Una dieta basada en productos de origen animal aumenta los gases dañinos en el intestino

La dietas ricas en alimentos de origen animal alteran la microbiota y favorecen la producción de gases dañinos en el intestino como el sulfuro de hidrógeno que, en exceso, se relaciona con tratornos digestivos, colitis ulcerosa, obesidad o cáncer de colon.

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El consumo de carne aumenta los gases dañinos del intestino
iStock by Getty Images

Un exceso de gas dañino, como el sulfuro de hidrógeno, altera la correcta función de la microbiota y la barrera intestinal.

Dr. Francisco Marin
Dr. Francisco Marín

Médico de Atención Primaria

Soledad López
Soledad López

Periodista especializada en salud

La relación entre los gases dañinos que produce el intestino como el sulfuro de hidrógeno y enfermedades como la colitis ulcerosa, el cáncer de colon o la obesidad está documentada científicamente. Sin embargo, hay pocos estudios que relacionen el consumo de unos determinados alimentos con una mayor producción de este gas en el intestino.

Una investigación de la Universidad de Minnesota ha demostrado que existe un vínculo entre lo que comes y el aumento de este gas dañino. Y los alimentos de origen animal son los que más favorecen su producción.

Exceso de sulfuro de hidrógeno

El sulfuro de hidrógeno es un gas producido por un tipo de bacterias del intestino llamadas bacterias reductoras de sulfatos, sobre todo del género Desulfovibrio.

Pequeñas producciones de este gas son necesarias para funciones como el tránsito intestinal.

El problema aparece cuando hay un sobrecrecimiento de estas bacterias, lo que provoca un exceso de sulfuro de hidrógeno que altera la correcta función de la microbiota y la barrera intestinal. Se trata de un gas inflamatorio y tóxico que huele literalmente a huevos podridos.

Los síntomas que provoca el exceso de sulfuro de hidrógeno son los siguientes:

  • Digestivos: Mal aliento, eructos malolientes, encías inflamadas, gases con muy mal olor y que no hacen ruido al expulsarlos, dolor abdominal, diarrea o estreñimiento.
  • No digestivos: Fatiga, confusión mental, problemas de memoria, erupciones cutáneas o picores.

El exceso de este gas tóxico se asocia a más riesgo de colitis ulcerosa, cáncer de colon y obesidad.

Alimentos de origen animal y gases dañinos

El estudio de la Universidad de Minnesota ha demostrado que el sulfuro de hidrógeno producido por la microbiota aumenta con una dieta rica en alimentos como la carne.

Los investigadores comprobaron que en la mayoría de participantes, una dieta basada en plantas se relacionó con una menor producción de sulfuro de hidrógeno en comparación con un patrón dietético más occidental basado en alimentos de origen animal.

Sí es cierto que hubo casos concretos de personas que seguían una dieta rica en plantas y a pesar de ello tenían altas producciones de sulfuro de hidrógeno, lo que sugiere que la producción de este gas dañino tiene que ver con la dieta, pero también con las características particulares de la microbiota propia de cada persona.

La microbiota engloba alrededor de 500 a 1.000 especies de bacterias, hongos y virus, entre otros, que habitan en el intestino. Y son varios los factores tanto endógenos como exógenos que influyen en su composición: el parto del recién nacido, la genética, el sistema inmune, los antiobióticos, las infecciones, el estrés, el ejercicio o la dieta.

De hecho, el efecto negativo de una dieta grasas en la microbiota está muy estudiado y se sabe que favorece la disbiosis de la microbiota intestinal favoreciendo el crecimiento de bacterias dañinas.

Pero a pesar de la gran influencia de la dieta en la microbiota, en algunas personas otros factores como la genética pueden determinar en gran medida la composición de la flora.

Al margen de estas casos, el estudio ha dejado claro que una dieta rica en alimentos de origen animal se relaciona con un exceso de sulfuro de hidrógeno.

Cómo reducir los gases tóxicos en el intestino

La razón por la cual el consumo habitual de vegetales reduce la producción de gases tóxicos en el intestino reside en su fibra dietética.

La fibra facilita y acelera el tránsito intestinal, reduciendo el tiempo que el bolo fecal pasa en el intestino, lo que reduce las posibilidades que se creen gases tóxicos.

En el caso de que ya exista un exceso de bacterias reductoras de sulfatos (productoras de sulfuro de hidrógeno) puede desarrollarse lo que se conoce como intolerancia a compuestos azufrados. En estos casos, habrá que reducir el consumo de alimentos ricos en estos compuestos.

Los alimentos ricos en compuestos azufrados son los lácteos, la carne roja, las legumbres, el trigo, la cebada, el centeno, las hortalizas aliáceas (ajo, cebolla, puerro), las crucíferas, los alimentos con sulfitos (frutas desecadas, vino, cerveza), huevo y sobre todo grasas de origen animal.