Una microbiota alterada se asocia con más riesgo de cáncer de próstata agresivo

La carne roja o los lácteos ricos en grasas provocan alteraciones en la microbiota intestinal que se asocian con el cáncer de próstata más agresivo. Hacer cambios en la dieta podría ser el primer paso para reducir el riesgo.

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Una microbiota alterada se asocia con más riesgo de cáncer de próstata agresivo
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Soledad López
Soledad López

Periodista especializada en salud

Alimentos como la carne roja provocan cambios en la microbiota intestinal que están directamente relacionados con el cáncer de próstata agresivo.

Así lo ha demostrado por primera vez un estudio de la Clínica Cleveland en Estados Unidos, lo que abre la puerta a diseñar estrategias terapéuticas preventivas basadas en la dieta.

Cáncer de próstata agresivo

Se entiende por cáncer de próstata agresivo a aquel tumor prostático que tiene más riesgo de causar la muerte. Son básicamente:

  • Los que se diagnostican cuando ya han provocado metástasis.
  • Los que, a pesar de estar localizados, presentan riesgo de recaída.
  • Los que tienen un PSA (sustancia producida por la próstata llamada antígeno prostático específico) más elevado al diagnóstico.

Estos tumores se tratan con bloqueo o castración hormonal. Se considera que el cáncer de próstata está en su fase más agresiva cuando el tumor se vuelve resistente a estos tratamientos.

Los pacientes con metástasis que son resistentes al bloqueo hormonal tienen una supervivencia entre dos y tres años.

Factores de riesgo cáncer de próstata

La genética y la edad son los principales factores de riesgo de cáncer de próstata, pero hay otros factores modificables como la obesidad o el tabaco que influyen.

Ahora, investigadores de la Clínica de Cleveland han descubierto que el estado de la microbiota intestinal también puede ser un factor determinante.

"Descubrimos que los hombres con niveles más altos de ciertas moléculas relacionadas con la dieta tienen más probabilidades de desarrollar un cáncer de próstata agresivo", señalan los autores del estudio.

Estas moléculas podrían usarse en un futuro como biomarcadores del cáncer de próstata agresivo, lo que ayudaría a identificar a aquellos hombres que, haciendo cambios en su dieta y estilo de vida, podrían reducir el riesgo de desarrollar el tumor.

microbiota y cáncer de próstata

Para llegar a estas conclusiones, los investigadores hicieron lo siguiente:

  • Analizaron los niveles iniciales de ciertos nutrientes y metabolitos dietéticos (subproductos producidos cuando una sustancia se descompone en el intestino) que se encuentran en sangre antes del diagnóstico de cáncer de próstata.
  • Compararon los niveles entre pacientes sanos y aquellos que luego recibieron un diagnóstico de cáncer de próstata y murieron a causa de la enfermedad.

Al estudiar los resultados, vieron que los hombres con niveles elevados de un metabolito llamado fenilacetilglutamina (PAGln) tenían aproximadamente dos o tres veces más probabilidades de ser diagnosticados con cáncer de próstata letal.

  • Este metabolito se produce cuando los microbios del intestino descomponen la fenilalanina, un aminoácido que se encuentra en muchas fuentes de proteínas de origen vegetal y animal como la carne, los frijoles y la soja.

Además de PAGln, los investigadores también descubrieron que los niveles elevados de colina y betaína –dos nutrientes abundantes en los productos animales, incluida la carne roja, la yema de huevo y los productos lácteos ricos en grasas–, también se relacionaron con un mayor riesgo de cáncer de próstata agresivo.

La utilidad de los betabloqueantes

Este mismo equipo de investigadores ya había visto en estudios anteriores que estos metabolitos presentes en el intestino y causados por determinados alimentos aumentan el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.

En concreto, descubrieron que el PAGln se relacionaba con un mayor riesgo de infarto.

"Curiosamente, encontramos que PAGln se une a los mismos receptores que los betabloqueantes, que son medicamentos comúnmente recetados para ayudar a reducir la presión arterial y el riesgo infarto", explican.

"Esto sugiere que parte de la potente eficacia de los betabloqueantes puede deberse al bloqueo de la actividad del metabolito en el intestino", concluyen.

Y si los betabloqueantes anulan el efecto del mismo metabolito que también se asocia con el cáncer de próstata, quizá también podrían ser útiles para prevenir este tumor.

Los resultados de este estudio suponen un avance importante en el cáncer de próstata agresivo.

Por un lado se demuestra que la microbiota, alterada por ciertos alimentos, aumenta el riesgo de cáncer de próstata agresivo.

Así pues, realizar cambios en la dieta puede ser el primer paso para prevenir este tumor.

Por otro, se ha visto que un fármaco tan común como los betabloqueantes podrían ser útiles para eliminar esos cambios en la microbiota que pueden ser la antesala del tumor.