La ansiedad suele ser el síntoma más frecuente en las mujeres que inician un tratamiento de reproducción asistida.
Cuando se inicia un tratamiento de reproducción asistida, ya sea en solitario o en pareja, se empieza con ilusión y esperanza, pero si las cosas empiezan a no suceder como se esperaba, llega la frustración y entonces aparecen los miedos y temores.
Sentir miedo ante la incertidumbre es normal, pero el problema aparece cuando se lleva a un plano irracional. Hasta un 40% de estas mujeres sufren de altos niveles de estrés que les llevan a tener episodios de ansiedad.
Y es que en muchos de los casos, existe una ‘mochila previa’ cargada de nervios y desgaste emocional por no poder conseguir el embarazo de manera natural, por tener que pedir ayuda para encontrar soluciones y por el impacto que implica el diagnóstico de infertilidad.
El Dr. Agustín Ballesteros, director de la Clínica IVI Barcelona, y Diana Guerra, psicóloga de IVI Barcelona, nos cuentan cuáles son las principales preocupaciones de las personas que se enfrentan a un proceso de reproducción asistida, y las claves para gestionar la ansiedad que este tratamiento puede conllevar.
Miedos ante un tratamiento de reproducción asistida
La ansiedad suele ser el síntoma más frecuente en las mujeres que inician un tratamiento de reproducción asistida, sobre todo porque entran en un mundo sanitario desconocido.
“El miedo a que podamos decirles que nunca podrán tener hijos es muy habitual y también el temor a entrar en un ciclo de tratamientos sin saber si algún día estos tendrán éxito”, explica el Dr. Ballesteros.
"Una vez iniciado el proceso,pueden aparecer diversos miedos, uno de los mayores es el temor a que no haya embriones o que estos no sean viables".
También, debido a los foros o a informaciones poco profesionales, estas mujeres suelen tener muchos temores infundados como el miedo a la hiperestimulación, a las hormonas, temor a los pinchazos…
“Algunas veces también se estresan avanzando dificultades, pensando que van a tener que hacer cambio de gameto o que su pareja va a estar en desacuerdo con las decisiones que tengan que tomar”, añaden los especialistas en reproducción asistida.
Por otro lado, permanece el miedo a tener que hacer varios tratamientos antes de alcanzar el éxito y las consecuencias económicas y de tiempo que esto supondrá.
“Actualmente sigue apareciendo cierto temor a que alguien cercano descubra que se hallan en tratamiento o a encontrarse con algún conocido en el centro médico. Para muchas, el hecho de tener que seguir un tratamiento de fertilidad todavía es un tabú”, aseguran.
¿Cómo puede afectar la ansiedad a la vida diaria de la mujer?
Esta ansiedad puede afectarles en su día a día a nivel personal, produciendo alteraciones en su ritmo del sueño y del apetito tanto alimentario como sexual.
Obviamente también puede afectarles a nivel profesional, dado que la ansiedad va acompañada de falta de atención y concentración.
Y por supuesto, la ansiedad puede afectar a su vida familiar y social ya que, por lo general, estas mujeres prefieren no acudir a eventos como celebraciones de embarazos o nacimientos.
¿Cómo Puede afectar la ansiedad a los resultados del tratamiento de reproducción asistida?
“No existe demostración científica basada en la evidencia que demuestre que la ansiedad puede modificar las tasas de embarazo, sin embargo, nosotros creemos que un cuerpo más sano requiere una mente sana”, explica el Dr. Ballesteros.
“Es evidente que cuanto mejor esté el ánimo de una mujer, más sencillo será para ella y para nosotros hacer un tratamiento, así como la adherencia y cumplimiento del tratamiento que hayamos pautado”.
Recomendaciones médicas para gestionar la ansiedad durante el tratamiento de fertilidad
Una de las situaciones que más angustia genera es la betaespera, es decir, el tiempo que pasa desde que la paciente se hace la inseminación artificial (o la transferencia de embriones, en el caso de una fecundación in vitro), hasta el día que obtiene el resultado de la prueba de embarazo en laboratorio.
Se le llama coloquialmente así, betaespera, porque el embarazo se confirma mediante la presencia de hormona beta-hCG en sangre. Este período suele tener una duración de entre 9 y 14 días, en función del momento en que haya sido realizada la transferencia.
Cada mujer es diferente y cada pareja también, pero en general, la recomendación básica durante el tiempo de espera es tratar de conseguir un buen estado de bienestar.
“Solemos recomendar no centrarse únicamente en el resultado de la beta y disfrutar de su vida diaria el máximo que puedan sin obsesionarse con hablar sobre el tema ni comprobar constantemente cómo se encuentra su cuerpo o si está dando alguna señal”, explica la psicóloga Diana Guerra.
Pautas para sobrellevar la betaespera
Para afrontar esta etapa, es clave disponer de herramientas que ayuden a sobrellevar esta espera de la mejor manera posible:
- Intentar no analizarse continuamente. Observar cada detalle de si se produce alguna señal física que pueda indicar un posible embarazo o comprobar constantemente si tenemos la menstruación, solo lleva a conductas obsesivas muy poco saludables.
- Se debería evitar hablar del tema constantemente. Está bien hablar de nuestros sentimientos, ya que esto nos ayudará a manejarlos, pero no hay que dejar que estas conversaciones monopolicen nuestra vida y nos hagan retroalimentarnos. Esto aplica también a preguntas insistentes de nuestros amigos y familiares.
- Realizar actividades que nos mantengan la menteocupada, mejor si son al aire libre. De esta manera, potenciaremos pensamientos más optimistas y nos desesperaremos algo menos.
- Confiar en los profesionales que te están tratando. Consultar en internet, en páginas poco fiables con información no contrastada científicamente, solo conseguirá que esta espera sea más difícil y que la ansiedad aflore.
- Resistir la tentación de hacer pruebas caseras. No se recomiendan porque se puede dar un falso positivo o negativo de un test que nos va a llevar a tener una idea preconcebida del resultado de laboratorio, con el consecuente impacto en el estado de ánimo.
- Centrarse en el presente. ¿Pensar en “y si…?” solo generará agobio y malestar, ya que las emociones están a flor de piel. Solo evitando este bucle vicioso y dejando que el tiempo fluya, la espera será más llevadera.
La importancia de la gestión emocional de la mujer
En este tipo de procesos las emociones cambian continuamente. Al empezar un tratamiento la mayoría de las personas piensan que van a ser afortunadas. En el caso de que no sea así, las emociones pueden ser muy diversas, la ansiedad y la tristeza son las más frecuentes.
“Para nosotros la salud mental es prioritaria tanto al inicio como durante el largo camino que puede suponer un tratamiento de reproducción asistida. En nuestros centros existen Unidades de Psicología, ya que consideramos que el abordaje de la Infertilidad ha de ser un abordaje holístico y que el consejo y apoyo emocional de nuestros psicólogos será importante tanto al inicio como en todo momento del tratamiento e incluso durante el embarazo o después del parto”, afirma el Dr. Ballesteros.
Por este motivo, los especialistas en reproducción asistida aconsejan siempre a las pacientes que no duden en contar con apoyo psicológico para beneficiarse de la ayuda imprescindible que estos les pueden brindar en cada momento del proceso.