No es nada raro que los más pequeños tengan problemas al caminar o que anden de manera diferente por tener un problema podológico.
Seguro que conocemos a alguien que de pequeño ha tenido ‘pies planos’ o ‘pies zambos’ o cualquier problema de este tipo. Es una condición bastante frecuente en la infancia: en España, alrededor del 50% de los niños y niñas en edad escolar tienen alteraciones podológicas.
Caminar "diferente" puede indicar una alteración podológica
Según datos proporcionados por el Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad de Madrid (COPOMA), los estudios realizados en España muestran una prevalencia de alteraciones podológicas del:
- 50% entre los escolares de 3 a 5 años.
- 48,7% de los escolares de 6 a 10 años.
- 52,2% de los escolares entre 11 a 15 años.
Los signos de alerta
Lo importante es que estos problemas tienen solución y será mucho más rápida y eficaz si el problema se detecta cuando antes. Por ello, es importante saber estar alerta de si nuestro hijo puede o no tener un problema a la hora de caminar.
El Dr. Francisco Matías Martín, Colegiado de Honor del COPOMA alerta de los signos que indican que el pequeño puede tener un problema de pies.
Observa si:
- Meten o sacan la puntera.
- Derrumban el pie (hacia dentro o hacia afuera).
- Juntan o separan las rodillas.
- Deforman o desgastan mal el calzado (más por la un lado que por otro).
- Talonean o andan de puntillas.
- O cualquier detalle que te haga sospechar que camina "diferente".
Para asegurar un buen resultado hay que tratar el problema de los pies antes de los 8 años
Si observas en tu hijo alguno de estos signos o ves algo ‘anormal’ cuando camina, acude al médico cuanto antes, para así tener mayores probabilidades de que el problema se corrija. Cuanto antes, mejor.
Está comprobado que si el problema en cuestión se trata antes de los 8 años, el éxito del tratamiento será altísimo. Sin embargo, "a medida que nos vayamos alejando de esa edad, lasposibilidades de llegar a buen fin también van disminuyendo", afirma el Dr. Matías.
Los problemas ortopédicos más frecuentes
El Dr. Matías Martín expone cuáles son los 5 problemas más frecuentes en niños.
- Pie plano flexible. Es una disminución del arco plantar longitudinal con mucha flexibilidad en las articulaciones. Tienen muchas probabilidades en la corrección si fuera necesario. En algunos casos, se corrigen de forma natural.
- Pie plano rígido. La bóveda plantar está disminuida con una desviación del talón hacia fuera. Cuando el niño se pone de puntillas no corrige el arco longitudinal interno. Fíjate: cuando al niño que tiene un pie plano flexible lo ponemos de puntillas, el talón se pone y se alinea en su sitio, mientras que el niño con pie plano rígido no. El talón va hacia fuera.
- Pie cavo. Es todo lo contrario del pie plano. El pie cavo es cuando el arco longitudinal interno es más elevado de lo normal. La superficie de apoyo es menor que en el pie plano y provoca una inestabilidad y hay una disfunción muscular con tensión en toda la musculatura.
- Clinodactilia. Los dedos de los pies sufren una desviación. Suele ser congénita. Suele ser infraducto (cuando el dedo cuando el dedo se monta por debajo del dedo adyacente) o supradecto (cuando el dedo se monta por encima, cuando está dorsal).
- Pie genu valgo/ Pie genu Varo. El primero es cuando las rodillas se forman en forma de "X". Y el segundo, pie genu varo, cuando las rodillas se separan en forma de "C".
- Asimetrías. Son muy importantes por pasar inadvertidas y pueden provocar patologías y limitaciones en la capacidad funcional en el futuro.
Cuál es el tratamiento:
- Todos los tratamientos conservadores son ortopodológicos (soportes plantares, férulas, prótesis de silicona, etc.), y siempre dependen de la edad del niño.
- En la mayoría de ocasiones son combinados con terapia física y osteopática.
- Cuando se han agotado todos los recursos, por no haber dado resultados, se puede recurrir a la cirugía ortopédica pero eso ocurre en casos muy particulares.
La importancia del calzado en la infancia
En la población infantil -si no hay ninguna patología que lo indique- el calzado se debe a unos patrones de calzado saludable, con unos mínimos de requisitos. Según nos informa el Dr. Matías, éstos deben ser:
- De 0 a 4 años: Revisarlos cada 2 meses y con que protejan del frio, humedad, tengan suela lisa, puntera redonda o cuadrada, es suficiente.
- De 4 a 7 años: Revisarlos cada 6 meses. Holgura interior de 10 a 15 mm, suela sobre 10 mm, contrafuerte rígido, abrochamiento alto con lengüeta, puntera redonda o cuadrada y material de corte flexible.
- De 7 a 14 años: El patrón de marcha va adquiriendo la fórmula adulta. Revisar cada 3 o 4 meses. Holgura entre 10 y 15 mm., entresuela de 15 mm, en niñas de 20 mm, abrochamiento alto con lengüeta, y puntera redonda o cuadrada con material de corte flexible.
Las consecuencias de no cuidar los pies
En la población general, 8 de cada 10 personas tienen problemas o trastornos que provienen de un mal cuidado de sus pies en la infancia, repercutiendo a una mala salud de espalda, caderas, rodillas y tobillos. Piensa que muchas veces tu dolor en otra zona del cuerpo puede deberse a que caminas mal.
Por ello, el Colegio Oficial de Podólogos de Madrid hay lanzado la campaña 'Expertos en nada', para poner en valor a todo la población, niños y adultos, de la importancia de acudir al podólogo.
quién debe prestar más atención
Por la edad, por los hábitos o por alguna enfermedad previa, hay quienes deben tener especial cuidado en sus pies:
- Niños pequeños
- Deportistas
- Diabéticos
- Mujeres, por el uso de tacones
- Jóvenes que siguen las "modas" del calzado
- Colectivos con trabajos que requieren estar horas de pie o actividad física intensa