Si tu bebé tiene sed, dale solo el pecho

Tomando tu leche a demanda no necesita agua para estar bien hidratado. Eso sí, tú tendrás más ganas de beber, y no olvides que cuidar de ti también es mimar a tu bebé.

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Dr. Luis Ruiz
Dr. Luis Ruiz

Pediatra

Si tiene sed, dale solo el pecho

Con la llegada del buen tiempo a muchas madres que amamantan a sus hijos les surge la misma duda: ¿Hay que darles agua o no?

Y la respuesta es no. Si le das el pecho a demanda, verás que está hidratado tal y como necesita, porque hace cacas y pipis abundantes, y las heces son blandas.

La leche materna ya les hidrata

En estos meses de tanto calor también es posible que notes que reclama más el pecho, y no se trata de que tengas poca leche o que de repente esta se haya vuelto menos nutritiva, sino que como su cuerpo perderá más líquidos de lo habitual a través del sudor necesitará reponerlos.

Para eso, tu bebé hará tomas más frecuentes aunque más cortas. En definitiva, lo que hace es saciar su sed como hacemos todos nosotros.

Y si tu hijo toma más pecho, ¿qué es lo que suele ocurrir? Pues que tú también necesitarás beber más, así que escucha a tu cuerpo y toma los líquidos que tu sed te demande. Si tienes suficiente agua en el organismo, la producción de leche seguirá siendo la adecuada para tu bebé.

En cuanto a lo que puedes tomar, ya sabes que el agua es la opción por excelencia; sin embargo, tampoco hay que olvidar que las frutas y las verduras contienen mucho líquido, y al mismo tiempo que te hidratan te aportan nutrientes muy saludables y especialmente necesarios en esta etapa de tu vida.

Si tu hijo toma más pecho tú también necesitarás beber más

El verano también se asocia a reunirse más con los amigos y la familia, a tomar el aperitivo en la terracita de un bar..., y todos estos encuentros en muchas ocasiones suelen estar asociados al alcohol (cerveza, vino, vermut...).

Por mucho que te digan que no pasa nada, sí que pasa, así que lo más recomendable es que no tomes ninguna bebida que lleve alcohol, porque, por muy poco que sea, siempre llegará a tu hijo.

Mantén tu leche lejos del sol

Vacaciones y verano parece que sean todo uno, y sin embargo son muchas las personas que trabajan durante los meses estivales. Si tú eres una de ellas, y aun así deseas seguir alimentando a tu hijo con tu leche, necesitarás tener más cuidado a la hora de conservarla.

En primer lugar, sería conveniente que aumentaras la cantidad almacenada, no solo porque el niño pedirá más debido al calor, sino que, por este mismo motivo, es más fácil que se estropee.

En el caso de que paséis tantas horas separados que necesites sacarte leche en el trabajo, transportarla en una neverita hará que se conserve hasta que llegues a casa.

De la misma manera, y en cualquier circunstancia, también es muy importante que no la dejes al sol ni fuera del frigorífico, con el fin de que mantenga sus propiedades.

Teniendo los cuidados pertinentes, una vez más, la lactancia materna sigue siendo el alimento idóneo, porque tu hijo puede disponer de ella en cualquier momento, sin necesidad de preparación, a la temperatura adecuada y con la mejor composición posible.

5 formas de combatir el calor mientras amamantas

1. Busca un lugar fresco

Es la opción ideal para dar el pecho, porque mientras alimentas a tu hijo la temperatura corporal de ambos aumenta.

¿Te imaginas cómo debe ser si encima hace más calor de lo normal?

2. Cuidado con el aire acondicionado directo

No se aconseja recurrir al aire acondicionado, pero si lo tienes, evita que os dé directamente, y a ser posible, enciéndelo antes de entrar en esa parte de la casa para que luego esté fresco y puedas apagarlo.

3. Una simple tela puede ser maravillosa

Una muselina, una sabanita o cualquier trozo de tela de algodón o de hilo finito entre tu cuerpo y el suyo hará que no sudéis tanto.

En este caso, practicar el piel con piel os puede resultar incómodo, tanto a ti como a tu hijo, pero es que, asimismo, el hecho de sudar implica no solo perder líquidos, sino que también hay un mayor riesgo de que finalmente el bebé pase por el típico resfriado veraniego. ¿Recuerdas a tu madre diciéndote: “Ponte el jersey que te vas a quedar fría” cuando llegabas sudando a su lado? Pues por eso.

4. Dentro del agua

Para estar más frescos, puedes amamantarlo en el agua, ya sea en la orilla del mar, en la piscina o en la bañera de tu casa, siempre que puedas adoptar una posición cómoda para los dos.

5. Viajando...

¿Y si estáis de camino al destino de vacaciones? Si lo hacéis en avión o en tren, el calor no será un problema porque suele haber aire acondicionado, así que solo tendrás que colocártelo al pecho.

Pero, ¿y en el coche? Lo más aconsejable es que os detengáis, busquéis una sombra y lo amamantes sin prisa. Podrías hacerlo dentro, aunque no estaría de más estirar un poco las piernas. Las áreas de servicio también son otra opción.