Una buena higiene dental es uno de los aspectos clave para la salud general. No se trata únicamente de un aspecto estético, pero ¿a quien le puede molestar lucir unos dientes blancos y sin manchas?
El caso es que la falta de limpieza bucal puede dar pie a problemas de salud como infecciones y otras dolencias.
Por todo ello, cepillarse los dientes tiene que ser un hábito cotidiano que tengamos más que integrado en nuestro día a día.
Para que el cepillado sea realmente efectivo, no lo podemos hacer de cualquier manera. Hemos consultado con una especialista para que nos explique los errores más comunes al lavarse los dientes y cómo podemos corregirlos. Esto es lo que nos explica la odontóloga María Gámez de la clínica dental MYCA.
1. No cepillarse el tiempo suficiente
Algo que todos solemos hacer mal al cepillarnos los dientes es que le dedicamos poco tiempo. Según la odontóloga, “cepillar los dientes durante al menos dos minutos, dos veces al día, es fundamental”. Pero, a menudo, vamos con prisa y pensamos que con unos segundos de cepillado es suficiente.
Para lograrlo, puedes usar un temporizador o incluso una app. En el caso de los niños, un truco eficaz es cepillarse durante el tiempo que dura su canción favorita.
2. Usar un cepillo dental inadecuado
No todos los cepillos son iguales. Existen los manuales, eléctricos y sónicos. Las principales diferencias tienen que ver en como se mueven y limpian los dientes.
“Es importante elegir un cepillo con cerdas medias y un tamaño adecuado para tu boca, ya sea eléctrico o manual”, aconseja Gámez. La odontóloga destaca también que hay que cambiarlo cada 3 o 4 meses, o antes si las cerdas están desgastadas.
3. Olvidar algunas superficies
No basta con pasar el cepillo por los dientes de forma general. Debemos limpiar todas las zonas de la boca. Gámez explica que hay que pasar por "la parte delantera, la trasera y la superficie con la que masticamos".
Tampoco hay que olvidar las encías: se recomienda cepillarlas suavemente con movimientos circulares.
4. No cepillar la lengua
La lengua tampoco la podemos olvidar, puesto que puede ser un reservorio de bacterias. “Si no se limpia, puede causar mal aliento y afectar la salud oral”, señala Gámez.
En este caso, podemos usar el mismo cepillo o un raspador específico para la lengua. Y siempre lo usaremos raspando de atrás hacia adelante.
5. No utilizar la técnica correcta
La forma de cepillar también importa. “El cepillo debe colocarse en un ángulo de 45 grados contra la línea de las encías y hacer movimientos circulares y vibratorios”.
En el caso de los cepillos eléctricos, lo ideal es dividir la boca en cuatro zonas y dedicar 30 segundos a cada una, explica la experta.
6. No usar hilo dental
Mucha gente cree que el uso del hilo dental es opcional, pero en realidad es esencial. Hay diferentes tipos de hilo, más grueso o más suave. Puedes elegir el que más te guste, pero no olvides usarlo.
"Sirve para eliminar placa y restos de comida entre los dientes, donde el cepillo no llega". Usarlo una vez al día ayuda a prevenir inflamación y sangrado de encías.
7. No reemplazar el cepillo con frecuencia
Observa el estado de tu cepillo y cámbialo si tiene mal aspecto. Un cepillo desgastado pierde efectividad. “Reemplaza tu cepillo dental cada 3-4 meses o antes si las cerdas están abiertas”, recuerda la odontóloga.
Un cepillo en mal estado no limpia bien y puede incluso dañar las encías.
8. Usar demasiada pasta dental
No por usar más pasta se limpian mejor los dientes. “La cantidad adecuada es el tamaño de un guisante en adultos, y para niños pequeños, como un granito de arroz”.
Un exceso de pasta de dientes puede generar demasiada espuma, dificultar el cepillado y hacer que escupamos antes de tiempo.
9. No enjuagar el cepillo dental
Después del cepillado, es esencial limpiar el cepillo. “Hay que enjuagarlo bien para eliminar la pasta dental y las bacterias acumuladas”, explica Gámez.
También conviene guardarlo en posición vertical para que pierda el agua y dejarlo secar al aire.
10. Enjuagarse la boca con agua
Este error es muy común. “Después de escupir, lo ideal es no enjuagarse con agua para que el flúor de la pasta dental siga actuando”, señala Gámez.
Dejar que los restos de pasta permanezcan un rato en la boca ayuda a fortalecer el esmalte y prevenir caries.
Haz esto para mejorar la higiene bucal
A modo de resumen, para que tu limpieza bucal sea perfecta, sigue esta rutina.
• Usa un cepillo adecuado y cámbialo regularmente.
• Cepíllate mínimo dos veces al día, al menos dos minutos cada vez.
• No olvides usar hilo dental y limpiar tu lengua.
• No enjuagues con agua inmediatamente después del cepillado.
• Visita al dentista al menos una vez al año para una revisión general.
Corregir estos errores no requiere grandes sacrificios, pero sí constancia. Como explica María Gámez, "una buena higiene dental no solo previene caries, sino que mejora nuestra salud general".