Infusiones que mejoran la digestión para tomar después de comer

Acidez, gases, pesadez, dolor, hinchazón abdominal... Son trastornos frecuentes después de las comidas copiosas. Descubre qué infusiones de plantas puedes tomar tras el postre para sentirte más ligera.

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Melisa para calmar los retortijones
Maria T Lopez nutricionista
María T. López

Farmacéutica. Técnica en Nutrición y Dietética

Comer con prisas y elegir propuestas contundentes y muy elaboradas suele estar detrás de las malas digestiones, que pueden provocar que, después de comer, nos sintamos pesados e hinchados

Pero estos no son los únicos síntomas de unas digestiones pesadas. Estar atento a ellos puede ayudarte a descubrir por qué se originan tus molestias digestivas, lo que te ayudará a elegir la infusión más adecuada para aliviarlas.

  • Hinchazón y gases. Es la señal de que estás comiendo demasiado rápido y/o tomando alimentos muy flatulentos.
  • Pinchazos en la barriga. En la mayoría de los casos, suelen aparecer debido a los nervios aunque también por ingerir estimulantes como el café, el té...
  • Acidez de estómago. Responde a un exceso de secreción de jugos gástricos. Afecta más a personas muy estresadas o que se medican con antinflamatorios. Si se come rápido o se consume alcohol, picantes o carnes grasas la situación se agrava.
  • Reflujo. Los jugos suben hacia el esófago porque la válvula de entrada al estómago no cierra bien. Es un problema que se intensifica si te acuestas justo después de comer o si comes demasiado.
  • Regurgitaciones amargas. Si te parece que del estómago te sube una secreción de sabor amargo, al igual que en el caso anterior puede estar causada por los jugos procedentes del estómago, aunque, a veces, junto a éstos también puede haber bilis, una sustancia que ayuda a digerir las grasas y las proteínas.

Infusiones que tu estómago agradece

Además de las tisanas que te recomendamos a continuación, puedes optar también por las siguientes según sean tus molestias:

  • Las hay que aligeran la pesadez si comes mucho. Son muy efectivas la menta y el tomillo (además de las ya recomendadas manzanilla y hierbabuena). Tómalas tibias y a sorbos, de lo contrario distienden el estómago.
  • Otras contribuyen a aliviar la hinchazón. Si sueles sufrir digestiones lentas y tiendes a acumular gases, te aliviará una tisana de angélica, clavo de olor o de anís antes o después de comer.
  • Las siguientes reducen el dolor de tripa y los retortijones. Las infusiones de canela son muy eficaces para aliviar estos desórdenes.

Los probióticos también te convienen

Si tras unos días de comidas copiosas te sientes hinchada, los probióticos (bacterias beneficiosas) te pueden ayudar.

  • Los probióticos ayudan a equilibrar la flora intestinal, evitando la proliferación excesiva de bacterias perjudiciales, responsables de mal aliento, infecciones intestinales, hinchazón y malestar abdominal.
  • Algunas de las beneficiosas son: Lactobacillus acidophilus, L. reuteri, L. rhamnosus, bífidobacterias... Se encuentran en alimentos como el yogur y también se pueden tomar preparados en polvo, viales o cápsulas (pide consejo profesional antes).
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Genciana para ayudar a los jugos gástricos

1 | 8 Genciana para ayudar a los jugos gástricos

Los componentes amargos de su rizoma estimulan la secreción de los jugos gástricos y ayuda a aumentar la producción de bilis, cuyo papel es fundamental a la hora de procesar los alimentos. Por eso, está especialmente indicada para combatir las digestiones lentas y pesadas que aparecen después de una comilona o una comida pesada.

Se prepara en decocción. Cuece 1 cucharada rasa de la planta por vaso de agua. Deja que repose, tapada, 10 minutos, y filtra.

Ten en cuenta, eso sí, que la genciana se desaconseja en caso de gastritis o úlcera péptica. Ante cualquier duda, consulta con tu médico si te conviene o no tomarla.

Melisa para calmar los retortijones

2 | 8 Melisa para calmar los retortijones

Con virtudes sedantes digestivas, antiespasmódicas, y antimicrobianas, las hojas de melisa mejoran los trastornos propios de la dispepsia (que provoca digestiones lentas, indigestiones...).

Puedes tomarla en infusión. Eso sí, evítala si sufres alteraciones de la tiroides, en el embarazo y durante la lactancia.

3 | 8 Hinojo contra los gases

Esta planta es un buen tónico para la digestión (aumenta las secreciones gastrointestinales), carminativo (reduce la producción de gases), calmante intestinal (alivia los cólicos), y estimula los movimientos naturales del intestino.

Conviene evitarlo en el embarazo y la lactancia.

4 | 8 Alcachofera para digestiones lentas

Aumenta la expulsión y fluidez de la bilis, facilitando la descomposición de las grasas. Por eso es ideal para tratar las digestiones lentas que provocan pesadez, distensión abdominal y flatulencias. Se preparan sus hojas en decocción.

Evita tomarla si sufres de piedras biliares, en el embarazo y la lactancia.

5 | 8 Manzanilla para combatir la pesadez

Es una de las plantas más digestivas. Contribuye a que no se acumulen gases en el estómago y alivia la pesadez abdominal. Además, su sabor suave y agradable es ideal para finalizar cualquier comida.

También es efectiva contra los nervios y para combatir el insomnio.

6 | 8 Hierba Luisa cuando hay dolor

Esta planta, tomada en infusión, es considerada un tónico estomacal y evita los espasmos gastrointestinales, por lo que es eficaz para mejorar las digestiones lentas. También tiene efecto carminativo, que ayuda a evitar las flatulencias. Su sabor alimonado y fresco la hace muy apetecible.

También es muy útil para combatir el estrés y la ansiedad, que pueden llevarte a comer más de la cuenta.

7 | 8 Boldo para la digestión de las grasas

Previene la pesadez de estómago, protege el hígado y estimula la vesícula biliar. También facilita la digestión de las grasas y previene la formación de cálculos biliares.

El boldo tiene, además, un efecto diurético por lo que te ayuda a eliminar líquidos y depurar tu cuerpo de toxinas.

8 | 8 Jengibre contra el reflujo

Esta planta es tonificante, antiinflamatoria y mejora la inapetencia y las náuseas. También neutraliza el exceso de ácidos gástricos, al igual que ayuda a tratar los trastornos digestivos provocados por una producción insuficiente de ácidos gástricos. Prepárala en decocción de un trozo de rizoma de más o menos un dedo de grosor por vaso.

No conviene si padeces gastritis o si tienes una úlcera gastroduodenal en periodo activo.