Cuidarse los dientes es esencial para una buena salud bucal: este es un mensaje que aprendemos desde pequeños. Cepillarnos después de cada comida ayuda a eliminar la placa bacteriana que podría dañar las piezas dentales o convertirse en sarro. Pero también nos ayuda a evitar otros problemas como las caries, la inflamación de las encías o el mal aliento.
La mejor opción para una buena limpieza dental es la pasta dentífrica. Pero eso no quiere decir que no existan remedios naturales y otras fórmulas que nos llegan de la sabiduría popular heredada de nuestros ancestros. Y así es como, a día de hoy, todavía existe la idea de lavarse los dientes con bicarbonato.
Cuidarse los dientes es esencial para una buena salud bucal: este es un mensaje que aprendemos desde pequeños.
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Versátil, pero no inocuo
El bicarbonato sódico es un compuesto químico con importantes propiedades antiácidas, alcalinizantes y reguladoras del equilibrio ácido-base, por lo que suele ser un producto que se usa en casos de indigestión o reflujo.
Al mismo tiempo, el bicarbonato también se usa tradicionalmente en la cocina y, en especial, para las recetas de repostería. El bicarbonato ayuda a que las masas para bizcochos y tartas crezcan y sean más esponjosas.
Pero más allá de los usos clásicos, este polifacético producto también se utiliza en muchos otros remedios caseros de esos que nos ha explicado la abuela. Desde lavar la ropa hasta exfoliante para la piel, el bicarbonato es un gran aliado en casa.Y seguro que has oído más de una vez que puede ayudar a mantener los dientes más blancos.
La mejor opción para una buena limpieza dental es la pasta dentífrica.
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¿Qué opinan los dentistas?
Realmente, es una práctica de lo más habitual recurrir al bicarbonato para cuidar los dientes. Su uso tópico bocal para tratar afecciones es conocido y bastante popular dentro de los remedios populares.
Sin embargo, los odontólogos advierten que un mal uso del bicarbonato en casa puede dañar el esmalte dental, por lo que en general, los profesionales no lo recomiendan.
"El bicarbonato puede parecer que blanquea, pero lo que hace es desgastar el esmalte. No es recomendable usarlo habitualmente", explica Maria Jesús Bosch, odontóloga de la Clínica Dental Bea de Barcelona.
Otras desventajas para la boca
Además de no blanquear tanto como creemos, el uso del bicarbonato para la limpieza dental presenta otros problemas.
Sabor desagradable
La textura del bicarbonato no resulta demasiado agradable, pues nos deja una sensación salada y arenosa en la boca.
Sin flúor
El bicarbonato no contiene flúor, que es esencial para proteger los dientes contra las caries, por lo que podemos estar descuidando una parte importante del cuidado bucal.
Efectos a largo plazo
La odontóloga explica que el bicarbonato es altamente abrasivo y que "a corto plazo puede dar sensación de limpieza o incluso de blancura, pero a largo plazo desgasta el esmalte".
En especial, el bicarbonato puede ser peligroso cuando se mezcla con limón, pues "eso es muy agresivo para el diente. A largo plazo puede provocar sensibilidad o incluso dañar la dentina", indica la especialista. Si eso ocurre, "el esmalte se hace más fino, el diente se vuelve más poroso y se mancha con más facilidad", añade.
Así pues, la dentista advierte que nos informemos bien y consultemos con un profesional antes de seguir un remedio natural pensando que “al ser natural, no hará daño”.
En lugar de bicarbonato
El médico odontólogo Jaume Bea, de la Clínica Dental Bea, asegura que antes de optar por remedios naturales, "es mejor utilizar pastas dentales con fórmulas controladas que contengan agentes blanqueadores, siempre siguiendo las indicaciones del dentista".
"Nosotros siempre recomendamos que, si quieres blanquear, que sea con tratamientos controlados. El bicarbonato sí, pero solo si forma parte de una fórmula dental autorizada, y nunca como tratamiento casero", incide.
Una buena higiene dental
Los dentistas de la Clínica Dental Bea nos recuerdan 5 los pasos que hay que seguir para una buena higiene bucal:
- Cepillarse los dientes tres veces al día, siempre después de cada comida.
- Utilizar el hilo dental o un cepillo interdental para eliminar restos de comida entre los dientes.
- Usar un revelador de placa dental, para que la limpieza sea más profunda.
- Emplear un colutorio bucal.
- Cepillarse la lengua.
Y, por supuesto, visitar al dentista de forma periódica para realizar limpiezas bucales y revisiones a fondo. Hay que recordar que no siempre los remedios naturales son tan seguros como aparenta, y que un especialista nos podrá aconsejar mejor sobre las necesidades que tengamos para cuidar nuestra boca.