Aunque en la mayoría de casos los calambres no suponen un trastorno grave, lo cierto es que provocan un dolor intenso y muy desagradable durante unos segundos. Si los sufres con frecuencia debes saber que modificar ciertos hábitos puede ayudarte a evitarlos.
QUÉ PUEDE PROVOCAR UN calambRE
Es habitual que popularmente llamadas "rampas" ocurran durante o después del ejercicio, pero también es cierto que a veces se originan cuando estamos descansando, sobre todo por la noche.
Y si bien un calambre puede sufrirlo cualquier músculo del cuerpo, suele afectar con mayor frecuencia al muslo (tanto por delante como por detrás) y a la parte posterior de la pierna o pantorrilla.
- La falta de minerales como el potasio o el magnesio y la carencia de algunas vitaminas del grupo B influyen en la intensidad y frecuencia de los calambres. De hecho, justo cuando estos suelen aparecer en reposo, por la noche, pueden indicar falta de minerales. En cambio, una dieta rica en frutas y verduras ayuda a prevenirlos.
- El uso de diuréticos y las diarreas frecuentes pueden provocar deshidratación y al perderse electrolitos y sales minerales los calambres pueden aparecer más fácilmente. Mantenerse hidratado, sobre todo si se practica ejercicio físico, disminuye el riesgo.
- También es cierto que algunos medicamentos pueden provocarlos: antihipertensivos, broncodilatadores, fármacos para el colesterol... Si te ocurre informa a tu médico.
- Por otra parte, el abuso del alcohol, la insuficiencia renal, el hipotiroidismo, la anemia, la cirrosis hepática, la menstruación, el embarazo o incluso las fracturas óseas provocan una hiperexcitación de los nervios que estimulan los diferentes músculos, lo que da lugar a los calambres.
Cómo SE PUEDEN EVITAR
Parece que es algo espontáneo que aparece sin más pero puedes tomar algunas medidas para que no sea algo frecuente. Fíjate:
- En la práctica de ejercicio es muy importante hacer unos buenos estiramientos antes y también después del deporte realizado (sobre todo si no lo practicamos habitualmente o si se va a hacer un esfuerzo importante).
- Además, tienes que aumentar el consumo de frutas, verduras, hortalizas y frutos secos para que tu cuerpo esté preparado para gastar energía y no tenga carencias en un moento donde le "exigirás" más. Evitar los ambientes excesivamente calurosos para hacer deporte.
- Si sufres calambres nocturnos en los gemelos y en los pies sin causa aparente puede tratarse de calambres nocturnos idiopáticos, es decir, con una base genética. Suele haber un historial familiar con esta patología en la que no se encuentra alteración que los justifique. En caso de sufrirlos, la prevención consiste en realizar estiramientos todos los días durante 10 o 15 minutos justo antes de acostarse, mantener una hidratación adecuada con agua y una dieta rica en alimentos con calcio y magnesio, así como realizar ejercicio físico habitual.
- También puede funcionar un pequeño masaje sobre el músculo afectado, tratando de estirarlo todo lo que se pueda. El calor puede ayudar a relajar el espasmo, por lo que los paños calientes suelen aliviar el dolor. Pero una vez ha cesado la contracción, si la zona permanece dolorida (puede hacerlo hasta 24 horas después del calambre) es el frío el que puede beneficiarte. Los antiinflamatorios en crema aplicados mediante un masaje son otra de las opciones con las que cuentas para reducir las molestias.
Realizar estiramientos en los gemelos antes de ir a la cama los evitará durante la noche
De todos modos, si los calambres son muy intensos, no desaparecen al realizar el estiramiento del músculo y este sigue contraído y no podemos relajarlo o dura mucho tiempo, hay que consultar con el médico para que verifique la causa mediante pruebas como las analíticas que determinan si el riñón funciona correctamente o si es posible que exista algún déficit de vitaminas o de minerales.
A VECES, APARECEN POR ALGÚN TRASTORNO
Se ha demostrado que las personas con determinados trastornos de salud tienen mayor predisposición a sufrir calambres y a hacerlo más a menudo.
- La diabetes tipo 2, en especial en situaciones de hipoglucemia (cuando el nivel de azúcar en sangre cae por debajo de lo normal), ocasiona calambres en el 90% de los casos. Y es que la gran cantidad de azúcar en los tejidos perjudica el buen funcionamiento muscular. Según el Dr. Marcos Paulino, portavoz de la Sociedad Española de Reumatología (SER), "hay estudios que demuestran que en estos casos los espasmos mejoran tomando suplementos de L-carnitina". Pero es preferible hablarlo antes con el médico.
- La mala circulación –que se manifiesta en problemas vasculares como las varices o la flebitis (una inflamación de las venas) en las piernas–, también causa molestas contracciones involuntarias. "Al acumularse líquido en gemelos y tobillos, el músculo necesita más oxígeno y es cuando aparecen los calambres", explica el Dr. Paulino.
- El hipotiroidismo, un problema de funcionamiento de la glándula tiroides que hace que el metabolismo vaya más despacio, suele provocar en las personas que lo sufren espasmos involuntarios en sus extremidades.
- En la esclerosis múltiple las "sacudidas" musculares dolorosas son una de sus principales manifestaciones. De hecho, hasta un 85% de las personas con esta enfermedad degenerativa padece calambres de distinta intensidad, según la Federación Internacional de Esclerosis Múltiple.