentas. Los bebés se parecen menos.

Características específicas

Pasada la sorpresa inicial, la experiencia de estar embarazada de gemelos puede llegar a ser muy satisfactoria, si se aceptan los inconvenientes como algo transitorio.

La otra cara de la moneda, que ocurre en pocas ocasiones, son las complicaciones de un embarazo gemelar.

Lo normal es que los bebés estén sanos. Sin embargo, algunas complicaciones no se pueden prevenir, como las que dependen de factores genéticos o congénitos. En general, en estas gestaciones hay una ligera mayor frecuencia de malformaciones. También existen más posibilidades de que la madre tenga la tensión o el azúcar altos.

Cuando los bebés comparten una sola placenta, se deber aumentan los controles a partir del cuarto mes

Cuando los bebés comparten una sola placenta, si ésta no es suficientemente grande o si no funciona a pleno rendimiento, es posible que les falte nutrición y oxígeno.

Si, además, hay un solo saco amniótico, en el caso que compartan la circulación de muchos vasos sanguíneos puede ocurrir que se produzca un retraso del crecimiento de uno de los bebés. En esta situación es necesario aumentar los controles, sobre todo a partir del cuarto mes.

cuándo se dan partos gemelares prematuros

Otras complicaciones sí se pueden prevenir en alguna medida, sobre todo la más temida: la posibilidad de un parto prematuro. El principal motivo por el que se produce un parto antes de tiempo en un embarazo de gemelos es el conflicto de espacio.

Se trata de una cuestión mecánica: cuando el útero llega a un volumen en el que ya hay mucha tensión y distensión, y mucha presión sobre el cuello del útero, se empiezan a producir sustancias que inician el parto.

El miedo a un parto prematuro no debe conducir a realizar una inducción o una cesárea antes de tiempo

Por otra parte, se sabe que estos bebés maduran un poco antes a nivel hormonal, por lo que existe la duda de si lo “normal” es que nazcan al menos 15 o 20 días antes de término, ya maduros.

En principio, si todo va bien, el miedo a un parto prematuro no debe conducir a realizar una inducción o una cesárea antes de tiempo.

La cesárea debe evitarse si no hay motivos que la hagan necesaria, porque tiene muchos más riesgos que un parto vaginal, y la recuperación es más lenta y dolorosa. De cualquier modo, cada caso es diferente y la mujer debe decidir tras recibir la información adecuada del profesional que le atiende.

Si la embarazada empieza a tener contracciones por una infección en el líquido amniótico y se desencadena una amenaza de parto prematuro, el propio cuerpo va a impedir que el parto se detenga aunque se prescriban reposo o fármacos, ya que terminar la gestación es el modo de proteger la vida de la madre y de los bebés.

Pero si la causa es solo el peso de los dos bebés, se debe intentar evitar las complicaciones que supone nacer antes de tiempo:

  • respiratorias
  • inmadurez del cerebro
  • dificultades con la lactancia materna
  • las derivadas de la separación madre-bebé...

Si los bebés nacen pronto

  • La mejor forma de cuidado de un bebé prematuro es el Método Madre Canguro, en el que el bebé está la mayor parte de tiempo posible en contacto piel con piel son su madre.
  • El alimento más adecuado es la leche materna, que además les protege de muchas enfermedades. Una madre bien apoyada puede producir leche para dos sin problemas.
  • Si en un primer momento no pueden mamar directamente del pecho, la madre, con ayuda, y un sacaleches doble, puede extraerse leche, que así ayuda a estimular la producción necesaria y, después, a iniciar la lactancia directa al pecho.
  • Ponerse en contacto con familias de gemelos o prematuros y grupos de apoyo a la lactancia, así como reorganizar la vida familiar para el momento del alta, facilitarán las cosas.

