Cada persona, dada su genética, tiene un color específico de dientes, como también de piel o de pelo. Si se te han oscurecido, busca recuperar algún tono.
Los mediterráneos solemos tener los dientes de un color intermedio, ni muy blanco ni muy oscuro, aunque en contraste con nuestra piel a veces aceitunada puedan parecer más blancos de lo que son.
- Punto de partida. Se considera que nuestros dientes tienen un toque rojizo o pardo pero es posible que haya españoles que los tengan más bien amarillos o grises, dada la gran diversidad genética que ha resultado de nuestra mezcla racial.
- En jóvenes sobre todo, los dientes amarillos pueden indicar alguna enfermedad, como alteraciones hepáticas, metabólicas o endocrinas. A veces también señalan una anemia hemolítica.
- Si te dieron unos antibióticos llamados tetraciclinas entre los 3 y los 12 años o los tomó tu madre cuando estaba embarazada, tus dientes también tendrán probablemente manchas amarillas, grises o marrones.
¿Por qué se vuelven amarillos?
Con el paso de los años los dientes tienden a amarillearse, según aclara el Dr. Óscar Castro (presidente del Consejo General de Dentistas), y ocurre por tres motivos:
- El esmalte, que es translúcido, se desgasta y deja ver la dentina, que es entre amarilla y gris.
- La dentina se vuelve más gruesa y opaca a medida que pasa el tiempo.
Cualquier cosa que manche una camisa blanca manchará tus dientes
- Algunos pigmentos se adhieren a los dientes y los tiñen. En principio lo hacen de forma temporal, pero a veces dan lugar a manchas o coloraciones más profundas y difíciles de quitar.