Nuestro cuerpo necesita líquido para mantenerse sano y realizar sus funciones correctamente. Y cuando llegan las altas temperaturas es más importante que nunca proporcionarle la cantidad adecuada, porque perdemos más líquidos con la transpiración, además de con la respiración, la orina...
Todos tenemos claro que hay que beber, pero si consumimos suficientes frutas y verduras ya tendremos mucho ganado. Y es que, aunque no lo parezca, en la mayoría de los casos más del 90% de su peso es agua.
Una manera de asegurarte su presencia en la dieta, más allá de tus comidas principales, es añadirlos, aunque sea en pequeña cantidad, en momentos inesperados: el desayuno, como aperitivo...
Mientras no lleguen los mejores melocotones, melones y sandías, disfruta de la jugosidad de estos vegetales.
Pepino: un todoterreno que merece más presencia
GettyImages
Es la hortaliza con más cantidad de agua, lo que no quita que también aporte micronutrientes interesantes, como la vitamina C o el potasio, y, en menor proporción, folatos y betacarotenos. Para aprovechar estos últimos, tómalo con piel. Fíjate en estas propuestas:
- Un aperitivo ligeramente picante. Lava un pepino (si es de piel fina, no se la quites) y córtalo por la mitad a lo largo. Macéralo durante 1 hora en: 2 cucharadas de salsa de tomate, 2 cucharadas de cebollino picado, 1 cucharadita de ajo molido, 1 cucharadita de cayena, 3 cucharadas de aceite de oliva, 1 cucharadas de vinagre de manzana, sal y pimienta. Trocéalo y sírvelo en dados de 1/2 cm.
- Queda perfecto en ensalada con pulpitos en conserva. Córtalos en trozos medianos y combínalos con cebolleta, dados de pimiento rojo y unas hojas de rúcula.
- En una tostada integral con queso ligero y salmón ahumado es perfecto como desayuno.
La nectarina es una de las frutas con más líquido
Archivo Rba
Fibra soluble, betacarotenos, vitamina C y una buena dosis de líquidos en un solo bocado. La nectarina, de pulpa crujiente y gustosa, da mucho juego en la cocina. Te propongo tres ideas:
- Para dipear. Mezcla una nectarina cortada en daditos con queso de untar ligero, un picadillo de los frutos secos que más te gusten y berenjena asada y picada.
- Si te gusta innovar, prueba esta tosta. Unta una rebanada de pan integral de semillas con una pasta de aguacate (aplasta su pulpa con un tenedor y alíñala). A continuación, dispón media sardina en aceite de oliva o un trozo de caballa, y termina distribuyendo unas láminas finas de nectarina por encima. Sazona con sal negra.
- También en una ensalada. Trocéala y sírvela concanónigos, escarola rizada, cebolla morada y nueces.
Cerezas, ideales para proteger la piel y los ojos
GettyImages
No solo nos hidratan, también benefician a nuestro sistema inmunitario por su vitamina C, a nuestra piel por sus carotenos, a los ojos por su zeaxantina... Y las puedes tomar de muchas maneras.
- Inclúyelas en un plato lleno de contrastes. Lava y deshuesa las cerezas (existen vaciadores que facilitan la tarea). A continuación, ponlas en un bol con tomatitos cherry amarillos, gajos de naranja cortados por la mitad, dados de aguacate y unas bolas de mozzarella. Aliña a tu gusto y termina con unas semillas de amapola o de sésamo negro.
- Un gran cóctel sin nada de alcohol. Lleva 200 g de cerezas licuadas, 50 ml de zumo de pomelo (o naranja), el zumo de 1/2 lima, 50 ml de tónica y unos cubitos de hielo.
- Combinan muy bien con queso y pueden dar un toque distinto a un nutritivo gazpacho.
El calabacín, además, cuida de tu estómago
Depositphoto
Destaca por su agua pero también por su contenido en mucílagos, una fibra gelatinosa que beneficia a todo el aparato digestivo y “atrapa” el colesterol.
- Disfrútalo a cucharadas. Pocha cebolla, añade calabacín pelado y troceado, y deja pochar durante 2 minutos más. Mójalo con caldo, cocina 5 minutos, añade la piel y apaga el fuego; deja enfriar y tritura. Puedes incorporar un chorrito de bebida de almendras.
- Bastoncitos crujientes. Haz tiras finas, salpimiéntalas y déjalas reposar 10 minutos. Enjuágalas, espolvoréalas con curry, cebolla picada y parmesano, y hornéalas.
El pimiento te llena de vitaminas y minerales
GettyImages
Rico en vitaminas C, K, B6 y provitamina A, conviene elegir los más grandes y carnosos. Los más frescos tienen el tallo verde, firme y crujiente, y la piel, brillante, lisa y sin manchas.
