Comer con prisas y elegir propuestas contundentes y muy elaboradas suele estar detrás de las malas digestiones, que pueden provocar que, después de comer, nos sintamos pesados e hinchados.
Pero estos no son los únicos síntomas de unas digestiones pesadas. Estar atento a ellos puede ayudarte a descubrir por qué se originan tus molestias digestivas, lo que te ayudará a elegir la infusión más adecuada para aliviarlas.
- Hinchazón y gases. Es la señal de que estás comiendo demasiado rápido y/o tomando alimentos muy flatulentos.
- Pinchazos en la barriga. En la mayoría de los casos, suelen aparecer debido a los nervios aunque también por ingerir estimulantes como el café, el té...
- Acidez de estómago. Responde a un exceso de secreción de jugos gástricos. Afecta más a personas muy estresadas o que se medican con antinflamatorios. Si se come rápido o se consume alcohol, picantes o carnes grasas la situación se agrava.
- Reflujo. Los jugos suben hacia el esófago porque la válvula de entrada al estómago no cierra bien. Es un problema que se intensifica si te acuestas justo después de comer o si comes demasiado.
- Regurgitaciones amargas. Si te parece que del estómago te sube una secreción de sabor amargo, al igual que en el caso anterior puede estar causada por los jugos procedentes del estómago, aunque, a veces, junto a éstos también puede haber bilis, una sustancia que ayuda a digerir las grasas y las proteínas.
Infusiones que tu estómago agradece
Además de las tisanas que te recomendamos a continuación, puedes optar también por las siguientes según sean tus molestias:
- Las hay que aligeran la pesadez si comes mucho. Son muy efectivas la menta y el tomillo (además de las ya recomendadas manzanilla y hierbabuena). Tómalas tibias y a sorbos, de lo contrario distienden el estómago.
- Otras contribuyen a aliviar la hinchazón. Si sueles sufrir digestiones lentas y tiendes a acumular gases, te aliviará una tisana de angélica, clavo de olor o de anís antes o después de comer.
- Las siguientes reducen el dolor de tripa y los retortijones. Las infusiones de canela son muy eficaces para aliviar estos desórdenes.
Los probióticos también te convienen
Si tras unos días de comidas copiosas te sientes hinchada, los probióticos (bacterias beneficiosas) te pueden ayudar.
- Los probióticos ayudan a equilibrar la flora intestinal, evitando la proliferación excesiva de bacterias perjudiciales, responsables de mal aliento, infecciones intestinales, hinchazón y malestar abdominal.
- Algunas de las beneficiosas son: Lactobacillus acidophilus, L. reuteri, L. rhamnosus, bífidobacterias... Se encuentran en alimentos como el yogur y también se pueden tomar preparados en polvo, viales o cápsulas (pide consejo profesional antes).