Desde hace algunos años, se han introducido nuevas tendencias en la alimentación infantil durante el primer año de vida.
El más importante sin duda ha sido confirmar que la lactancia materna es el mejor alimento para el bebé y que se recomienda que sea el único alimento durante los primeros 6 meses de su vida.
A partir de los 6 meses y hasta el año -los 12 meses- se introduce lo que se conoce como alimentación complementaria. La alimentación complementaria, también conocida como “beikost”, abarca todo el tiempo en el que se le ofrecen alimentos de forma progresiva al bebé hasta llegar a la alimentación completa.
Cómo introducir la alimentación complementaria
Los momentos y las formas de introducir la alimentación complementaria están enormemente influenciados por el entorno cultural. Este entorno marca las costumbres y los hábitos propios de cada lugar, de cada familia, así como la accesibilidad a unos u otros alimentos.
En nuestro entorno la introducción “clásica” se realiza mediante triturados.
- Consiste en ir incorporando alimentos de forma progresiva, que se trituran para facilitar la deglución del bebé. Este triturado poco a poco pasa a ser más “consistente” hasta que se produce el tránsito a alimento sólido, en un proceso acompasado de maduración de las estructuras de la boca, incremento de las capacidades psicomotoras e interés natural del pequeño.
Saltarse el triturado
Pero las nuevas tendencias consisten en “saltar” la fase del triturado para ofrecer al bebé directamente alimentos sólidos.
- Obviamente el paso no es de nada a todo. Los alimentos que se ofrecen en primer lugar son blanditos y fácilmente gestionables con las manitas y la mandíbula del lactante, para ir incrementando la complejidad en semanas sucesivas.
Hay que empezar con alimentos blandos y que el pueda coger solo
Esta forma de empezar a comer "entero" sin pasar por las clásicas papillas se conoce como “baby led weaning” o alimentación guiada por el bebé.
Ventajas de los triturados
Cada familia puede escoger qué forma de alimentación es la más adecuada para su bebé y sus circunstancias. Los triturados tienen una serie de ventajas:
- Podemos introducir una gran diversidad de alimentos desde el principio.
- Controlamos la cantidad de comida que el bebé ingiere.
- No tenemos que dedicar tanto tiempo a la cocina.
- El bebé come en menos tiempo y “ensucia” menos.
- Existe menos riesgo de atragantamiento.
beneficios de comer con trozos
Para iniciar la alimentación complementaria con trozos deben cumplirse una serie de condiciones:
- El bebé debe mantenerse sentado de forma autónoma.
- Debe tener accesibilidad a la lactancia materna.
- Tiene que ser capaz de coger los alimentos por si mismo.
Las principales ventajas de la alimentación con trozos son las siguientes:
- El bebé regula mejor su sensación de hambre y saciedad y guía la introducción de nuevos alimentos. Se supone “más respetuosa” con las necesidades y gustos del bebé.
- El momento de la comida es desde épocas iniciales de la infancia un momento en familia. El bebé se sienta a la mesa con los demás personas de su familia ya que come "lo mismo" (obviamente adaptado al pequeño).
- Se descubren los sabores y las texturas de los alimentos antes.
Alguna precauciones cuando el bebé come entero
El principal problema de la alimentación con trozos en el bebé es el riesgo de atragantamiento, que es real a pesar de tener en cuenta algunas precauciones.
No hay que dejar al bebé comiendo solo en ningún momento
- No hay que ofrecer alimentos duros o con forma redondeada.
- Se debe mantener siempre al bebé vigilado mientras está comiendo.
- No está de más que los padres tengan nociones de primeros auxilios para saber qué hacer en caso de obstrucción de la vía aérea.
Otro de los problemas que puede haber es que las cantidades o los aportes nutricionales de determinados grupos de alimentos sean deficitarios.
Si bien con 6 ó 7 meses la lactancia materna sigue cubriendo las necesidades del bebé aunque coma muy poca cantidad sólida, esto deja de ser así conforme pasan los meses.
Llegados los 10, 11 o 12 meses, no podemos conformarnos con que coma algún trozo de comida. Debe comer en cantidad suficiente para los requerimientos que su cuerpo en crecimiento va a demandar.
Entonces, ¿con qué sistema me quedo?
Como en muchos otros aspectos de la crianza no hay una norma establecida que se considere más correcta o la ideal.
Cada familia debe elegir cuál es el método más adecuado en función de sus características y sus expectativas.
También dependerá del bebé: hay algunos que van a preferir claramente una u otra forma de alimentación. Aspectos como el desarrollo psicomotor y madurativo también resultan clave. Por ejemplo bebés prematuros o con algún retraso no suelen ser candidatos a alimentarse con trozos de forma precoz.
Una opción muy válida es hacer un sistema mixto: se empieza con triturados, pero en cuanto el bebé está preparado se van introduciendo de forma progresiva los alimentos sólidos. De esta manera, contamos con las ventajas de ambas modalidades y los triturados no permanecerán de forma indefinida en la alimentación.
COMER EN FAMILIA ES COMER MEJOR
El objetivo en cualquiera de las dos opciones es conseguir que el bebé se siente a la mesa con la familia compartiendo los mismos alimentos.
- Si consideramos el triturado como un elemento transitorio, con el paso de los meses, no suele haber demasiadas diferencias entre los niños que han empezado a alimentarse de un modo o de otro.