Avance revolucionario en la pérdida de peso: los científicos descubren un gen que cambia cómo quemar grasa de forma efectiva

A veces los descubrimiento científicos más significativos no se producen tras una larga investigación sino simplemente por casualidad. Es lo que ha ocurrido con uno de los avances más prometedores en los métodos de adelgazamiento y control de peso.

El descubrimiento lo han realizado científicos del Instituto Wizmann, en Israel, uno de los centros de investigación más prestigiosos del mundo. Trabajando con ratones detectaron un gen en las células de los músculos. Cuando actuaron sobre él para desactivarlo descubrieron que los ratones activaban a su vez una forma más eficiente de metabolismo y ninguno de ellos engordaba.

Este gen, denominado MTCH2 y que han rebautizado como Mitch, ahora es la base de toda una prometedora investigación que puede ayudar a un control más efectivo del peso.

Un gen que quema mejor la grasa

El profesor Atan Gross, responsable de la investigación y su equipo, empezaron a comprobar si este gen actúa de idéntica manera en las células del cuerpo humano.  Y así es. Acaban de publicar sus resultados.

El gen Mitch se encarga de crear unas proteínas dentro de la célula. Estas proteínas para no complicarlo reciben el mismo nombre. Comprobaron que cuando la célula muscular deja de producir la proteína Mitch, se produce un doble efecto:

• El sistema de metabolización (la forma en la que el cuerpo transforma el azúcar y la grasa en energía) se acelera. Se quema más grasa.
• Habitualmente la grasa y azúcar que no convertimos en energía van formando tejido graso. Sin embargo, sin esta proteína, no se forman estas nuevas células grasas, que son las que se acumulan en los michelines.

Es decir, quemas más grasas y las que no quemas apenas se acumulan. Un éxito total para evitar engordar. Además, los ensayos con ratones habían mostrado que así se consigue desarrollar más tejido muscular y mejorar la resistencia física.

¿Cómo afecta a las personas?

Puede parecer extraño. ¿Por qué si desactivas un gen que ayuda al metabolismo obtienes estos beneficios? Las células son como centrales de energía. Si desactivas a Mitch con ingeniería genética frenas que estas células actúen a pleno rendimiento. Ya no queman grasas.

Pero puede ser beneficioso cuando lo que quieres es evitar los depósitos de grasa por un consumo excesivo de alimentos. Los deja pasar.

Al mismo tiempo, los científicos vieron un aumento de la respiración celular. La respiración celular es el proceso en el que la célula produce esa energía utilizando oxígeno y mezclándolo con sus tres alimentos principales. Estos alimentos son glucosa (proveniente de azúcar y de hidratos de carbono), grasas y proteínas (lo que menos).

Cuando Mitch se apaga, las células recurren más a las grasas y menos a los hidratos de carbono y proteínas. “Descubrimos que la eliminación de Mitch llevaba a una caída importante de las grasas”, ha explicado el profesor Gross. “Demostramos que Mitch determina el destino de las grasa.”

En las siguientes fases de la investigación, vieron que las mujeres con obesidad tienen niveles altos de la proteína Mitch. Por lo que dedujeron que Mitch es vital en crear células grasas.

¿Cuál es el siguiente paso?

A la luz de estos prometedores hallazgos, los investigadores está trabajando actualmente, en colaboración con otros departamentos del Instituto Weizmann en desarrollar una nueva molécula que inhiba el gen Mitch.

Esta nueva molécula, si funciona sin causar ningún tipo de efectos secundarios, será el ingrediente activo de un nuevo tratamiento. Un medicamento que pueda servir para la obesidad y el sobrepeso.

FASE INICIAL EN DESARROLLO 

Estamos aún en una fase inicial. Lo más importante se ha conseguido. Descubrir el mecanismo. Los investigadores expertos en biología molecular no creen que sea complicado dar con esa molécula que pueda entrar en la célula y dejar que la proteína Mitch deje de fabricarse. Por tanto, todo es cuestión de tiempo.

Las posibilidades son inmensas, teniendo en cuenta que el sobrepeso es uno de los grandes problemas de salud que padecen los países desarrollados. Solo hay que recordar el éxito que han tenido los tratamientos como Ozempic, unos tratamientos que tampoco son la panacea, puesto que no se pueden usar toda la vida.

Además, una vez se dejan de tomar, el riesgo de volver a engordar persiste si no se han instaurado hábitos de vida más sanos, como hacer más ejercicio y mejorar la dieta.

Con este futuro tratamiento, este problema podría estar resuelto. Veremos.