- Perfecto para servirlo relleno. Pártelos por la mitad a lo largo y ásalos, aunque si te encanta su sabor, también puedes dejarlos crudos. Para llenar su interior mezcla alubias blancas cocidas, atún en aceite de oliva, daditos de tomate, cebolla y aceitunas verdes en trocitos y unas uvas pasas.
- En una ensalada supervitamínica. Corta dos pimientos en tiras de 1 cm de grosor, escáldalas 10 segundos y deja que se enfríen. Corta un ajo en láminas finas, una cebolleta en rodajas y ponlos en una bandeja honda con 2 cucharadas de aceite de oliva, 2 cucharadas de aceite de nueces o sésamo, pimienta rosa y sal, añade los pimientos y deja macerar 2 horas.
- También se pueden rellenar con pisto, un revuelto de setas o una brandada de bacalao.
Espárragos blancos: la joya del huerto
Archivo Rba
La clave para cocerlos es unirlos y colocarlos en el agua cuando hierva suavemente, dejando las yemas sin cubrir. En 10-15 minutos ya podrás disfrutar de una hortaliza suave y sabrosa, que aporta folatos, carotenos, potasio y fósforo. Innova con estas dos ideas:
- En un pincho. Córtalos en porciones de 3 cm, envuélvelos con una tira de salmón ahumado y pínchalos. Sírvelos con una salsa hecha con 4 cucharadas de queso para untar ligero con perejil picado, zumo de limón y 1 cucharadita de mostaza.
- ¡Rebozados al horno! Pásalos por huevo y pan rallado grueso (o panko, un pan rallado en escamas japonés).
Lechuga, un ingrediente no solo para ensaladas
Archivo Rba
El buen tiempo nos trae lechugas deliciosas, pero hoy nos vamos a centrar en la iceberg, fácil de limpiar y conservar, y de la que se aprovecha casi todo. Es ideal para platos como estos:
- Escógela muy prieta para un montadito. Córtala por la mitad, luego en cuartos y, cada cuarto en tres partes procurando que no se desmonten. Pínchalos con una brocheta de madera y báñalas con un picadillo de jamón serrano, nueces, aceitunas, tomate seco y aceite de oliva.
- Un batido saciante y nutritivo. Pon en el vaso de la batidora media lechuga, una manzana granny smith, el zumo de medio limón, 12 hojas de espinacas, 1 cucharada de semillas de chía y un poco de agua. Puedes acabar de sazonarlo con un chorrito de aceite de oliva y un poco de sal.
- Una guarnición original. Con apio, zanahoria, maíz y sésamo, aliñados con limón y aceite, acompaña genial a un pescado.
Platos de cuchara que suman líquidos
Ya te hemos propuesto alguna idea, pero te ofrecemos más para que disfrutes de sopas refrescantes, que sacian, hidratan y nutren a partes iguales.
- Crema de rúcula con trocitos de pera. Rehoga puerro, patata y rúcula con algo de aceite. Riega con caldo vegetal, cuece hasta que la patata esté blanda, salpimienta y tritura. Sírvela con daditos de pera salteados con un picadillo de ajo.
- Vichyssoise de apio y manzana. Pela apio y córtalo en pequeñas porciones, rehógalo con unas gotas de aceite y agrega dados de manzana golden. Riega con caldo, salpimienta y cuece hasta que reduzca a la mitad. Tritura y cuela.
- Crema de lechuga y espinacas. En este caso no escojas la iceberg, sino la romana u otra variedad de hoja más sabrosa. En una base de puerro y patata cocidos, incorpora espinacas y hojas de lechuga troceadas y cocina pocos minutos. Puedes añadir nata vegetal para dar cremosidad sin cargarla de grasas.
Haz que el agua sea mucho más atractiva
Con las altas temperaturas tenemos que mantenernos hidratados y estos alimentos van a aportar su granito de arena. Pero si eres de las que les cuesta beber agua durante el día, estas ideas pueden ayudarte a consumir una mayor cantidad.
- Cubitos de hielo especiados. Reparte en una bandeja para cubitos ralladura de lima, naranja y limón. Agrega también un picadillo de hierbabuena y salvia. Rellena con zumo de naranja y congela. Una vez congelados, añádelos a tu vaso de agua o zumo (aunque ya sabes que la fruta siempre es mejor comerla a mordiscos que en zumo). Enfrían, aromatizan y proporcionan sabor.
- Con agua de coco y limón. Así consigues, además, una bebida antioxidante. Mezcla una taza de agua con 1/2 de agua de coco y zumo de limón.
- Manzana y aromática canela. Esta vez deja la fruta lavada y troceada en una jarra de agua y añade unas ramitas de canela.