Con el paso del tiempo, uno de los aspectos que más se resiente en la vida sexual de las parejas es el deseo. Es habitual pasar temporadas más o menos prolongadas en las que este apetito disminuye o incluso, desaparece.
Ahora bien, dado que los factores que intervienen en este proceso son numerosos y de origen diverso, las soluciones que se plantean proceden de ámbitos distintos como la psicología o la nutrición.
En este artículo nos centramos en la nutrición y en cómo la composición de los alimentos puede intervenir con mayor o menor influencia en el despertar y fortalecimiento de la libido.
- La actividad sexual está regulada por las hormonas sexuales (estrógenos, progesterona y testosterona). Estas se sintetizan en el organismo y la alimentación puede influir en su equilibrio. Cuando su concentración no es la adecuada, provoca alteraciones funcionales. Incluso podría pasar que disminuyera el interés por mantener relaciones.
- En la siguiente galería hemos seleccionado algunos de los alimentos que con más frecuencia suele relacionarse con la activación del deseo sexual.
alimentos que apagan "las ganas"
Una buena alimentación es clave para conservar niveles adecuados de deseo sexual. Sin embargo, existen algunos alimentos que inciden directamente en los niveles hormonales o que afectan la circulación sanguínea, disminuyendo en última instancia el deseo sexual. Entre ellos:
- Carnes rojas. Las carnes son ricas en proteínas y zinc, pero también en grasas saturadas que, en exceso, pueden empeorar la circulación sanguínea. No conviene comerlas en grandes cantidades.
- Brotes de soja. Algunos autores creen que su consumo excesivo puede provocar bajos niveles de testosterona en los hombres. Sin embargo, hay estudios que demuestran que no existe relación entre la ingesta de soja y los niveles de testosterona.
- Regaliz. Esta planta no favorece nuestro apetito sexual porque contiene fitoestrógenos, que afectan a los niveles de testosterona y debilitan el deseo.
- Alcohol. Consumido con moderación no daña tu libido, pero si bebes demasiado ten por seguro que no te va a favorecer, ya que el exceso de alcohol en el organismo pueda causar problemas de erección o dificultades para llegar al orgasmo.