El cordón está formado por dos arterias y una vena enroscadas en espiral, que conectan a la madre y el bebé a través de la placenta. Ésta absorbe oxígeno, azúcar y muchos otros nutrientes de la sangre de la madre y los lleva a través del cordón hasta el ombligo del bebé. Desde allí llegan al corazón y se distribuyen por todo su organismo.
Luego, la sangre vuelve al cordón umbilical llevando de regreso sustancias que hay que eliminar y que pasan a la sangre de la madre, que se encargará de expulsarlas por sus riñones y su respiración.
- El bebé aún no puede respirar para desprenderse del exceso de CO2, ni su riñón está suficientemente maduro para eliminar los deshechos del metabolismo.
la función del cordón tras el parto
El cordón transfiere al bebé, en solo dos minutos que se le deje continuar latiendo, tanto hierro como en seis meses de lactancia materna.
- Y en tres minutos, el bebé obtiene de 40 a 50 miligramos de hierro por kilo de peso corporal, es decir, alrededor de un 70% más de la cantidad de hierro presente en su cuerpo al nacer.
- Por su parte, la anemiaen el primer año de vida impacta en el desarrollo de la función mental y neuromotora, y altera la inmunidad y la regulación hormonal.
La Organización Mundial de la Salud recomienda postergar la sección del cordón umbilical 3 minutos, y en las Guías del Ministerio de Sanidad sobre atención al parto también se indica: “Se sugiere como conveniente el pinzamiento del cordón a partir del segundo minuto o tras el cese del latido”.
por qué no cortar tan rápido
Cuando el bebé ya ha nacido, el cordón umbilical continúa latiendo proporcionándole sangre oxigenada. Hasta que realiza la primera inspiración hay un pequeño lapso de tiempo en el que aún no recibe oxígeno a través de los pulmones.
- Iniciar la respiración es un sofisticado y complejo proceso que casi siempre sucede por sí solo y sin problemas.
El cordón late pasando sangre al bebé una vez ha nacido
- Pero cada bebé tiene su ritmo. Cuando inspira y consigue despegar por primera vez sus alveolos pulmonares, empieza a recibir oxígeno en su sangre, que llega al corazón rebosante del gas vital y produce una cadena de sucesos fisiológicos mediante los cuales toda la circulación sanguínea cambia de dirección.
- Así se cierran conductos que sólo funcionan durante la vida intrauterina. Después, el cordón se colapsa y deja de latir.
De las sustancias que lleva la sangre del cordón, sólo hay una que el bebé no puede de dejar de recibir en ningún momento: el oxígeno.
Unos minutos sin él podrían suponer una lesión en su cerebro. Esos primeros momentos en que el bebé aún no respira, y que pueden durar en algunos casos hasta más de un minuto, no son peligrosos porque el cordón umbilical sigue latiendo y suministrando oxígeno.
UNA REACCIÓN DE ESTRÉS
Los mamíferos, especialmente los humanos, estamos muy bien dotados para la supervivencia. Al cortar el cordón e interrumpir de inmediato el flujo de oxígeno se produce una reacción de estrés que acelera el despegamiento de los pulmones.
- Los bebés sanos suelen tener la capacidad de pasar unos momentos sin oxígeno sin secuelas. Pero que muchos bebés se adapten bien a esta práctica con un sobreesfuerzo, no quiere decir que sea lo mejor, aunque se lleve haciendo muchos años.
Cuando se les priva de oxígeno, los bebés muestran estrés –al fin y al cabo es una situación de asfixia–. Si tras el corte del cordón el bebé logra iniciar la respiración pronto, no suele haber daño posterior.
- Si le cuesta, a veces sufre alteraciones en el tono, coloración, latido cardiaco, movilidad o temperatura, y puede necesitar maniobras de reanimación que se hubieran evitado manteniendo un aporte extra de oxígeno por el cordón.
EN CASO DE URGENCIA
Durante décadas, se ha pensado que cortar enseguida el cordón umbilical era lo correcto. Pero a la luz de los estudios científicos, se ha comprobado que es mejor esperar.
Hay excepciones en que es aconsejable un corte rápido:
- Cuando un bebé tiene un problema serio y no se puede tratar encima de la madre, ante una hemorragia o urgencia vital de la madre, etc.
Si el bebé sale con vueltas de cordón hay que cortarlo rápido
- Si cuando nace el bebé, sale la cabeza y se ve que tiene una o varias vueltas de cordón en el cuello que tiran demasiado, o que hacen que el cordón no pueda latir, en ese caso sí hay que cortarlo para desenroscarlo de su cabeza y que no tire cuando salga el resto del cuerpo. Pero la mayoría de las veces las circulares son flojas y se pueden soltar sin que sea necesario cortar el cordón.
- No cortar el cordón favorece también el contacto piel con piel con la madre. Allí no perderá temperatura si se tapa a ambos con una sábana o manta y se coloca al bebé un gorrito en la cabeza.
Casos en los que aún es más necesario
- Líquido amniótico teñido. Si las aguas han tomado un tono verde porque el bebé ha hecho su primera deposición dentro del útero o en el transcurso del parto, habitualmente la matrona o pediatra aspiran la boca y las vías respiratorias del bebé para prevenir que no aspire este líquido (meconio) que podría irritar los pulmones y causar una neumonía o dificultad para respirar. En estos casos es especialmente útil no cortar pronto el cordón para retrasar lo más posible la primera inspiración, intentando limpiar antes la boca y la nariz del bebé. Esta maniobra se puede realizar con una sonda mientras el bebé está encima de la madre.
- Sufrimiento en el parto. Cuando un bebé ha pasado por esta situación es especialmente sensible a la privación de oxígeno. En el momento en que la respiración se inicia, gran parte del volumen de sangre se dirige hacia el pulmón, en detrimento del cerebro, agravando aún más la situación. Mantener el cordón latiendo y aportándole oxígeno es una ayuda extra para su recuperación y para evitar posibles secuelas.
¿y en caso de cesárea?
No cortar el cordón precipitadamente sigue siendo importante. Así el bebé gana tiempo para adaptarse a la vida exterior y comenzar a respirar.
- Con paciencia. Durante una cesárea, cuando se saca al bebé del útero el cordón umbilical aún late con fuerza y está unido a la madre a través de la placenta. En la gran mayoría de estos casos se puede esperar un poco y cortar el cordón con calma, tras limpiar las secreciones de la nariz del bebé si el líquido amniótico estaba teñido.
- Menos fármacos para el bebé. Si se usa anestesia general –caso infrecuente en la actualidad– retrasar el corte del cordón permite al anestesista añadir oxígeno y disminuir la cantidad de anestésicos en la sangre del bebé. Tras el corte puede aumentarlos, para que la madre esté más anestesiada mientras acaban la intervención.