Estudiamos mucho el tipo calzado deportivo. Las estadísticas demuestran que le damos mucha importancia a la parte estética y menos a la eficiencia para el rendimiento físico y la prevención de lesiones. Es importante elegir bien el calzado.
Prestamos aún menos atención a otro aspecto que es igualmente importante: ajustarnos bien los cordones. Un pequeño detalle que marca diferencias importantes tanto en rendimiento como en seguridad.
El análisis del atado ha sido bien estudiado por científicos para buscar las mejores estrategias que beneficien a los deportistas profesionales. Unas investigaciones de las que podemos beneficiarnos todos. La realidad es que muchos usuarios de zapatillas desconocen cómo atárselas bien.
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La forma correcta de atarse bien las zapatillas
Es lo que ha puesto en evidencia el podólogo Héctor Alonso, un divulgador con miles de seguidores en redes sociales. En uno de sus vídeos recientes ha explicado el truco para atarse bien la zapatillas deportivas.
“Si no te abrochas el último agujero de la zapatilla estás muy cerca de romperte el tobillo -advierte-. Y si te lo abrochas, seguramente lo estás haciendo con un cruzado simple. Ese no vale absolutamente para nada.”
La manera de abrocharlas bien, consiste en:
- Pasar cada extremo del cordón por ese último agujero, sin pasarlo del todo. Desde fuera hacia dentro.
- Haces lo mismo en el otro lado.
- Luego, introducimos el extremo opuesto por debajo de la tira de cordón que ha quedado entre los dos últimos agujeros. “Así te agarra la zapatilla perfectamente el empeine y el tobillo”, añade este experto.
QUÉ DICE LA CIENCIA sobre el atado DE CORDONES
Un estudio que publicaba la revista Research in Sports Medicine ya establecía que un calzado con siete ojales era la mejor opción. Los deportistas la percibían como la zapatilla con mejor estabilidad sin comprometer la comodidad.
Los deportistas perciben a las zapatillas con 7 ojales con mejor estabilidad sin comprometer la comodidad
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Otro estudio de la Universidad de Berkeley, en California, también analizó por qué se desatan los cordones. A partir de diversas grabaciones a cámara lenta dedujeron que el impacto del pie en el suelo genera la fuerza que va aflojando el nudo.
A este impacto se suma la inercia generada por el movimiento de las piernas que va haciendo que los extremos del cordón se vayan movimiento.
TÉCNICA DEL NUDO CORREDOR
Estos estudios reflejaban que la mejor forma de atárselos era con el llamado nudo corredor, que es el que enseña el podólogo Héctor Alonso. Esta técnica evita que el pie se deslice dentro del zapato y se mantenga estable. De esta manera, reduce el riesgo no solo de lesiones de tobillo, sino también sufrir ampollas.
La atadura acaba con un nudo final, un lazo típico. Incluso si haces deporte intenso, no está de más asegurarte y hacer un doble lazo para asegurarte que no se deshace con facilidad.
Los 4 riesgos de no atar bien el calzado
Las cuatro principales consecuencias de no atarte bien los zapatos son:
1. Más riesgo de lesiones
Un zapato flojo permite que el pie se desplace dentro del calzado, aumentando el riesgo de esguinces por torceduras y otras lesiones.
2. Baja el rendimiento
Si eres competitivo y no cuidas el nudo, te estás perjudicando. La falta de sujeción adecuada puede afectar la eficiencia del movimiento y la respuesta durante la actividad física.
3. Fricción en exceso del pie
Como comentábamos, el movimiento excesivo del pie dentro del zapato puede causar también ampollas y otras molestias como irritaciones y rojeces.
4. Desgaste irregular del calzado
Un atado incorrecto puede provocar una distribución desigual del peso. Es decir, eso acelera el desgaste desigual del calzado. Algo que se va agudizando y se hace cada vez más evidente.
Gastarás los zapatos antes. Y no solo eso, piensa que una mala pisada también afecta a tu postura, también daña y desgasta más determinadas articulaciones.