6 consejos para frenar el envejecimiento con yoga

Practicar yoga es una excelente manera de tonificar los músculos y de fortalecer las articulaciones, dos propiedades súper importantes a cualquier edad, y muy especialmente a medida que nos hacemos mayores.

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Eva Carnero

Periodista especializada en bienestar y nutrición

Actualizado a

Mujer sentada yoga

La práctica del yoga ayuda a tener una vida más larga y saludable.

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Iniciarse en la práctica del yoga siempre es una buena decisión. No importa ni la edad, ni si tienes flexibilidad. Tampoco es imprescindible que goces de un buen estado de forma. De hecho, aunque existe la creencia generalizada de que para hacer las posturas de yoga es necesario tener una flexibilidad fuera de lo común, lo cierto es que nada más lejos de la realidad. Las posturas (asanas) de esta disciplina milenaria no exigen flexibilidad, ni fuerza, ni equilibrio, todo lo contrario, cuando practicamos yoga desarrollamos todas esas capacidades.

Por tanto, cualquier persona puede dar sus primeras clases de yoga a cualquier edad y así, poder disfrutar de sus numerosos y valiosos beneficios para la salud física y mental. Uno de esos beneficios es su poder para ralentizar los efectos del paso del tiempo.

salud física y paz mental

Tanto las posturas (asanas) como los ejercicios de respiración (pranayama) influyen en el funcionamiento del organismo a todos los niveles, favoreciendo un estado de salud óptimo en el presente y el futuro. Así, está demostrado que la práctica regular de yoga proporciona los siguientes beneficios, entre otros:

  • Aumenta la tonificación muscular.
  • Fortalece las articulaciones.
  • Mejora el sistema inmunitario.
  • Ayuda a controlar la tensión arterial. 
  • Alivia los dolores de espalda.
  • Incrementa la confianza, la autoestima e impulsa el optimismo.

La obtención de todos estos beneficios y disfrutar de ellos, es importante a cualquier edad. Ahora bien, todavía lo es más a medida que cumplimos años y el paso del tiempo hace mella en los músculos, huesos, articulaciones o el sistema cardiovascular. De modo que utilizar el yoga como una herramienta más para paliar los síntomas del envejecimiento es una gran idea. 

Consejos para iniciarse... 

Podemos entender el yoga como una herramienta para buscar la vitalidad y el bienestar especialmente cuando nos hacemos mayores. Para utilizarla correctamente sería aconsejable tener en cuenta algunos consejos que te ayudarán a practicar yoga sin riesgos y a disfrutar de sus beneficios:

  • Encuentra tu nivel. Si no has practicado nunca yoga es importante que te dejes asesorar y comiences con clases para principiantes. A medida que pase el tiempo, irás progresando y notarás todos los beneficios de los que hemos hablado. Lo importante es que cojas una base sólida, que sigas las pautas del instructor de yoga y que seas constante. 
  • No quieras correr. Practicar yoga es mucho más que ponerse boca abajo sobre una esterilla. De hecho, la adopción de posturas acrobáticas como las que se pueden ver en Instagram, está lejos del verdadero yoga. Lo importante es progresar, pero siempre dentro de tus posibilidades y de tus deseos. Verás que cada postura tiene múltiples versiones que permiten que cada persona practique un yoga adaptado a sus preferencias, circunstancias y necesidades.

secuencias solo para ti

  • Encuentra tu propio yoga. Uno de los aspectos más importantes del yoga, que muchas veces se pasa por alto, es que cada persona debería practicar su propio yoga. Esto significa que conviene practicar rutinas lo más adaptadas posible a la persona. Es decir, las asanas que necesita una mujer de 56 años que nunca ha practicado yoga, no serán las mismas que las de otra de 22 años, o las de un hombre de 65.
  • Practica la respiración. A menudo, nos olvidamos de que la respiración (pranayama) es tan importante como las posturas (asanas). Practicar la respiración controlada y profunda puede mejorar la capacidad pulmonar y proporcionar una mayor oxigenación del cuerpo, algo que se pierde a medida que nos hacemos mayores.

flexibilidad y fuerza

  • Gana flexibilidad

A medida que pasan los años es habitual que vayamos perdiendo flexibilidad. Para evitar que esto suceda, lo más eficaz es practicar posturas de extensión como por ejemplo la postura del gato-vaca, o la postura del niño. Estas y otras posturas pueden ayudarte a mantener o mejorar tu rango de movimiento. Ahora bien, la constancia es imprescindible para obtener los mejores resultados. 

Para realizar la postura del gato-vaca o marjaryasana-bitilasana, ponte en cuatro apoyos, arquea la espalda durante unos segundos y a continuación, cúrvala. 

Por otro lado, la postura del niño o balasana consiste en ponerse de rodillas apoyando los glúteos sobre los talones y con el cuerpo echado hacia delante. Los brazos pueden permanecer hacia atrás o hacia delante, como te sientas más cómoda.   

postura yoga balasana

Postura del niño o balasana. Estira y relaja la parte baja de la espalda.

  • Fortalece tu centro

Mantener un abdomen fuerte no solo es sinónimo de firmeza, también es la manera de desarrollar una faja protectora frente a posibles lesiones. Son muchas las asanas que sirven para fortalecer el abdomen y la parte baja de la espalda, entre ellas, te sugerimos, la postura del barco y la plancha. 

La postura del barco o navasana es una postura sencilla, pero bastante intensa. Para realizarla, siéntate en la esterilla, apoya los codos por detrás y eleva las piernas, apuntando con las puntas de los dedos hacia el techo. Cuando te sientas segura, eleva los brazos y extiéndelos hacia delante, paralelos al suelo. Intenta aguantar unos diez segundos y después, apoya las piernas y los brazos. Descansa.

Postura del barco - Navasana

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La plancha o Kumbhakasana es una de las asanas más completas. Fortalece las grandes cadenas musculares. Realizarla es muy sencillo. Tumbada boca abajo en la esterilla, apoya las manos a la altura del pecho. A continuación, estira los brazos. Si te molestan o duelen las muñecas, puedes apoyar los antebrazos. 

Procura que la espalda esté recta y alineada con la cabeza, ya que tendemos a levantarla, y eso puede llegar a lesionar la espalda. Aguanta unos 20 o 30 segundos y vuelve a la posición inicial.

Postura de la plancha - Kumbhakasana

Con la postura de la plancha se fortalece el abdomen, los brazos, los glúteos y la espalda.

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