Cuando nace un bebé, los padres esperan que su recién nacido tenga un aspecto sonrosado, con la cara redondeada, la piel suave y fina.
Pero, en muchas ocasiones, la imagen real del recién nacido difiere de la que habitualmente vemos en las fotos. Un bebé de pocas horas o días puede tener la carita y los ojos hinchados, las uñas largas y violáceas, los pies morados o el cráneo un poco deformado por su paso por el canal de parto.
Todo ello es normal y característico en el recién nacido, y su aspecto va cambiando día a día mientras va creciendo y madurando.
También, por ejemplo, es posible que tenga algunos puntitos blancos en la cara, o bien unas manchas rojizas o azuladas, que son variantes de la normalidad y que prácticamente nunca necesitan tratamiento médico.
Acné miliar
El acné miliar o millium facial es bastante común en los recién nacidos. Alrededor de un 40% de los bebés de pocos días lo tienen. Son unos granitos blancos o amarillentos que aparecen en la nariz y el mentón, aunque también pueden hacerlo en las mejillas.
No tienen ningún tipo de repercusión en la salud del bebé, no son dolorosos ni se contagian, y suelen desaparecer sin ningún tipo de tratamiento alrededor de las tres semanas de vida, aunque pueden llegar a durar uno o dos meses.
La causa es la obstrucción de algunos folículos de la delicada piel del bebé: se forman pequeñas bolsas en las que quedan atrapados restos de piel.
La causa es la obstrucción de algunos folículos de la delicada piel del bebé
No se recomienda poner ninguna pomada ni usar jabones especiales. Siempre es mejor esperar a que desaparezcan solos, y si se tienen dudas sobre su aspecto, acudir al médico o la enfermera de pediatría.
Está completamente desaconsejado reventar los granitos, ya que, además del riesgo de infección que esa acción comporta, podría quedarle algún tipo de cicatriz.
Perlas de Epstein
Otro caso parecido son las perlas de Epstein, que pueden surgir en el paladar o en las encías del recién nacido.
Se trata de unas protuberancias similares a las anteriores que tampoco precisan de tratamiento y que desaparecen por si solas a los pocos días.
Acné neonatal
Estos granitos que pueden tener algunos bebés tienen un aspecto parecido al acné de un adolescente, y su aparición se limita a la cara del recién nacido. Afecta aproximadamente a un 20% de los bebés, principalmente a los varones. El origen podría estar en el paso de las hormonas maternas al recién nacido.
Son unos granitos parecidos al acné de un adolescente y afecta a un 20% de los bebés
A diferencia del acné del lactante, que aparece más tarde y puede persistir mucho tiempo, el acné neonatal se manifiesta a lo largo de las dos primeras semanas de vida y, habitualmente, desaparece antes de los dos o tres meses de manera espontánea.
Sería recomendable acudir al pediatra si estas lesiones se sobreinfectan o supuran, ya que entonces probablemente sería necesario aplicar algún tipo de pomada antibiótica para evitar su proliferación.
Señales rosadas
Los nevus son unas manchas rosadas o de color salmón, también llamadas hemangiomas. Son frecuentes en el recien nacido y los podemos observar en los párpados, la frente, la nariz, la nuca...
- Pueden hacerse más visibles cuando el bebé llora o le aumenta la temperatura corporal.
- En el 99% de los casos, desaparecen a lo largo del primer año de vida, excepto los de la nuca, que pueden tardar algo más.
- No precisan unos cuidados especiales. Popularmente se los ha bautizado con nombres tan curiosos como “picotazo de cigüeña” o “beso de ángel”.