Es muy beneficioso aprender a llevar un estilo de vida que permita que acumulemos, en la medida de lo posible, menos productos tóxicos en nuestro organismo.
Cada vez son más las familias que optan por productos ecológicos, libres de pesticidas y otros contaminantes tóxicos para la salud, tanto en su alimentación como en los productos de higiene personal o limpieza del hogar.
Pero, además de tomar estas sencillas medidas, ten en cuenta que la naturaleza es sabia y que la leche materna contrarresta los efectos de los contaminantes.
Consejos para que tu bebé no ingiera tóxicos
¿Qué medidas concretas podemos tomar para que el bebé no ingiera tóxicos alimentarios?
Algunos componentes contaminantes se encuentran en el ambiente, y pueden llegar a pasar a la leche materna. Para conseguir que no se produzca esta contaminación, te proponemos estos consejos básicos:
1. Conviene comer menos grasas
Y comidas procesadas industrialmente, incluida la bollería y los productos cárnicos ricos en grasa (embutidos, etc.) porque se almacenan en el tejido adiposo.
Es mejor escoger productos magros. Y recordar que las legumbres son una fuente muy sana de proteínas.
2. Comer más pescados pequeños
Y menos grandes. Los animales grandes contienen más tóxicos que los pequeños (el pez grande se come al chico y acumula más tóxicos). Por ello, es mejor el boquerón que el atún, por ejemplo.
3. Consume más frutas y verduras
Aunque hay que lavarlas bien. Una fruta sin lavar puede llegar a contener más pesticidas que muchos litros de leche materna. Es muy recomendable que sean ecológicas.
4. Vigila con los recipientes
Los recipientes en los que envasamos y calentamos la comida también influyen.
Son mejores los materiales inertes (cristal, acero inoxidable) que los plásticos, sobre todo si hay calor.
Si usas recipientes de plástico, elige los que disponen de etiquetado "sin bisfenol A"
Hay que evitar usar en el microondas recipientes de plástico o cubrir alimentos calientes con film de plástico o aluminio.
Si utilizas envases o vajillas de plástico, elige solamente las que disponen de etiquetado –free BPA– (sin bisfenol A).
5. Filtrar el agua del grifo
Aunque está tratada, el agua del grifo puede contener residuos agrícolas. Conviene dejar correr el primer agua de la mañana y pasar por una jarra-filtro la que usamos para beber y cocinar.