Todos los padres sabemos que esta pregunta es importante. Tras el nacimiento del bebé, hay una época en que "vivimos la vida en gramos" y controlamos el peso de nuestro hijo semanalmente.
Especialmente si el bebé se alimenta con leche materna ya que no se ve la cantidad que toma y a los padres les preocupa que su hijo no crezca adecuadamente.
Por quÉ el bebé no ha ganado peso
Hay ocasiones en que el bebé no gana peso y, por lo general, no suele indicar nada grave, pero siempre es mejor buscar la raíz del problema, que puede estar en:
El bebé que ha nacido prematuro
Los bebés que han nacido antes de la semana 37 o con bajo peso puede tener dificultades para mamar y, por lo tanto, para ganar peso.
Lo mismo les ocurre a los que tienen síndrome de Down, disminución del tono muscular, tienen frenillo sublingual o alguna enfermedad que, por leve que sea, les dificulta comer o directamente les ha quitado el apetito (un resfriado, unas anginas, una otitis...).
Los hábitos al amamantar
También ejercen una gran repercusión en el crecimiento del bebé. Si la colocación al pecho no es la apropiada, seguramente provoque molestias en la madre y las tomas no duren el tiempo necesario.
No hay que ofrecerle agua ni otros líquidos al bebé, a parte de la leche materna
Un gran error es establecer un horario, en lugar de ofrecer lactancia a demanda, así como darle agua, infusiones o suero glucosado, porque el bebé llenará su estómago de líquido, pero no de nutrientes.
El chupete
No es difícil ver bebés con claros signos de hambre que, en lugar de darles el pecho, lo que se hace es ponerles el chupete. Así, seguro que no engorda.
La salud de la madre
También puede ser el origen del bajo peso de su hijo a causa de:
- Una posible alteración de la glándula tiroides (hipotiroidismo)
- Haber sufrido una pérdida de sangre importante en el parto
- Tomar ciertos medicamentos que disminuyan la producción de leche, como los estrógenos de los anticonceptivos orales
- O de haberse realizado una cirugía en la mama que haya podido afectar a los conductos, especialmente si ha sido de reducción.
Estos son algunos de los factores que pueden influir en la producción de leche y, como consecuencia directa, en la alimentación del bebé.