Llevar una dieta sana y equilibrada no tiene por qué ser una opción sosa y aburrida. De hecho, la base de cualquier dieta saludable, que debería priorizar frutas y verduras frescas, es de todo menos aburrida.
Además, en el caso de los postres, muchas veces parece que seguir una patrón dietético saludable se complica todavía más, ya que los azúcares y las grasas saturadas son, sin duda, los reyes de estos platos.
Sin embargo, puedes seguir una alimentación ajustada a criterios saludables, sin tener que renunciar a la dulzura de los postres. Para ello, solo tienes que escoger los ingredientes correctos y la forma de preparación adecuada.
A continuación, hemos recogido 10 recetas de postres saludables, fáciles de hacer y bajos en calorías para saborear sin remordimientos.
1. Yogur con frutas y chía
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Una opción rápida y saciante. Usa yogur natural bajo en grasa, agrégale frutas frescas como fresas, arándanos o mango, y espolvorea una cucharadita de semillas de chía. Endulza con un poco de miel o estevia si lo prefieres más dulce.
Además, es un postre rico en proteínas, fibra y antioxidantes, ideal para después de una comida ligera o como merienda. Puedes prepararlo en un vaso bonito y servirlo frío para una presentación más atractiva. Aporta energía sin excederse en calorías y favorece la digestión gracias a los probióticos del yogur y la fibra de las frutas.
2. Manzana al horno con canela
Una receta simple y reconfortante. Corta una manzana por la mitad, quita el corazón y espolvorea con canela. Puedes agregar unas gotas de esencia de vainilla o un toque de miel para intensificar el sabor. Hornéala durante 15-20 minutos a 180 °C hasta que esté tierna.
La manzana aporta fibra y saciedad, y la canela le da un sabor cálido sin añadir calorías. Este postre es perfecto para calmar el antojo de algo dulce sin recurrir a opciones ultraprocesadas. Puedes servirlo tibio con una cucharadita de yogur para darle un toque cremoso.
3. Mousse de aguacate y cacao
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Una delicia cremosa y saludable. Mezcla medio aguacate maduro con una cucharada de cacao puro sin azúcar, una cucharadita de miel o sirope de agave y unas gotas de esencia de vainilla. Tritura todo hasta lograr una textura suave.
El aguacate aporta grasas saludables y una textura increíble. Este mousse es ideal para cuando quieres algo dulce pero nutritivo. Puedes dejarlo enfriar unos minutos en la nevera y decorarlo con frambuesas o almendras laminadas. Aunque parece un capricho, es un postre ligero y rico en antioxidantes.
4. Helado de plátano y fresa
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Congela un plátano y un puñado de fresas, luego tritúralos juntos en una licuadora hasta lograr una textura cremosa. Puedes añadir unas gotas de limón para realzar el sabor. Este "nice cream" no necesita azúcar ni lácteos, y es sorprendentemente parecido al helado tradicional.
Es refrescante, bajo en calorías y perfecto para los días calurosos. Además, los plátanos aportan potasio y energía, mientras que las fresas dan un toque ácido y antioxidante. Sírvelo en un cuenco con un poco de menta fresca para un acabado perfecto.
5. Barritas de avena y dátiles
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Tritura una taza de dátiles sin hueso con media taza de avena en copos finos y una cucharadita de cacao puro. Forma una masa compacta, extiéndela en un molde y deja enfriar en la nevera. Luego corta en barritas.
Son perfectas como postre o snack energético. No llevan azúcar añadida, solo el dulzor natural del dátil. Aportan fibra, minerales y energía de liberación lenta. Puedes añadir una pizca de sal marina o unas nueces troceadas para variar la textura. Se conservan bien varios días en la nevera.
6. Pera con yogur y nuez moscada
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Una combinación elegante y ligera. Corta una pera madura en láminas y sírvela con una cucharada de yogur natural bajo en grasa. Espolvorea nuez moscada o canela al gusto. Puedes añadir unas nueces picadas o semillas de lino para más textura.
Este postre es suave, digestivo y naturalmente dulce. La pera es rica en agua y fibra, y combinada con el yogur, ayuda a la digestión. Es ideal para cerrar una comida copiosa sin sobrecargar el estómago. Puedes prepararlo en pocos minutos y tiene un toque gourmet.
7. Gelatina de frutos rojos sin azúcar
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Prepara gelatina con infusión de frutos rojos naturales: hierve agua con frambuesas, moras y arándanos, cuela y mezcla con gelatina sin sabor. Endulza con estevia si lo deseas. Vierte en moldes y deja cuajar en la nevera. Es un postre muy bajo en calorías y refrescante.
Los frutos rojos son ricos en antioxidantes y su sabor ácido lo hace ideal tras una comida. Puedes decorarla con hojas de menta o una cucharadita de yogur natural encima. Ligera y colorida, esta gelatina encanta a grandes y pequeños.
8. Chips de coco al horno
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Corta finas láminas de coco fresco y hornéalas a 160 °C durante 10-15 minutos hasta que estén doradas y crujientes. Puedes espolvorear canela o cacao en polvo antes de hornear para darles más sabor. Este snack dulce y crujiente es ideal como postre o para picar entre horas.
El coco aporta grasas saludables y mucha fibra. Además, al hornearlo en casa, evitas los azúcares añadidos y conservantes de los chips industriales. Guarda en un frasco hermético y tendrás un dulce saludable siempre a mano.
9. Compota de ciruelas
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Cocina ciruelas troceadas con un poco de agua y canela durante 10 minutos. No hace falta añadir azúcar, ya que las ciruelas maduras son dulces por sí solas. Una vez blandas, tritura ligeramente o deja en trozos según tu gusto. Esta compota se puede comer sola, con yogur o con un poco de avena.
Las ciruelas son conocidas por sus beneficios digestivos, especialmente para el tránsito intestinal. Es un postre casero, ligero y reconfortante que se puede servir tanto frío como tibio.
10. Bombones de dátil y almendra
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Rellena dátiles deshuesados con una almendra entera dentro y luego pásalos por cacao puro en polvo. También puedes cubrirlos con coco rallado para otra versión. Son bombones naturales, sin azúcares añadidos, pero con una textura increíble.
Ideales para calmar el antojo de chocolate sin pasarte de calorías. Los dátiles aportan energía rápida, mientras que las almendras suman proteínas y grasas saludables. Se preparan en menos de 10 minutos y duran varios días en la nevera.