Mejorar el estilo de vida

Si cualquier gestación requiere cuidados que protejan la salud de la madre y el desarrollo del bebé, en el caso del embarazo de gemelos las precauciones deben ser mayores. Muchos de estos cuidados para asegurar el bienestar de los tres dependen del estilo de vida de la madre:

  • La alimentación es clave. Una madre y unos bebés bien nutridos, con alimentos de calidad, van a tener más resistencia ante cualquier incidente. El desarrollo del cerebro y los diferentes órganos de dos bebés requiere consumir suficientes nutrientes esenciales. En general, se aconseja realizar varias comidas al día. Es necesario un aporte adecuado de minerales, grasas esenciales, proteínas, etc. Para ello, es bueno comer ensaladas, verduras, fruta a diario, frutos secos, legumbres... Conviene elegir pescado de tamaño pequeño y carne con poca grasa, porque llevan menos contaminantes y hormonas.
  • Descanso y relajación. Desde el principio, la embarazada de gemelos va a tener más sueño y se cansará más. Es necesario asegurar suficientes horas de sueño nocturno, y realizar al menos un período de descanso durante el día. Para que la espalda no sufra, la posición ideal para dormir es de costado y sobre el lado izquierdo, porque boca arriba el peso del útero y de los bebés dificulta la llegada del riego sanguíneo al útero. También algunas mujeres duermen mejor con una almohada colocada entre las rodillas y con la cabeza algo elevada para evitar el reflujo de los ácidos del estómago.
  • Ejercicio fisico, con cuidado. Realizar algún tipo de deporte suave o actividad física, sobre todo en los primeros meses, puede ser positivo. Así la embarazada tendrá más fuerza para sostener el peso de los bebés, una mejor postura y una mayor flexibilidad de cara al parto. No hay fecha para dejar de pasear o para hacer ejercicios suaves en el agua o estiramientos, pero sí se debe reducir la actividad intensa. Los ejercicios que se enseñan en las sesiones de preparación al parto suelen ser adecuados, incluso para las mujeres que no hacían ejercicio habitualmente antes de quedarse embarazadas.

Prepararse para el parto

Toda información es poca. No solo la mujer puede prepararse física y emocionalmente, también puede hacerlo la pareja. De este modo es posible prever y comentar muchas situaciones que pueden aparecer, sobre todo en el posparto, período en que apenas da tiempo a nada, y menos a pensar o dialogar con calma.

La embarazada de gemelos experimenta un cambio hormonal que impregna su cerebro de forma más potente

Compartir alguna sesión con parejas que ya han tenido gemelos ayuda mucho a tomar conciencia de las cosas importantes a planificar.

La embarazada de gemelos experimenta un cambio hormonal que impregna su cerebro de forma aún más potente que cualquier otra gestante. Para evitar preocupaciones innecesarias, es bueno que conozca los cambios que son normales en un embarazo y las emociones cambiantes que pueden surgir.

Suavizar los tres síntomas más típicos

Algunas molestias del embarazo pueden verse aumentadas. Es importante que la mujer tenga un acceso fácil a la matrona para consultar las dudas que le surjan sobre lo que nota en su cuerpo.

1. Náuseas

En los primeros tres meses a veces se tienen más nauseas matutinas, aunque también pueden aparecer cuando se llevan varias horas sin comer: un signo de que el azúcar está bajando en la sangre.

Hacer comidas poco abundantes pero frecuentes las reduce. También tomar algunos alimentos como el jengibre (en poca cantidad, rallado en una infusión). Y desde luego, no hay que pretender ser superwomen e ir a trabajar después de vomitar varias veces, como algunas mujeres se autoimponen.

2. Digestiones

Las digestiones también se hacen más pesadas. Además, a partir del sexto o séptimo mes, va quedando menos espacio para los intestinos y el estómago, que se mueven con más lentitud.

Resulta de gran ayuda comer poco y con frecuencia, evitando especialmente los alimentos o las cocciones más fuertes, contundentes o que sienten peor (como las frituras).

3. Varices

Pueden acentuarse más que en un embarazo de un bebé, por la compresión de las venas. Se pueden prevenir con:

  • algo de ejercicio que active la circulación sanguínea
  • duchas frías en las piernas
  • medias especiales
  • descansando con las piernas elevadas unos minutos al día.

cuando coger la Baja laboral

Parar a tiempo cuando se trabaja es fundamental para evitar el cansancio excesivo, sobre todo a partir de las 26-28 semanas, cuando el riesgo de tener contracciones aumenta.

Es el momento ideal para dejar el trabajo, si no se ha dejado ya. Las leyes protegen la salud de la gestante, que incluso puede cambiar de puesto o turno en el inicio del embarazo si su salud puede verse perjudicada.